Estaba a la expectativa de la realización del primer concurso de cortometrajes, FACCO EN CORTO, que organizaba la Facultad Ciencias de la Comunicación, era necesario conocer la principiante producción de los estudiantes –compañeros- y sus propuestas audiovisuales. Así que el día programado (jueves 2 de diciembre del 2004) me dirigí a su auditorio para apreciar los trabajos, que previamente tenía conocimiento no presentaban mayor cosa. Además algo más emocionante me empujó a asistir, la proyección de los trabajos de los quiteños Sapo Inc. como mayores representantes en cuanto a cortometrajes se refiere, por sus temas y propuestas controversiales.
Con un auditorio –tal vez el hecho del compañerismo y morbo ayudó un poco- repleto iniciaron las proyecciones. La primera y sin participar, ‘Primer día de trabajo’ fue un mal comienzo, especie de vaticinio de lo que vendría. Un cortometraje un tanto exagerado en el tema tratado y con repetidas sobreactuaciones de sus personajes. Finalizado éste empezaron los cortos concursantes:
El primer cortometraje ‘Los visitantes de Patricia’ (Director Miguel Chávez) en un fallido intento de una obra de terror, no impresionó. Una trama carente de indicios, con personajes fantasmagóricos, pero al extremo de la comicidad. Con varias sobreactuaciones. Un corto con características más de video musical que otra cosa. La banda sonora estuvo presente en casi todo el trabajo, donde los escasos diálogos poco aportaron para rescatar esta obrilla.
El segundo cortometraje ‘El final del camino’ (Director Robespiere Vélez) no impresionó casi en nada, con una trama típica entorno a una estudiante y sus fracasos académicos y como remate víctima de un atropellamiento, con una historia muy predecible. Lo más detestable fue el guión ausente de propuestas e ideas. Un trabajo simple, con escenas increíbles de tolerar, como el atropellamiento del personaje protagonista.
El tercer trabajo ‘Frustración’ (Director Raúl Cedeño) estuvo mejor logrado, la trama entre humorística y conflictiva de su personaje protagonista es quien salvó el cortometraje; una historia con escenas un tanto atrevidas, pero bien logradas; lesbianismo, sexo y total provocación fueron algunas de las propuestas. Las tomas también sobresalieron en cada escena. Aunque el mayor error fue infiltrarse en temas donde sus realizadores no tienen conocimiento alguno: el rock. Escenas indignantes que empañan más la imagen de los rockeros. Lo de cruces invertidas y drogadicción excesiva muestra la ignorancia y falta de investigación ante temas no tan fácil de tratar.
La cuarta obra ‘No mercy’ (Director Gerardo Delgado) recrea una leyenda urbana: la del camionero que recoge a una tipilla y le presta su chompa y cuando intenta recuperarla se entera de que la susodicha estaba muerta hace tiempo. Un trabajo en una onda a lo ‘De la Vida Real’, con muchos recursos parecidos. Lo más sobresaliente es la fotografía en algunas escenas, bien tétrica. El personaje protagonista también le pone lo suyo, el manejo de la jerga ecuatoriana –sobre todo costeña- encaja a la perfección. Las tomas demuestran bastante profesionalismo. Aunque el ritmo lento restó mayor emoción a la historia.
Y el último y quinto trabajo ‘Las manos del mundo’ (Director Gerardo Delgado) no encajó en los cortometrajes, puesto que fue el relleno de una canción con escenas alusivas a los usos de las manos.
Se incluyeron al final dos trabajos fuera de concurso, el primero un documental y el segundo y mejor trabajo un cortometraje de terror, con muchas analogías a Góthika, El aro, y todos los elementos de un film oriental en materia terrorífica (cuidado con ese ego). Una trama interesante, con buenos efectos; la locación rural logró la recreación del ambiente sobrecogedor y arcano. Excelente trabajo.
El veredicto de los jueces (Mauro Andino, José Guadamud, Franklin Briones, y Jorge Bello), fue para ‘El final del camino’ en tercer lugar, ‘No mercy’ en segundo y ‘Frustración’ en primero. Aunque para la “cantidad” de trabajos presentados más bien parecería una designación casi obligatoria de los jueces al premiar al corto con menos fallas, ¿o me equivoco?.
Y aunque pueda parecer muy negativa esta crónica –con reducidos esbozos de crítica-, no todo fue así. La acertada realización de la especialidad de Publicidad de la FACCO abrió un espacio para el mejoramiento de la materia audiovisual. Es claro que muchos estudiantes tienen proyecciones de hacer cine, algo bien recibido, pero se necesita además de buenas intenciones mayor y especializada formación, sobre todo en una provincia sin cultura cinéfila. Lo más probable es que para los próximos años –si es que se continúa con este concurso- el mejoramiento de los trabajos alcanzarán un mejor nivel. Todo dependerá –desde mi perspectiva- del compromiso que tengan sus realizadores con este arte y de la formación que brinde tanto el taller de cine de la ULEAM como la FACCO.
Lo que si no habría que ignorar sería la proyección de los cortometrajes de los Sapo Inc. (Mapa para historia, Gallito y Cristo viene), trabajos y realizadores que pasaron casi desapercibidos entre la mayoría de la concurrencia. Una falta de respeto de parte de la organización del evento al no hacer una presentación –por lo menos semi formal- de los cineastas. Para quienes pudimos observar sus trabajos y conversar con ellos, logramos comprobar porqué son unos de los mejores en este campo. Quizás para la próxima vez mayor seriedad ante productores de alta calidad artística.
Es satisfactorio saber que justamente después de dos años de realizado el primer FACCO EN CORTO nuevamente se abre este espacio alternativo, ahora es el cuarto año de la especialidad de periodismo quien ha tomado la iniciativa; las exposiciones de los cortometrajes se harán en enero del 2007 y veremos como han evolucionado las perspectivas de cada director con anteriores experiencias y conoceremos de los nuevos enfrentados a este campo.
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