sábado, 11 de diciembre de 2021

Raúl Ortiz Bravo: “Lo que más perturba es la posibilidad infinita de pensamientos macabros”

Raúl Ortiz Bravo, es un escritor ecuatoriano (procedente de Quito) cuya hoja de vida literaria da cuenta de dos poemarios, el segundo de ellos publicado en 2020, Vocesparalelas; también es autor de varios ensayos literarios que se encuentran en internet.

Sueños interruptus es su primer libro de cuentos, un conjunto de historias de terror que escarban dentro de la naturaleza humana más conflictiva, con escenarios y recursos del género más tradicional, pero con un plus: sus personajes son cercanos, como si se tratara del vecino; el sonriente y bonachón que tras su máscara esconde perversidad.

Contacté con él para conocer más de sus influencias y obra: cuentos que estoy seguro no dejarán indiferente al lector. Mientras tanto su pensamiento desde estas breves respuestas.      

 

Raúl, ¿Cuándo aparece tu interés por el género del terror? ¿Qué motivos y lecturas te llevaron a él?

Cuando empecé a escribir el primer cuento, La abuela vi que el texto valía la pena ser trabajado en la línea del terror. No había escrito sobre el tema antes, solo pequeños esbozos que con la práctica se fueron convirtiendo en estos relatos que me interesé en desarrollar.

Si me hablas de lecturas, pues he leído a los clásicos de la literatura de terror, pero también el cine, las experiencias y narraciones que son parte de la urbe me llevaron a este experimento.

 

Desde tu visión de creador ¿qué crees que pese más en una historia de terror?

La percepción de terror varía de acuerdo a la sociedad y a la época. Todos hemos escuchado historias de terror, muchas basadas en lo metafísico, lo inexplicable, aquello que no podemos controlar con la lógica, por ende, hay factores necesarios como la sorpresa, lo inefable, pero sin caer en el tópico del “Deus ex machina”, la verosimilitud es esencial. Después de todo la mente humana puede albergar un sinfín de pensamientos macabros.

 


¿Cuánto de investigación y fabulación se utiliza para crear historias terroríficas?

Aparte de las lecturas, la investigación es esencial desde luego para garantizar la originalidad de las mismas, caso contrario haríamos una compilación, parte de la investigación es conversar con la gente, escuchar sobre sus experiencias, vivimos en un país en donde hasta los escépticos han tenido experiencias terroríficas que no necesariamente se asocian a lo paranormal, porque el terror radica en la naturaleza de la humanidad que es capaz de llegar a generar ese impacto en el otro.

 

¿Puede el género del terror tratar temas como la política, corrupción y economía? 

Desde luego, toda literatura puede tratar y ser consecuente con su realidad. Es lo que Sartre diría el escritor comprometido, un escritor debe tener conciencia de clase, la literatura no es una mera diversión, el género de terror nos puede acercar a esas prácticas que superan a la facción en cuanto a los macabros actos que realizan los grupos de poder.

 

¿Por qué a los escritores le interesan las historias más reales y cercanas a lo cotidiano?

Yo creo que ese apego a la realidad es una postura que el escritor adopta para lograr una cercanía dialogante con sus lectores, a partir de la realidad se genera una empatía y lo cotidiano también, como lectores, nos hace pensar en que esa historia puede estar cerca, quizás al lado de nosotros.

 

No existe una tradición de literatura de terror en el país, sin embargo, quienes han escrito y publicado historias en el género coinciden en que sus tramas suceden dentro de ciudades, en este sentido ¿es la urbe el escenario propicio para el terror más aberrante?

La ciudad es cuna para la literatura de terror, y aunque no es la única fuente para inspirarse en las aberraciones, hay que notar que en la ciudad las personas tienen mayor capacidad de camuflaje, por otro lado, esta respuesta a través de la literatura también es una muestra tácita de cómo los escritores perciben una decadencia de la urbe que la consideran cada vez más peligrosa y albergue de horrores.

Para conocer tu narrativa el lector se puede remitir a La abuela, un cuento que consta en un par de antologías ¿a partir de qué experiencia surge esta historia?

Como mencioné, este cuento La abuela, fue un proceso que inicia como un experimento que se fue puliendo, he tenido la gracia de pertenecer a la antología convocada por Libros duendes y Teoría Ómicrom, y en la revista digital colombiana Alas de cuervo, especialista en terror. Más que experiencia, la historia surge de la idea principal de las constantes desapariciones que cada vez son más frecuentes sumado a las historias de casas coloniales o muy antiguas donde sus habitantes han compartido la historia de que en algún lugar de las casas está enterrado el esqueleto de alguien, luego de saber y reflexionar todo eso, la escritura surgió naturalmente.

 

La literatura de terror no siempre es entendida en su totalidad, muchos lectores se quedan en la parte superior de las historias y no logran interiorizarlas ¿Qué señas puedes dar, a manera de guiños, respecto a las historias de Sueños interruptus?

Siempre me gustó la teoría de Roland Barthes habla sobre la muerte del escritor ya que, como uno, bastante novato, por cierto, considero que las interpretaciones de los textos pueden ser tan abiertamente variadas que sería un poco limitante dar un sendero de interpretaciones para los lectores. Solo puedo decirles que el título, así como muchas de las historias están basadas en pesadillas y terror nocturno, por tanto, una buena forma de entenderlos es hacerse a la idea de estar en un sueño en donde una mente perversa lo está conduciendo por historias de las que no podrá salir hasta el punto final.

 

La sangre, vísceras, fantasmas, casas poseídas… son elementos recurrentes en las historias de terror, pero ¿qué otros elementos aparecen y perturban?

Lo que más perturba en realidad es la posibilidad infinita de pensamientos macabros que puede albergar la mente de esas personas que parecen los más tranquilos e inocentes seres a quienes solo les hace falta una pequeña chispa detonante que los haga terminar cometiendo atroces gestas.

Fotos proporcionadas por el autor.


 

No hay comentarios: