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miércoles, 5 de marzo de 2025

Eduardo Guevara Valencia: “Conocí al personaje principal en la realidad”

Eduardo Guevara Valencia, firmando un ejemplar de su novela.



Eduardo Guevara Valencia es un escritor que se mueve bajo perfil, que prefiere que su obra habla por él. Lo suyo ha sido y es la publicidad y el marketing, profesión que lo ha llevado a tener experiencias fuera de Ecuador, como vivir en Omán, país asiático donde trabajó y conoció al que sería el protagonista de su ópera prima: un Sultán cuya vida le resultó novelesca.

Residente en la parroquia Mindo, vislumbró la posibilidad de juntar dos mundos disímiles: Omán y Mindo, y creó un puente femenino: Melina, la aventurera protagonista de El Sultanato de Mindo, su primera novela que nace con paso firme.

Lo contacté a la distancia y mantuve un breve diálogo para conocer más de su obra y las motivaciones de fondo.

 

Eduardo ¿cuándo y por qué surge tu interés de escribir una novela?

Conocí al personaje principal en la realidad. En cuanto lo vi supe que era una persona muy especial y a medida que más conocía sobre él y la historia de su país, supe que era un personaje de novela. Años después lo junté a experiencias más actuales y de pronto la historia estaba clara en mi cabeza. Después sólo fue trabajar con las palabras.

 

¿Cuánto en la novela ha surgido desde la vivencia del autor?

Bastante. Lo que faltaba fue fácil imaginarlo.

 

Mindo, España, Omán son geografías disímiles entre sí, solo emparentadas por el recorrido de Melina ¿por qué?

Porque la condición humana es la misma. Las diferentes culturas y la geografía solo cambian la forma de expresar esa esencia.



(Cuerpodevoces, 2025)



Casi siempre las historias modernas se desarrollan en grandes ciudades ¿qué determinó que tu novela transcurra una buena parte en Mindo?

Mindo es una subcultura muy particular, sus valores, intereses, formas de vida provienen de la cultura dominante, pero acá se manifiestan exacerbadas, a veces primitivas. Y se desarrollan en un entorno natural, que sirve de escenografía dramática, dándole color y fuerza a las acciones cotidianas más simples.


Omán es un país árabe que puede resultar extraño para los lectores ¿por qué trasladar tu historia hacia allá?

Porque ahí nació la novela. Y quizás sea un atractivo diferenciador para el lector curioso y para aquellos de mente abierta.


Aunque no se trate en esencia de una novela política hay toda una lección de cómo funciona el poder tras el poder ¿qué buscaste al acentuar este tema en la trama?

Esa parte es tomada de la historia del país. Yo solo añadí algunas pinceladas literarias.


Traición, usurpación, crímenes sin resolver, pactos bajo la mesa… paralelismos del poder en Omán que se parecen a cualquier país suramericano ¿esta fue la intención?

Exactamente. Los hechos narrados y que tienen relación con tu pregunta, se repiten en casi todos los países dependientes. Es la historia conocida del despojo y el dominio económico y político. Casi siempre mediante la fuerza. 


La novela transcurre en una época anterior al teléfono celular y redes sociales ¿hubiera funcionado igual la historia en este tiempo?

Creo que no. La revolución de las comunicaciones en el siglo XXI cambió la forma de interrelacionarse entre los seres humanos. Ubicarla en aquel tiempo pasado le da un halo de nostalgia a la novela, quizás también algo de misterio.


La música es también un elemento importante dentro de la historia ¿a qué se debe el interés?

El arte es uno de los temas que explora la novela, en diversas expresiones. ¿Como no incluir la música? Sí, es una pasión compartida entre el protagonista y el autor.


¿Podría caber la posibilidad de una segunda novela acompañando a Melina y sus aventuras?

Estoy bregando por encontrar una nueva historia. No creo que Melina quiera volver. Ya hizo suficiente.


jueves, 13 de febrero de 2025

Fernando Macías Pinargote: “Hay cosas sobre Manabí que parecen una novela de realismo mágico”

 

Crónica, poesía, narrativa. La obra de Fernando Macías Pinargote abarca varios géneros.


