martes, 28 de febrero de 2012

Los 12 años de Mar Abierto (aniversario)



Mar Abierto, editorial forjada en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam) celebrará el 1 de marzo su cumpleaños número 12 y lo hará con una jornada de trabajo como es su tradición. Ese ir contracorriente, esa tenacidad es la que hoy le permite contar en su catálogo casi un centenar de libros, el reconocimiento de la marca, el liderazgo editorial universitario de Ecuador. La cereza de este pastel es la revisión que la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española realizarán a 20 títulos de diferentes colecciones, dentro del proyecto Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES).

Se tiene previsto que, el auditórium Héctor Uscocovich Balda de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Leonardo Moreira, vicerrector Académico de la Uleam, y Ubaldo Gil, director de Mar Abierto, inauguren la jornada a las 09:00. A las 09:30, del equipo profesional de la editorial, Alexis Cuzme y José Márquez compartirán sus experiencias en edición y diseño, respectivamente.

Se ha invitado a funcionarios de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senecyt) para una conferencia sobre las revistas indexadas. Guido Vásconez (Uleam) disertará sobre la Producción del libro universitario en la sociedad del conocimiento. En un foro se abordará el tema de revistas y libros universitarios, se espera la participación de representantes de varias universidades. Uno de los platos fuertes será la conferencia sobre Derecho de Autor.

También sesionará el Consejo Editorial del Departamento de Edición y Publicación Universitaria (DEPU) y se conformará el Consejo Editorial por áreas; se ha invitado a participar a escritores y académicos dentro y fuera del país. La idea es fortalecer la calidad de las publicaciones.

Ubaldo Gil señala que lo que vive Mar Abierto son los frutos de un trabajo hecho con pasión por las letras y lo académico. Resalta que no solo se pensó en Manabí, muestra de ello son los autores de otras provincias que ha publicado el sello, también la creación de la Red de Editoriales Universitarias y Politécnicas del Ecuador (Reupde), que nació en la Uleam en el 2010.

Lugar: Auditórium Héctor Uscocovich Balda (Facultad de Comunicación – Uleam)
Día: jueves 1 de marzo de 2012
Hora: de 09:00 a las 20:00
Manta

viernes, 17 de febrero de 2012

Premonición a las puertas



Premonición a las puertas
Reciente poesía ecuatoriana
(Autores nacidos a partir de 1979)

Estudio, selección y recopilación:
Freddy Ayala Plazarte



Por: Raúl Serrano Sánchez

ESTA ANTOLOGÍA, entre otras de sus razones de ser, está la de poner al alcance de los lectores y lectoras lo que son y representan las diversas visiones poéticas de aquellos autores ecuatorianos nacidos a partir de 1979; por tanto, se trata de autores que se han movido en las arenas sospechosas de los escenarios virtuales del siglo XXI.

En su armado, el antólogo y poeta Freddy Ayala Plazarte, ha privilegiado, así lo declara en el texto de apertura, a más de la calidad de los poemas, el que éstos pongan en diálogo, establezcan una serie de contactos y nexos en los que su riqueza simbólica, a la vez, sea evidencia de lo que representan los diversos “lugares de origen” de cada uno de los antologados, y la condición de pluralidad del tiempo y espacio que habitan. De ahí que este libro, con sus particularidades, se sume a los varios y variados textos plurales que se publicaron desde finales del siglo XX e inicios del XXI. Libros que, en unos casos, se planteaban como el anuncio o advertencia de ciertos grupos, más que generaciones, en los que los textos eran un manifiesto político, reformulando el juego y la práctica de las vanguardias de los años 20 del siglo pasado y de quienes vinieron luego.

PREMONICIÓN A LAS PUERTAS supera, también, la noción volátil, siempre difusa, de lo que en determinado momento se dio en llamar “novísima poesía”, olvidando que tan novísimo sigue siendo Vallejo, Villaurrutia como Hugo Mayo. De ahí que resulte más sensato para el antólogo definir esta selección como “reciente”, que apuesta y asume el albur de la transición y los desafíos de la ruptura. Pues, lo sabemos, la gran poesía siempre será “reciente”, esto es que en sus diversas estrategias expresivas comienza y recomienza sin concesiones; aventura en la que atenta contra lo hegemónico y sus trampas. Además, el tiempo de su desciframiento gozoso, que no excluye la ceremonia del dolor, está al margen de todo calendario o argumentos extratextuales.

Los 17 autores escogidos, entre mujeres y hombres, nos dan las claves de lo que significan aquellos temas y asuntos que siempre serán una constante, desde la experiencia y el descrédito de su realidad cotidiana, en la escritura poética: el sujeto inmerso en la tramoya del padecimiento urbano, el amor y sus cenizas que enceguecen, esclavizan y liberan, pero que también mata; la fe de los postmodernos que no se funda en la búsqueda de lo divino, sino en la legitimación de toda forma de alucinación y redescubrimiento del cuerpo y los paraísos gaseosos del deseo y el placer; búsqueda que está atravesada por las sombras despiadadas de la muerte que se convierte en un sicario de múltiples máscaras y promesas. Pero también están los fantasmas que nos devuelven a las aguas nada mansas de la memoria individual y colectiva, por donde se cuelan aquellas voces que dan cuenta de los orígenes heterogéneos de estos discursos, así como de sus diversos y ricos mecanismos expresivos.

Una antología que despertará –esperamos que así sea– múltiples acercamientos y debates, y de la que se dirá, es justo y necesario, que no están “todos los que son”. Aunque los que están, desde el desafío verbal, demostrarán por qué son y porque están entre estas páginas en las que sus premoniciones son el códice de un tiempo en el que todo se muestra como un laberinto en llamas.

Autores que constan en el libro Premonición a las puertas; Oswaldo Calisto Rivera Cachibache (Quito, 1979-2000); Juan Carlos Astudillo (Cuenca, 1979); Luis Alberto Bravo (Milagro, 1979); Johanna López Santos (Quito, 1979); Carlos Luis Ortiz (Alausí, 1979); Rocío Soria (Quito, 1979); Alexis Cuzme (Manta, 1980); María de los Ángeles Martínez (Cuenca, 1980); César Eduardo Galarza (Guayaquil, 1981); Santiago Vizcaíno (Quito, 1982); Fabián Darío Mosquera (Urabá-Colombia, 1983); Dina Bellrham (Milagro, 1984-Guayaquil, 2011); Wladimir Zambrano (Guayaquil, 1984) ; Andrea Samaniego (Quito, 1985); Víctor Vimos (Riobamba, 1985); Yuliana Marcillo (Chone, 1987); Sonia Montenegro (Tulcán, 1988).

martes, 14 de febrero de 2012

Incensario de amor



Escupir sobre el amor, en nuestros días, es cosa fácil para solitarios, abandonados, utilizados, patitos feos y toda la gallada resentida de no lograr sostenerse en una relación estable. Es cierto, más allá del amor, están los días donde todo sentimiento muta a ese monstruo desfigurado llamado sentimentalismo, donde la concentración de ositos Teddy, bombones, flores, serenatas y cantidades de promesas derramándose en habitaciones, conforman un todo abominable.

Y sí, nunca falta la poesía de aquellos autores entregados a la causa amorosa; de sentirse ligados a un sentimiento compartido. Pero escribir poesía de amor no es simplemente una transcripción de la realidad, no cuando tanta emotividad sepulta el trabajo con las palabras: las mejores figuras para que el amor posea fuerza, melodía y convicción.

En este escenario rojo, de corazones flechados, de manos enlazadas, de besos irrefrenables y ojos llorosos, aparece Incensario (2012) de Diego Rojas Arias (Pasaje, 1986). Un poemario inocente, apabullado por el sentimiento, por el mostrar, y con orgullo, que persisten los poetas creyentes en el amor.

Por ello la voz poética va contra todo, aflorando y moviéndose en puro y decidió amor (y debo decir que desde ahora es imposible no dejar de escribir esta palabra), sin posturas, sin ismos acompañando su decir. Lo suyo es un canto irrefrenable a lo emotivo, creado y aferrado desde lo vivencial:

“Es descubrir el color de tu pureza
en la transparente piel de los cristales,
es mirar tu rostro en cada gente,
es percibir tu aroma en toda brisa”
(Amarte a ti, p. 13)

“Por los caminos de tu piel
mis caricias van andando”
(Para tus ojos negros, p. 18)

No se niega amante-sufrido y amante-complacido, y en esta aceptación persiste la convicción por mantenerse ligado al sentimiento:

“Quisiera decirte cualquier cosa,
menos que te amo,
mi boca ya tiene miedo
de pronunciar tu nombre”
(El castigo, p. 28)

“(…) y voy a pelear
en todas las batallas
que sean necesarias
para defender
el reino de tu amor”
(Algarabía, p. 14)

“te amo tanto que hasta a veces creo
que tantísimo amor es imposible”
(Serenata, p. 17)

Y es que este Incensario agrupa (como bien lo advierte su autor) poemas primerizos, donde la veneración a lo femenino es una causa:

“Dentro de ti hay un océano de agua mineral.
Fuera de ti existe una selva de sonidos azules.
Tu sudor es el vino que me resucita.
Tu nombre es una mezcla de humedad
y de silencio”
(Pequeña canción en luna mayor, p. 21)

Aquí autor y voz poética son uno mismo; aquí amor, dolor, contemplación y deleite son una sola masa, que engulle:

“También te aman mis ganas de no amarte”
(El amor por sobre todas las cosas, p. 12)

“Llena los recipientes vacíos de mi memoria
con el líquido púrpura de tus recuerdos”
(Ámame, amor, p. 32)

“Ya no tengo ojos
porque se me perdieron en los tuyos”
(Pequeña canción para enamorarte, p. 39)

Muchas cosas le faltan a esta primera obra para denotar un compromiso del autor con la poesía, aún demandan mayor trabajo los versos, alejarse de los lugares comunes, de ese lamento adolescente por el que muchos poetas iniciados atraviesan, pero no se le puede negar que la entrega existe, y este es un gran indicio para la obra posterior de Diego Rojas.

lunes, 13 de febrero de 2012

Carla Badillo Coronado: “La poesía es un asunto de valientes”

Carla frente a mural en las calles de Quito (2011). Foto de Tarik Nuñez.



El año pasado el Ecuador recibió una grata noticia: Carla Badillo Coronado (Quito, 1985) poeta, narradora, periodista, bloguera, traductora, viajera y bailarina de danza tradicional, recibía el Premio Nacional de Poesía “César Dávila Andrade”, uno de los más prestigiosos del país, con su poemario Partituras Incompletas (apuntes de música y otras obsesiones).
A excusa de este antecedente, contactamos, fallidamente, a la autora mientras se encontraba recorriendo parte de Estados Unidos, ahora, nuevamente en su país, retomamos el contacto. El resultado ha sido un interesante diálogo donde las obsesiones, las rutas de viaje y las líneas de trabajo, denotan a una autora viviendo al cien por ciento la creación literaria, la única creación a la que se puede tener fe.

¿En qué momento aparece la Carla Badillo Coronado poeta, bailarina, documentalista, viajera y lectora compulsiva?
No hay un punto específico de quiebre, todo en mí ha sido siempre fragmentos, cúmulos, mutaciones. Creo firmemente que uno nace con una vocación, lo demás se va formando en el camino. En poesía, por ejemplo, de pequeña las palabras me parecían un juego, una aventura. Hoy lo siguen siendo, con la diferencia de que mis contrincantes son titánicos: la Memoria, el Tiempo, entre otros monstruos personales. Pero en general, mi apego por la poesía nace de la belleza, es decir del dolor, porque todo lo bello duele.

En cuanto a la danza empecé con ballet clásico a los 3 años y medio, bailé durante mi niñez y parte de mi adolescencia, luego pasé a la danza árabe, y desde hace varios años formo parte del grupo independiente de danza tradicional TULLPUCUNA (en quichua: colores), una experiencia bellísima porque además bailo con mi madre, con quien he compartido escenarios dentro y fuera del país.

Los viajes, en cambio, son para mí un sino, una necesidad de moverme constantemente de realidad a otra. ¿Pero qué es la realidad? me pregunto, entonces salgo en búsqueda de esa y otras tantas respuestas, aunque siempre acabe regresando con más preguntas de las que empecé. Ese círculo vicioso ha llevado a mi corazón errante a cruzar todo tipo de escenarios, desde la selva de los shuaras y de los kichwas hasta el desierto de Sonora, en Arizona; a recorrer España de sur a norte para luego saltarme a Portugal, Italia y Francia; a sobrevolar el Gran Cañón en helicóptero o a embarcarme, junto a Mark, mi compañero, casi 40 horas en un tren, de San Francisco a Colorado, atravesando ríos, desiertos y nevados, llegando a lugares no planeados como la primera taberna en Denver donde Neal Cassady solía escribir sus cartas a Jack Kerouac o a la cima de Lookout Mountain donde yace la tumba del legendario Buffalo Bill.

¿Qué tan difícil ha sido publicar tu obra en tu país?
En mi caso no ha sido difícil por una sola razón: nunca he publicado en mi país. Es decir, hasta antes del Premio Nacional de Poesía no había ni siquiera intentado publicar, por lo que no podría dar un balance real. No es que no hubiese querido publicar, lo que no quería era apresurarme. Y, paradójicamente, mientras aquí seguía trabajando silenciosamente en mis textos, afuera me pedían colaboraciones para publicaciones en revistas literarias o antologías de Estados Unidos, Italia o España, conexiones que por lo general se daban a través de mis viajes o de mi blog, por lo que tengo varias publicaciones colectivas y un poemario bilingüe: Belongings / Pertenencias, una edición muy bonita con traducciones del reconocido poeta Jack Hirschman y la portada a cargo de la pintora Agnetha Falk, que salió en California a propósito del Festival Internacional de Poesía en San Francisco, en 2009. Ahora, con el Premio Nacional “César Dávila Andrade”, espero que Partituras Incompletas (apuntes de música y otras obsesiones), vea la luz dentro de poco.


Carla en San Francisco (2011) por Mark Álvarez.


¿Cómo es tu relación con las casas editoras y editores de Ecuador?

Nula, en realidad no tengo relación con ninguna. Como te comentaba, hasta antes del Premio nunca intenté publicar. Así que desconozco como es todo el movimiento editorial ecuatoriano (condiciones, distribución, etc.) Sin embargo, debo destacar el surgimiento de nuevas editoriales independientes, de las que he visto con entusiasmo nuevas propuestas, dando importancia a la calidad de la publicación y a la obra en sí, más que al rédito que esta pueda generar. Cito, por ejemplo, el caso de Editorial Doble Rostro, en Quito, y algunas cartoneras como Matapalo (en Riobamba) y Camareta en Guayaquil.

¿Cuál es tu apreciación de la actual poesía ecuatoriana?
Mi proceso como lectora y escritora ha sido más bien solitario y autodidacta, por lo que no estoy muy al tanto de algunos escritores o grupos poéticos que han surgido en los últimos tiempos. Sin embargo, a pesar de ese margen, he tenido la suerte de encontrarme con voces potentes, cuyas propuestas resultan sumamente interesantes. Siempre he admirado a todo escritor que arriesga. Kafka decía: “Si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo?” Estoy de acuerdo. Creo que la poesía -y la literatura en general- es un asunto de valientes, y afortunadamente veo que en Ecuador estamos viviendo un momento de nuevas poéticas. Hay que lanzarse sin miedo a jugar con la palabra, de eso se trata.

¿Será cierto que los grupos literarios han creado nichos herméticos y especies de hordas donde fuera de ellos no existe nada?
Nunca he sido parte de ningún grupo literario. No los critico, pero simplemente no ha sido mi opción, por lo que no podría hablarte “desde adentro”. Sin embargo, sí he sido testigo de los maniqueísmos, fundamentalismos, egoísmos, y demás ismos que pueden existir al interior de ellos o, en su defecto, con otros colectivos. Casi como si fuesen religión. Y yo, precisamente huyo, de todo lo que huela a dogma o religión. Pero bueno, en esto que llaman el ‘mundillo literario’, los chismes de vecindario se dan a todo nivel, sean o no sean parte de un grupo, y precisamente esa malicia es lo que asquea. Hay escritores que se dedican más a chismear que a escribir, y entonces ¿en qué quedamos?

¿Qué tal te ha ido en los encuentros poéticos, tanto a nivel nacional como internacional?
Para no haber contado con obras publicadas en el país, me ha ido bien. He participado en un par de eventos culturales aquí, y he sido invitada a varios de gran prestigio en el exterior como el Salón del Libro Iberoamericano de Huelva (2008), The Hispanic Heritage Festival (Universidad de Nevada, Las Vegas, 2009), y el Festival Internacional de Poesía en San Francisco (2009).

¿Cuánto ayuda el estar incluida en una muestra poética, sobre todo si esta logra salir del país o si es editada fuera de él?
Ayuda mucho, pero más ayuda saber escribir. Por más que una antología esté publicada en la Cochinchina, si el texto no es bueno, en algún momento caerá. Nunca hay que subestimar al lector.

¿Crees en los concursos literarios? ¿Cómo recibiste la noticia de haber ganado el César Dávila Andrade? Y ¿qué tanto ayuda este premio a tu trayectoria literaria?
La noticia me sorprendió mucho. En mi caso, más que creer o no en los concursos literarios, era una cuestión de ajustar tiempos. Confieso que soy caótica en mi escritura, acumulo versos, citas, espasmos, crónicas, desvaríos, en hojas sueltas, en máquinas sin respaldo, en servilletas manchadas de whisky o de café, y en diarios que a veces pierdo, por lo que este fue el pretexto para plantearme más organización y compromiso con mi escritura. Era la primera vez que enviaba mis poemas a un concurso, 'arriesgándome', además, al que creo el certamen más prestigioso del país en este género, y por lo tanto sabía, de antemano, que la posibilidad de perder era mayor. Pero me lancé, y gané. Recuerdo que entregué mi manuscrito el último día, apenas una hora antes de que se cerrara el plazo. Sin embargo, más allá del premio, que desde luego me place y me honra (porque además lleva el nombre de un gran poeta al que admiro), está la satisfacción de haberme obligado a mí misma a cerrar una etapa pendiente, y a trabajar a diario, con mucho más ahínco, en mi obra. Por otro lado, soy la primera mujer en recibir este célebre premio, y la más joven, lo que desde luego es un estímulo. Sin embargo, creo firmemente que más allá de cualquier género, edad o nacionalidad está la buena o mala poesía. O mejor aún: es poesía o no lo es.

¿Cuánto tiempo te tomó escribir y corregir tu poemario Partituras Incompletas (apuntes de música y otras obsesiones)? Y, desde una autocrítica, ¿qué propones en tu obra?
Es difícil poner un tiempo exacto porque siempre iba y venía de San Francisco, que fue donde escribí el noventa por ciento del poemario. Además, el libro incluye poemas de hace 3 años, así como poemas escritos 3 días antes de que lo enviara al concurso. Pero todos con un hilo conceptual muy claro. Emily Dickinson decía: "Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía". Estoy de acuerdo. Y quizá eso es lo que he intentado transmitir con este poemario, en el que la música lo constituye de principio a fin, bajo la estructura de una sinfonía demencial, empezando por el tiempo y acabando en el silencio, y cuyas partituras incompletas anuncian, una a una, muchas de mis obsesiones, sin las cuales, desde luego, esta obra no existiría.

¿En qué trabajas actualmente?
En mi libro de viajes por diversos escenarios de Estados Unidos y Europa, en otros dos poemarios, en el bosquejo de una novela, en la traducción de dos libros del inglés al español: “Thongs” de Alexander Trocchi y“The Walk (notes on a romantic image)” de Jeffrey C. Robinson y en la preparación de un par de lecturas que daré en la Universidad Politécnica de Valencia, en España, en un par de meses. Mantengo, además, mi bitácora personal.

martes, 7 de febrero de 2012

Amor escupido (recital poético)


El 10 de febrero, a las 18:00, en el auditórium Héctor Uscocovich Balda, de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FACCO), se realizará el evento literario 'Amor Escupido' poemas de no amor y cuentos sin finales felices.

Los poetas Ernesto Intriago, Yuliana Marcillo, Alexis Cuzme y la narradora Diana Zavala compartirán sus creaciones con el público. Además de cohabitar en el territorio de la literatura, ellos tienen en común haber egresado de la FACCO - de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.

Las voces
Alexis Cuzme (Manta - 1980). Administrador del blog literario Ciudad Hecatombe. Ha publicado los poemarios Complot ante el silencio, Club de los premuertos, Bloody city y Cúmulo Sanguinolento.
Ernesto Intriago (Manta -1986). Autor de Gimen de Amor los muertos y Dedicadencia.
Yuliana Marcillo (Chone -1987) Coeditora del diario La Marea, autora de No debería haber mujeres buenas.
Diana Zavala (Jipijapa 1983), periodista freelancer, colabora para Dinediciones. Autora de Carne Tierna y otros platos.

En el evento se venderán los libros con descuentos.

Día: viernes 10 de febrero de 2012
Hora: 18H00
Lugar: Auditorio de la facultad Ciencias de la Comunicación - ULEAM
Manta