lunes, 16 de octubre de 2017

Que octubre sea la fiesta de Mayo

Hugo Mayo en Manta, 1984, tras ser reconocido como Doctor Honoris Causa por la ULEAM.

A Hugo Mayo lo conozco recién en mi etapa de universitario, allá en el año 2000, cuando pasaba de lecturas típicas -y creo necesarias para todo joven desorientado en lo que lee- del romanticismo y modernismo. Me lo presentaron en el taller literario al que ingresé, y luego en el proyecto editorial universitario en el que años después me integré.

Obra del artista Freddy Fiallos "Dadá".

En la oficina de la editorial pude leer las primeras ediciones de Chamarasca y El zaguán de aluminio. Una poesía distinta a lo que había leído hasta entonces. Desconectado de una ciudad plagada de poetas que le cantaban (y le cantan) al amor y cotidianidades vacías. Mayo era otra cosa.  



Y aunque me gustaría decir que en Manta, su ciudad natal mas no de residencia, no se lo ha recordado y homenajeado como se debiera, recuerdo que sí se lo ha hecho: en 1984 la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí lo reconoció como Doctor Honoris Causa. El Gad Manta adecentó un pasaje en el centro de la urbe al que llamó Pasaje hermanos Egas Miranda, donde consta una estatua de Mayo (a la cual pocos o casi nadie conoce, porque no tiene ni placa con el nombre). El grupo teatral La Trinchera puso en escena el monólogo El zaguán de aluminio en torno a la obra del poeta. Existe un barrio en la ciudad que lleva su nombre. Y más reciente el colectivo local Recuperemos Manta lo ha pintado en tres murales en distintos espacios.   


Más allá de lo anterior, la figura y presencia de Hugo Mayo es mínima. Ignorado en escuelas y colegios, no se diga en la universidad. Su obra poética a penas es conocida por un selecto y reducido grupo de lectores. No circulan sus libros (o por lo menos la acertada publicación de la CCE con su poesía reunida) y sus poemas son una rareza de encontrar.  

Con este telón de fondo, junto a un grupo de amigos locales (gestores culturales, les dicen) decidimos organizar el primer encuentro literario que fuese en su honor, que le dijese a todos los interesados y amantes de la literatura, que bajo el cobijo de Mayo se expondrían presentaciones de libros, lecturas, conversatorios, monólogos, artes plásticas y demás... que se reuniría a un grupo de autores nacionales destacados en sus áreas. Papagayo K, encuentro literario, lo llamamos.       

Han sido meses de preparación, de tocar muchas puertas para el apoyo económico y logístico. Quienes nos han dado la mano entendieron la importancia de traer de vuelta a uno de los poetas símbolos de la ciudad. Nos hemos gastado recorriendo calles, tecleando oficios, y un sinnúmero de actividades nada saludables. Pero no nos quejamos, esta primera fiesta literaria, aún sin empezar, ya late en nosotros.

Nuestro anhelo es institucionalizar el encuentro, que anualmente octubre sea la fiesta de Mayo. Aunque nuestro proyecto va más allá: incluye publicaciones, talleres de lecturas, camisetas, más murales en la ciudad. Que todos conozcan a Mayo, que sientan el vibrar de sus versos tal y como nosotros lo hemos sentido.

En eso andamos y esperamos no desmayar.  


martes, 3 de octubre de 2017

Cinco argumentos sobre edición literaria en Manabí

Imagen tomada de http://abdullahsameer.com/blog/reliance-of-hadith/

Las siguientes preguntas fueron formuladas a propósito de la investigación sobre la edición literaria en Manabí. Preguntas que han servido para dar una mirada a nivel local. Nada que no haya dicho. Nada que no sea verdad. Gracias a XimenaMurillo Zambrano por hacerme poner, una vez más, el dedo en la llaga de una herida que no quiere sanar.
Parte de estas respuestas constan en el artículo titulado “Producción editorialliteraria: descripción de la actividad en la provincia de Manabí”, que es el producto de la investigación.

Realice una descripción de la actividad en la Provincia de Manabí.
La actividad editorial en Manabí aún es incipiente e invisibilizada. Me explico: no existen proyectos editoriales que se hayan mantenido y que hayan posicionado del todo a sus autores. Si bien es cierto, la Casa de la Cultura de Manabí, en su momento publicó obras de autores que lograron el reconocimiento a nivel nacional, este proyecto editorial no prosperó. En Manta, sellos como Editorial Mar Abierto, que en su primera etapa se enfocó en temas literarios, apoyando y promocionando a escritores locales en un contexto nacional, tampoco logró desarrollarse y posicionarse completamente.
Esta falta de posicionamiento de sellos editoriales, teniendo como panorámica que los sellos editoriales en Manabí no existen como tales, solo se han creado esporádicos y coyunturales proyectos de autores-editores cuyo fin ha sido publicarse a sí mismo o a círculos de autores ligados por la amistad. Esto ha influido en que los autores manabitas no hayan logrado una mejor exposición a nivel nacional. Y quienes lo han hecho ha sido por su propia cuenta.

¿En la provincia de Manabí, hay un organismo que se preocupe por llevar un control de la producción editorial?
No existe. Salvo las universidades, mediante sus unidades o departamentos de publicaciones que se encargan de registrar sus propias publicaciones.

¿Cuáles son las características del perfil de producción editorial que se presenta a nivel  de la provincia de Manabí?
Hay dos tendencias: los autores primerizos al no tener conocimientos de procesos editoriales acuden directamente a una imprenta, desde ahí se “crea” su libro, que se reproduce en un promedio de 500 a 1000 ejemplares. Libros que muchas de las veces no poseen registro ISBN, lo que hace que a los ojos de un organismo de seguimiento como es la Cámara ecuatoriana del libro, el autor no exista.
Mientras que en el caso de los autores con algo de experiencia buscan a editores independientes o sellos independientes con quienes poder desarrollar procesos de edición, esto es: corrección de manuscrito, diagramación, diseño de portada, corrección de pruebas, registros legales e impresión. Una que se hace acorde al mercado que se pretende llegar, con tirajes que promedian de 300 a 500 ejemplares.
Por lo que he visto en mis años de experiencia las obras literarias que más se publican en Manabí, corresponden al género de la poesía. Esto porque estamos en un medio donde cualquiera que borronee versos se autocalifica de poeta, sumado a ello una ausencia de crítica literaria, lo que merma en que todos sean catalogados de genios literarios. El resultado de todo esto es una producción descontrolada de libros que pocos o nadie recuerda.

¿Cuál es el comportamiento acumulado de la producción editorial literaria  en la provincia de Manabí?
Al no existir una cultura de edición, muchos de los libros que en un contexto local han sido “best seller” (por su rápida comercialización) en un contexto nacional no existen. Esto responde a un problema muy básico: los autores han publicado libros que no existen en los registros legales.
Pero si es de enfocarnos en un ejemplo de modelo editorial hasta la fecha mejor desarrollada, aunque no continuado, este sería Editorial Mar Abierto, con un catálogo de publicaciones enfocado en la literatura en géneros como poesía, narrativa, novela y ensayo. Con más de 150 títulos en su catálogo, supo llegar incluso hasta a cadenas de librerías de alto impacto en el país.

¿Qué estrategias considera necesarias para fomentar el interés por la producción editorial en la provincia de Manabí?
Primero que se entienda que el proceso de un libro no termina con su publicación, sino que esta es solo una etapa más. Después de ello viene la difusión, distribución y socialización mediante un sin número de actividades que deben tener relación con la obra: sea desde la misma presentación oficial, la generación de juicios críticos en medios de comunicación especializados, entrevistas con el autor para conocer más de la obra, reseñas en revistas literarias tanto físicas como digitales, conversatorios y demás.
Y sobre todo, no estancarse a nivel provincial, pensar siempre en que el libro debe recorrer el contexto nacional. 

¿Cuáles son las causas  que limitan la producción editorial literaria en provincia de Manabí?
El creer que cualquiera puede ser editor. El pretender crear proyectos editoriales que no van a ningún lado, esto es porque carecen de un concepto claro, políticas editoriales, y sobre todo no hay un enfoque de a dónde se quiere llegar con las obras a publicar, y menos el nicho de lectores a cubrir.

Además que el sistema de comercialización es mínimo en la provincia, sino se cuenta con una adecuada estrategia de exhibición y venta, los proyectos editoriales no continúan.