Fernando Macías Pinargote es un escritor que con cada nueva obra no pasa desapercibido en el contexto literario manabita. Periodista de amplia trayectoria, cronista a tiempo completo, poeta reconocido desde la década del setenta y ahora incursionando en el género del cuento.

Las publicaciones de sus libros suscitan el interés masivo de lectores: una legión de seguidores que con los años va creciendo, tal vez por los temas diversos y costumbristas que dan cuenta de un Manabí que intenta sobrevivir más allá de la violencia e inseguridad que mancha.

A propósito de su más reciente obra titulada “Porsiacaso Meolvide”, lo visité en su casa —en su natal Portoviejo, aquella ciudad protagonista de varios de sus libros— para dialogar en torno a su nuevo libro, los temas que aborda y las motivaciones de fondo.



Portoviejo es un escenario recurrente en la obra de Macías Pinargote.


Fernando ¿en su rol de escritor le ha sido fácil moverse en distintos géneros literarios?

No fácil, porque nada es fácil. Sin embargo, me ayudó mucho el hecho de que desde muy joven practiqué todas las áreas del periodismo, entre ellas la de las crónicas. Comenté sucesos, describí escenas y escribí poemas, eso fue fundamental para tener abierta las puertas a las diferentes opciones de la literatura.

 

¿Entonces ahí surge el germen de incursionar en el relato?

Desde que escribí crónicas. Describir hechos de una provincia tan apasionante como Manabí, fue fundamental. Hay cosas sobre Manabí que parecen ser parte de una novela de realismo mágico, pero que sencillamente son realidades.

 

Por eso es por lo que “Porsiacaso Meolvide” es un título bastante sobresaliente para una colección de historias ¿solo posible desde Manabí?

En el título del libro encontramos dos opciones. O el lector presupone que se trata de un personaje que representa una costumbre extraña de algún sector de la provincia de bautizar a sus hijos con nombres extravagantes, o se trata de una forma de recordarnos que esta región es rica en temas y que es necesario contarlos antes de que el olvido llegue. Ambas opciones son válidas, pero más la segunda, porque en esta región, según expresaba un recordado amigo, a donde usted mira hay un tema para contar, y porque la primera ya no existe, por una disposición del registro civil de no aceptar que los hijos se inscriban con nombres raros.



El autor, su obra y de fondo un espacio de su ciudad.


Así ¿Podría decirse que el libro “Porsiacaso Meolvide” (por el paisaje y algunos de los personajes) es un homenaje a Manabí?

Correcto, en el trasfondo de algunas historias aparece Manabí en primer plano, lo cual nos recuerda que podemos describir lo local dándole universalidad.

 

Se dice que el narrador es por antonomasia un fabulador a tiempo completo ¿es lo que se puede encontrar en sus historias?

Creo que mis relatos cuentan realidades y trazan escenarios fantásticos, es decir son duales. Dicen que la fantasía y la realidad se funden en algún momento de la narración. A veces corresponde al lector determinarlo.

 

Y en este contexto ¿Cómo se siente más cómodo, escribiendo historias de corte realista o fantástico?

En ambas, porque tanto lo real como lo imaginario forman parte de la naturaleza humana.

 

Por otro lado, el pasado, la niñez y juventud, son recurrentes en sus historias ¿por qué?

Porque son etapas de la vida que marcan a cualquiera. Y porque en las narraciones suelen recrearse y volver. La literatura nos permite eso: apelar a la memoria para convertir lo lineal en circular.




Porsiacaso Meolvide (cuentos, 2025)


¿Qué historias considera debió escribir e incorporar en el conjunto?

Quise que en este libro se liberarán solo algunas historias (13) para permitir más facilidad de lectura. A veces los libros gordos asustan de inicio, a veces se los toma y se los deja. Digo, eso pienso. Pero concretando la respuesta: estoy mejorando y corrigiendo varios cuentos que no aparecieron en "Porsiacaso...".

 

Y, aunque “Porsiacaso Meolvide” recién ha empezado su recorrido entre los lectores ¿qué otros proyectos literarios vienen después?

En general, creo que muchos autores que intentamos crear en serio, tenemos textos rezagados. Y, aun así, este año posiblemente aparezca un libro con crónicas, otro libro de relatos y un compendio de textos de opinión.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Francisco Bedoya: “Mi obra se mueve en mostrar como el amor se oculta en algo más”


Francisco Bedoya es actor, director y dramaturgo ecuatoriano. Director del colectivo “Susurros Teatro”. Su trabajo se ha desarrollado en pedagogía, dirección, actuación y literatura además de mantener varias obras en escena. Ha publicado en narrativa Recolección de vivencias para sostener una guerrilla urbana (Cactus Pink, 2021), Susurros de la calle (CCE, 2019), Los que vendrán 18-19, Antología del novisísimo cuento ecuatoriano (Cactus Pink, 2018). Autor del texto Yo soy José María Espinoza para el Proyecto “Bicentenario 2022, 12 Obras”.

A propósito de su reciente libro titulado ¿Amor? O ¡Amor! O Amor (2024) que reúne varios de sus textos teatrales y que tendrá una primera presentación el sábado 28 de septiembre, lo contactamos para dialogar de lo que significa escribir y publicar teatro. Un género siempre escaso de leer por estos lares.

 

Francisco ¿cómo te sientes más cómodo, actuando o dirigiendo?

Me gustan las dos por igual, actuar o dirigir conlleva responsabilidades distintas y complejas que, según el tiempo en el que he estado en el arte escénico, si te encuentras cómodo en cualquiera de las dos, o según mi parecer, en cualquier cosa que hagas, ya lo lograste, ya te moriste, es como que ya llegaste a una paz a un equilibrio y en esa comodidad, paz, equilibrio te estancas. Para mí el estar siempre fuera de mi zona de comodidad me ha ayudado mucho a crecer. Pero en el fondo más me gusta escribir y enseñar teatro, creo que debe ser porque ya he dirigido algunas obras y no he actuado en muchas.

 

¿Cuán complejo es pensar y escribir una obra de teatro?

Depende de la obra, me gusta trabajar haciendo obras bajo pedido, recibo ciertas características y en base a eso realizo la obra, muchas veces a ese tipo de trabajo es un reto muy divertido.

Escribir obras a las que puedo llamar propias se me hace más complejo la mayoría de las veces, en ocasiones entro en no poder definir cual queda del universo de ideas en las que caigo al crear, y otras ingreso en un vacío tan profundo que me provoca realizar otras actividades antes de escribir una letra.


¿Has interpretado tus mismas obras?

¡Claro! Fui “Persona” en una obra llamada “La secretaria de suicidios” también muevo Lecturas interpretativas en las que leo mis cuentos interpretándolos de manera performativa o sensorial con Maritza Marmol, esposa mía y actriz productora de Susurros Teatro.

 

Escribir y publicar teatro ¿por qué?

Porque es la única forma literaria que invita al lector a transformarse en otra cosa, yo he visto a personas que nunca han leído o han visto una obra de teatro o guion y se sorprenden mucho al leerlo y lo empiezan a interpretar por el simple hecho de leerlo. La dramaturgia nos libera de lo que somos, nos guste o no ser lo que somos, nos da la oportunidad de ser otros y eso es muy rescatable para mí ya que es lo único seguro que tenemos como seres humanos, que siempre cambiamos.

 

El amor es una construcción dual donde siempre hay pérdida ¿por qué abordar este tema dentro de ¿Amor? O ¡Amor! O Amor?

Porque me di cuenta que mis obras de teatro hablan mucho de amor, y ahora que lo relacionas con la pérdida, me haces pensar más que todo en el equilibrio, la búsqueda de un complemento o un igual o un loquesea, que al irse asumimos como perder algo, pero que nunca nos perteneció. Para mí en el amor hay más unión que pérdida, y pensar por qué estoy unido a esta persona, sea por una decisión, o por miedo, o porque me hace reír, o por dinero o por cualquier cosa.

 

Amor sin desamor es casi imposible, pero dentro de esa dicotomía ¿qué más se puede ver-analizar desde el teatro? ¿Qué más ofrece tu obra literaria?

El teatro siempre te va a ofrecer una multiplicidad de sentidos y opciones de lo mismo, el teatro nos da la oportunidad de cambiar la realidad que estamos creando y vivir otra, poder transformaros siempre en lo que queramos, eso podemos analizar-ver desde el teatro al amor o al desamor, verlos como algo que creamos una y otra vez de múltiples formas.

Lo que ofrece mi obra. Ya he trabajado en cuento, novela y ahora dramaturgia, en mi camino para poder alcanzar el “ser escritor” algún día, creo que debo crear algo más íntimo, que me lleve a mi familia, a mis ancestros, en un futuro sacaré un libro de la vida de mi abuelo. 




 

¿Has agotado el tema del amor en tu obra teatral?

Para nada, creo que este texto es como un darse cuenta de lo que he estado haciendo para poder hacerlo de una manera más consiente en un futuro. Aunque ahora estoy explorando la sátira política.

 

¿Puede el amor ser una causa revolucionaria y contracorriente? ¿Se mueve tu obra por ese territorio?

Por su puesto que puede ser, esas causas serían dos lugares en los que el amor se ocultaría para poder ejercer su magia, como esa fuerza poderosísima de unión, con la que los humanos nos chocamos constantemente. La obra “El Grupo Artístico de Revolución Armada” es una obra en la que exploro el amor, como un pretexto para crear una revolución, pero que muy en el fondo es un amor obsesivo por un lado y desesperado por el otro.

Mi obra se mueve en mostrar, desde mi visión, como el amor se oculta en algo más, sea este algo una decisión, una revolución, un trauma, una obsesión, lo que sea, a la larga es un pretexto para unirnos a cualquier cosa, sean personas, objetos, animales, lugares, etcétera.

 

¿Qué sientes al final del día cuando repasas tus textos teatrales?

Me sorprendo mucho, cada vez que releo mi teatro lo imagino de maneras distintas, es lo genial de este arte, siempre puede ser hecho de maneras distintas, siempre debe ser nuevo, porque está vivo y como todo lo vivo puede morir, esa muerte lo hace irrepetible, y nos hace como artistas escénicos buscar la forma de hacerlo inolvidable para el público.


lunes, 23 de septiembre de 2024

Fernando Argandoña Velasco: “Mis novelas y cuentos tienen conexión entre ellos”


Fernando Argandoña Velasco es originario de Bahía de Caráquez, cantón manabita. Es Ingeniero agroindustrial y magíster en educación básica. Sus textos, cuentos y novelas cortas empezaron a publicarse en plataformas virtuales, espacio donde ha logrado darse a conocer. Pero es su novela corta Secretos de Quimera la que lo está visibilizando como narrador y ha puesto en el mapa de los jóvenes autores ecuatorianos.

Actualmente es docente en la Unidad Educativa San Isidro, donde reside en la parroquia del mismo nombre. Contactamos con él para conocer más de su ópera prima que por estos días empieza a llegar a librerías y lectores, y se prepara la presentación oficial en algunas ciudades del país.

 

Fernando ¿cuándo nace tu interés por la literatura?

Desde la escuela tuve la suerte de poder acercarme a la literatura, en esos tiempos en mi pueblo había un puesto de revistas y mi padre siempre me compraba historietas de Kaliman, Mándame y Condorito, también recuerdo que estudié en la escuela Velasco Flores y que en ella pude leer adaptaciones literarias para niños sobre Simbad el marino, Cumandá, entre otras.

Creo que todo lo mencionado anteriormente desarrolló en mí el interés por la lectura y la literatura, lo cual se acentuó más al crecer y descubrir todas las sensaciones que produce leer historias apasionantes y envolventes.

 

Se afirma que todo escritor es primero lector ¿Qué autores y obras te han marcado como lector?

En mi caso fue el poema El Cuervo de Edgar Alan Poe, luego de leer y disfrutar de aquel poema quedé fascinado con el estilo y la manera de escribir de este autor que se convirtió en uno de mis favoritos.



¿Cuándo tiene su germen Secretos en Quimera?

Como docente de la Unidad Educativa San Isidro he tenido la oportunidad de conocer y dialogar con jóvenes estudiantes, muchos de ellos apasionados por la lectura, en cierta ocasión escribí varios cuentos cortos sobre temas cotidianos y se los compartí, al ver que a los estudiantes les gustaba lo que leían y me pedían que escribiera una historia más larga de suspenso me animé a hacerlo, así surgió Secretos en Quimera, como una novela corta en la cual el suspenso te envuelve y el final es inesperado, surgió como un deseo por incentivar la lectura entre los jóvenes.

 

Viviendo en un país como Ecuador ¿es posible que las historias que se desarrollan puedan estar más allá de la violencia que rodea?

Considero que la novela Secretos en Quimera va más allá de la representación de la violencia o el crimen, es cierto que en la historia ocurre un robo y un asesinato, pero la historia profundiza más en las motivaciones personales, psicológicas y hasta colectivas qué llevan a los personajes a involucrarse en dicho robo, los personajes son variados y con personalidades distintas que permiten al lector identificarse con algunos de ellos, aborrecer o criticar el proceder de unos y admirar ciertos rasgos de otros, permitiendo que el lector se sumerja en el desarrollo de la historia y de los personajes que la conforman, creo que la novela va más allá de la mera ejecución de un plan de robo, se centra en la vida de los personajes y como estas circunstancias los cambian positiva o negativamente.



 

¿Podría Secretos en Quimera considerarse un retrato a grandes rasgos de la sociedad ecuatoriana?

Creo que los personajes tienen características bien definidas, el hombre introvertido, la mujer que es hermosa y vanidosa que usa sus atributos para ser el centro de atención, el hombre mujeriego con un don para hablar y convencer a las personas, el jefe prepotente y corrupto, la joven pasante religiosa optimista y alegre, etc. Sin embargo, no creo que estos personajes sean necesariamente una representación de la sociedad ecuatoriana, si bien es cierto que quizá ciertos rasgos de los personajes podrían hacer que un grupo de lectores se sienta identificado con alguno de los personajes, considero que la sociedad ecuatoriana es mucho más variada y compleja. Además, nunca fue mi intención retratar una realidad de nuestra cultura o sociedad a través de esta historia, sino más bien crear una historia que lleve al lector a sumergirse en el suspenso y que mientras conoce a los personajes y el desarrollo de la historia intente descubrir cuál de ellos pudo haber realizado el crimen sobre el que se centra la novela.

 

¿Qué otros textos mantienes inéditos?

Tengo dos novelas cortas: Misterio en el parque temático (terror) y El buho negro (acción); además otros trabajos como Cuentos de San Isidro (recopilación variada de cuentos) y Romances (historia de relaciones amorosas).

 

¿Qué consideras es lo más interesante de tus proyectos literarios?

Todas las novelas y cuentos que he escrito tienen conexión entre ellos, ocurren en el mismo sitio (San Isidro) y en ciertas ocasiones convergen los personajes y las historias.

Mi proyecto es crear un universo en torno a estas historias, logrando una sinergia entre las mismas y creando nuevas historias que incentiven a las personas a la lectura y a sumergirse en los mundos y situaciones que la literatura nos puede brindar.


miércoles, 4 de octubre de 2023

Luis Fernández: “Que triste sería pasar en un bar sin una buena compañía”


Luis Fernández se interesó, desde adolescente, en contar historias; veía películas y las detallaba con entusiasmo, agregando su toque personal. Reconoce que todo el conocimiento en escritura viene del ensayo y error, además del asesoramiento con “personas conocedoras de escritura para que me digan los fallos y cómo mejorarlo”.

Tolkien, consta como uno de sus escritores referentes, porque “me gusta el universo en el que está situada toda la trama de tierra media”. Y asegura con fervor ser “un fanático de las historias, siempre y cuando estén bien contadas”.

Este psicólogo mantense escribió en 2015 lo que ocho años después sería su primera novela: Un nombre común. Una historia que releyó y corrigió hasta quedar satisfecho.

Nos reunimos hace poco para conversar de su ópera prima y conocer más a fondo las motivaciones detrás de esta historia.

Luis ¿Qué otros intentos literarios escribiste antes de tu novela?

Escribí varios cuadernos de poemas, los cuales fueron obsequiados, pero, como intento de escribir una historia tuve dos, una de un suceso que ocurrió en Manta sobre el asesinato misterioso de un hombre, el cual lo hice como tarea para un primo, saliendo sobresaliente, y el otro intento lo llamé “Fronos” una historia sobre la extinción de una especie alienígena por otras especies que ellos mismos crearon, una metáfora a la inteligencia artificial creada por los humanos.

 

Un nombre común es una historia de reminiscencia y frustración ¿así muchas veces se asume la vida?

La vida es una cosa que se podrá definir en biología, filosofía, física y demás, pero que ni, aun así, podremos entender en su complejidad, considero que se puede asumir desde la perspectiva de cada uno, sin embargo, quizá en esa etapa de mi vida cuando escribí la novela pude generar esa sensación de frustración o pesimismo en quienes la leyeron y se identificaron, aunque el objetivo no haya sido aquello.

Considero que cuando llevas tiempo buscando respuestas, te das cuenta de que las mismas no te complementarán, y solo serán indicios de algo que sabías desde un principio, que no es conseguir esa respuesta, sino, que el significado está en el camino que se toma para realizar esa búsqueda.

 

Amor y muerte son una constante, pero ¿aún se sufre en esta época de amor? 

Obvio, sino la psicología no tuviera trabajo, creo que hablar de amor es una forma de tratar de explicar aquellas situaciones que se escapan de lo cotidiano con esas personas que son especiales para nosotros, creo firmemente que el amor es una construcción idealizada de aquella persona hacia nosotros, que muchas veces es un reflejo de lo que deseamos ser, allí vendría el amor propio, por lo cual al no cumplir con las expectativas ya sean aprendidas o adoptadas, se tiende a sufrir por no conseguir aquello que deseamos.

 

¿Es tu novela un tributo a las novelas románticas (aunque no se trata exclusivamente de una) y al empoderamiento del amor?

No, para nada, una vez escuché esta frase: “esta es una historia sobre el amor, no es una historia de amor”, es un poco el reflejo de mi historia, una trama en donde cuenta que existió el amor, pero a su vez no implica en que habrá un final de cuento de hadas en donde el protagonista soluciona su conflicto interno y logra obtener la recompensa por la que luchó, el amor, aun así, dentro de la trama es un eje impulsor, sin llegar a ser un tributo, al menos desde mi perspectiva.



 

¿Por qué el escenario de tu novela es un bar?

Siempre quise tener un bar, además, considero que es el escenario perfecto para mostrar la decadencia de un hombre que ha logrado muchas cosas en la vida y aun así está insatisfecho con sus logros, considero que es un ambiente fuera de lo cotidiano, al menos en nuestra ciudad Manta, donde los bares a pesar de estar llenos de “gente divertida” muchas veces esas personas los utilizan como un escape para la realidad que están viviendo en sus hogares.

 

Los personajes recurren al humor y sarcasmo constantemente ¿Por qué?

Me gusta el sarcasmo, me considero alguien sarcástico, sin embargo, con el tiempo he ido bajando esos niveles y tratando a los demás con mayor respeto y comunicación atenta, quizá sea por mi propia profesión en la cual ya no se le puede decir a un individuo de manera despectiva la razón por la cual se siente mal, sino que debo entablar una comunicación más amena y hacer sentir cómodo a la otra persona.

 

Viviendo en una ciudad cada vez más violenta ¿es posible que el personaje de la Muerte de tu novela sea una metáfora de la realidad?

La verdad no, ya que cuando escribí la historia no sabía que algún día la ciudad tendría estos índices de violencia, por lo cual, considero que es un reflejo de los miedos de las personas que anhelan bienestar paradójicamente buscando alivio en los cálidos y fríos abrazos de la parca, llevando al máximo la ambivalencia de aquella situación, la búsqueda del bienestar en la muerte, convirtiéndose así en la metáfora de la situación actual.

 

El protagonista de tu novela es un hombre maduro que da la impresión de haberlo hecho todo mal ¿tropezar en el amor en verdad puede arruinar una vida? 

Depende, hay personas que no saben manejar sus emociones de manera adecuada y tienden a encerrarse en su propio ego, considerando que al tener un nivel intelectual superior a la media, pueden hacerlo todo o creer que hacen todo mal, es allí que uno, dos, tres o cuatro fracasos en el amor pueden determinar el futuro de una persona, siendo aquello un buen futuro de aprendizaje en donde no se repitan los errores, o en un futuro en el cual la persona se cerrará en sus ideas de fracaso sin buscar ayuda a causa de su propio ego.

 

La Muerte no es una buena compañía para nadie, pero en la novela parece ser el único consuelo del protagonista ¿por qué?

Porque el protagonista ya la anhelaba, estaba encerrado en su pensamiento de fracaso a tal punto que cuando llegó la parca, no tuvo deseo de escapar, solo se permitió hablar, descubrir cuestionamientos que rondaron su cabeza por años y disfrutar de ese momento, así que se obligó a que esa inesperada compañía sea un invitado adecuado para compartir, además, que triste sería pasar en un bar sin una buena compañía.

sábado, 11 de diciembre de 2021

Raúl Ortiz Bravo: “Lo que más perturba es la posibilidad infinita de pensamientos macabros”

Raúl Ortiz Bravo, es un escritor ecuatoriano (procedente de Quito) cuya hoja de vida literaria da cuenta de dos poemarios, el segundo de ellos publicado en 2020, Vocesparalelas; también es autor de varios ensayos literarios que se encuentran en internet.

Sueños interruptus es su primer libro de cuentos, un conjunto de historias de terror que escarban dentro de la naturaleza humana más conflictiva, con escenarios y recursos del género más tradicional, pero con un plus: sus personajes son cercanos, como si se tratara del vecino; el sonriente y bonachón que tras su máscara esconde perversidad.

Contacté con él para conocer más de sus influencias y obra: cuentos que estoy seguro no dejarán indiferente al lector. Mientras tanto su pensamiento desde estas breves respuestas.      

 

Raúl, ¿Cuándo aparece tu interés por el género del terror? ¿Qué motivos y lecturas te llevaron a él?

Cuando empecé a escribir el primer cuento, La abuela vi que el texto valía la pena ser trabajado en la línea del terror. No había escrito sobre el tema antes, solo pequeños esbozos que con la práctica se fueron convirtiendo en estos relatos que me interesé en desarrollar.

Si me hablas de lecturas, pues he leído a los clásicos de la literatura de terror, pero también el cine, las experiencias y narraciones que son parte de la urbe me llevaron a este experimento.

 

Desde tu visión de creador ¿qué crees que pese más en una historia de terror?

La percepción de terror varía de acuerdo a la sociedad y a la época. Todos hemos escuchado historias de terror, muchas basadas en lo metafísico, lo inexplicable, aquello que no podemos controlar con la lógica, por ende, hay factores necesarios como la sorpresa, lo inefable, pero sin caer en el tópico del “Deus ex machina”, la verosimilitud es esencial. Después de todo la mente humana puede albergar un sinfín de pensamientos macabros.

 


¿Cuánto de investigación y fabulación se utiliza para crear historias terroríficas?

Aparte de las lecturas, la investigación es esencial desde luego para garantizar la originalidad de las mismas, caso contrario haríamos una compilación, parte de la investigación es conversar con la gente, escuchar sobre sus experiencias, vivimos en un país en donde hasta los escépticos han tenido experiencias terroríficas que no necesariamente se asocian a lo paranormal, porque el terror radica en la naturaleza de la humanidad que es capaz de llegar a generar ese impacto en el otro.

 

¿Puede el género del terror tratar temas como la política, corrupción y economía? 

Desde luego, toda literatura puede tratar y ser consecuente con su realidad. Es lo que Sartre diría el escritor comprometido, un escritor debe tener conciencia de clase, la literatura no es una mera diversión, el género de terror nos puede acercar a esas prácticas que superan a la facción en cuanto a los macabros actos que realizan los grupos de poder.

 

¿Por qué a los escritores le interesan las historias más reales y cercanas a lo cotidiano?

Yo creo que ese apego a la realidad es una postura que el escritor adopta para lograr una cercanía dialogante con sus lectores, a partir de la realidad se genera una empatía y lo cotidiano también, como lectores, nos hace pensar en que esa historia puede estar cerca, quizás al lado de nosotros.

 

No existe una tradición de literatura de terror en el país, sin embargo, quienes han escrito y publicado historias en el género coinciden en que sus tramas suceden dentro de ciudades, en este sentido ¿es la urbe el escenario propicio para el terror más aberrante?

La ciudad es cuna para la literatura de terror, y aunque no es la única fuente para inspirarse en las aberraciones, hay que notar que en la ciudad las personas tienen mayor capacidad de camuflaje, por otro lado, esta respuesta a través de la literatura también es una muestra tácita de cómo los escritores perciben una decadencia de la urbe que la consideran cada vez más peligrosa y albergue de horrores.

Para conocer tu narrativa el lector se puede remitir a La abuela, un cuento que consta en un par de antologías ¿a partir de qué experiencia surge esta historia?

Como mencioné, este cuento La abuela, fue un proceso que inicia como un experimento que se fue puliendo, he tenido la gracia de pertenecer a la antología convocada por Libros duendes y Teoría Ómicrom, y en la revista digital colombiana Alas de cuervo, especialista en terror. Más que experiencia, la historia surge de la idea principal de las constantes desapariciones que cada vez son más frecuentes sumado a las historias de casas coloniales o muy antiguas donde sus habitantes han compartido la historia de que en algún lugar de las casas está enterrado el esqueleto de alguien, luego de saber y reflexionar todo eso, la escritura surgió naturalmente.

 

La literatura de terror no siempre es entendida en su totalidad, muchos lectores se quedan en la parte superior de las historias y no logran interiorizarlas ¿Qué señas puedes dar, a manera de guiños, respecto a las historias de Sueños interruptus?

Siempre me gustó la teoría de Roland Barthes habla sobre la muerte del escritor ya que, como uno, bastante novato, por cierto, considero que las interpretaciones de los textos pueden ser tan abiertamente variadas que sería un poco limitante dar un sendero de interpretaciones para los lectores. Solo puedo decirles que el título, así como muchas de las historias están basadas en pesadillas y terror nocturno, por tanto, una buena forma de entenderlos es hacerse a la idea de estar en un sueño en donde una mente perversa lo está conduciendo por historias de las que no podrá salir hasta el punto final.

 

La sangre, vísceras, fantasmas, casas poseídas… son elementos recurrentes en las historias de terror, pero ¿qué otros elementos aparecen y perturban?

Lo que más perturba en realidad es la posibilidad infinita de pensamientos macabros que puede albergar la mente de esas personas que parecen los más tranquilos e inocentes seres a quienes solo les hace falta una pequeña chispa detonante que los haga terminar cometiendo atroces gestas.

Fotos proporcionadas por el autor.