Premonición a las puertas
Reciente poesía ecuatoriana
(Autores nacidos a partir de 1979)
Estudio, selección y recopilación:
Freddy Ayala Plazarte
Reciente poesía ecuatoriana
(Autores nacidos a partir de 1979)
Estudio, selección y recopilación:
Freddy Ayala Plazarte
Por: Raúl Serrano Sánchez
ESTA ANTOLOGÍA, entre otras de sus razones de ser, está la de poner al alcance de los lectores y lectoras lo que son y representan las diversas visiones poéticas de aquellos autores ecuatorianos nacidos a partir de 1979; por tanto, se trata de autores que se han movido en las arenas sospechosas de los escenarios virtuales del siglo XXI.
En su armado, el antólogo y poeta Freddy Ayala Plazarte, ha privilegiado, así lo declara en el texto de apertura, a más de la calidad de los poemas, el que éstos pongan en diálogo, establezcan una serie de contactos y nexos en los que su riqueza simbólica, a la vez, sea evidencia de lo que representan los diversos “lugares de origen” de cada uno de los antologados, y la condición de pluralidad del tiempo y espacio que habitan. De ahí que este libro, con sus particularidades, se sume a los varios y variados textos plurales que se publicaron desde finales del siglo XX e inicios del XXI. Libros que, en unos casos, se planteaban como el anuncio o advertencia de ciertos grupos, más que generaciones, en los que los textos eran un manifiesto político, reformulando el juego y la práctica de las vanguardias de los años 20 del siglo pasado y de quienes vinieron luego.
PREMONICIÓN A LAS PUERTAS supera, también, la noción volátil, siempre difusa, de lo que en determinado momento se dio en llamar “novísima poesía”, olvidando que tan novísimo sigue siendo Vallejo, Villaurrutia como Hugo Mayo. De ahí que resulte más sensato para el antólogo definir esta selección como “reciente”, que apuesta y asume el albur de la transición y los desafíos de la ruptura. Pues, lo sabemos, la gran poesía siempre será “reciente”, esto es que en sus diversas estrategias expresivas comienza y recomienza sin concesiones; aventura en la que atenta contra lo hegemónico y sus trampas. Además, el tiempo de su desciframiento gozoso, que no excluye la ceremonia del dolor, está al margen de todo calendario o argumentos extratextuales.
Los 17 autores escogidos, entre mujeres y hombres, nos dan las claves de lo que significan aquellos temas y asuntos que siempre serán una constante, desde la experiencia y el descrédito de su realidad cotidiana, en la escritura poética: el sujeto inmerso en la tramoya del padecimiento urbano, el amor y sus cenizas que enceguecen, esclavizan y liberan, pero que también mata; la fe de los postmodernos que no se funda en la búsqueda de lo divino, sino en la legitimación de toda forma de alucinación y redescubrimiento del cuerpo y los paraísos gaseosos del deseo y el placer; búsqueda que está atravesada por las sombras despiadadas de la muerte que se convierte en un sicario de múltiples máscaras y promesas. Pero también están los fantasmas que nos devuelven a las aguas nada mansas de la memoria individual y colectiva, por donde se cuelan aquellas voces que dan cuenta de los orígenes heterogéneos de estos discursos, así como de sus diversos y ricos mecanismos expresivos.
Una antología que despertará –esperamos que así sea– múltiples acercamientos y debates, y de la que se dirá, es justo y necesario, que no están “todos los que son”. Aunque los que están, desde el desafío verbal, demostrarán por qué son y porque están entre estas páginas en las que sus premoniciones son el códice de un tiempo en el que todo se muestra como un laberinto en llamas.
Autores que constan en el libro Premonición a las puertas; Oswaldo Calisto Rivera Cachibache (Quito, 1979-2000); Juan Carlos Astudillo (Cuenca, 1979); Luis Alberto Bravo (Milagro, 1979); Johanna López Santos (Quito, 1979); Carlos Luis Ortiz (Alausí, 1979); Rocío Soria (Quito, 1979); Alexis Cuzme (Manta, 1980); María de los Ángeles Martínez (Cuenca, 1980); César Eduardo Galarza (Guayaquil, 1981); Santiago Vizcaíno (Quito, 1982); Fabián Darío Mosquera (Urabá-Colombia, 1983); Dina Bellrham (Milagro, 1984-Guayaquil, 2011); Wladimir Zambrano (Guayaquil, 1984) ; Andrea Samaniego (Quito, 1985); Víctor Vimos (Riobamba, 1985); Yuliana Marcillo (Chone, 1987); Sonia Montenegro (Tulcán, 1988).
En su armado, el antólogo y poeta Freddy Ayala Plazarte, ha privilegiado, así lo declara en el texto de apertura, a más de la calidad de los poemas, el que éstos pongan en diálogo, establezcan una serie de contactos y nexos en los que su riqueza simbólica, a la vez, sea evidencia de lo que representan los diversos “lugares de origen” de cada uno de los antologados, y la condición de pluralidad del tiempo y espacio que habitan. De ahí que este libro, con sus particularidades, se sume a los varios y variados textos plurales que se publicaron desde finales del siglo XX e inicios del XXI. Libros que, en unos casos, se planteaban como el anuncio o advertencia de ciertos grupos, más que generaciones, en los que los textos eran un manifiesto político, reformulando el juego y la práctica de las vanguardias de los años 20 del siglo pasado y de quienes vinieron luego.
PREMONICIÓN A LAS PUERTAS supera, también, la noción volátil, siempre difusa, de lo que en determinado momento se dio en llamar “novísima poesía”, olvidando que tan novísimo sigue siendo Vallejo, Villaurrutia como Hugo Mayo. De ahí que resulte más sensato para el antólogo definir esta selección como “reciente”, que apuesta y asume el albur de la transición y los desafíos de la ruptura. Pues, lo sabemos, la gran poesía siempre será “reciente”, esto es que en sus diversas estrategias expresivas comienza y recomienza sin concesiones; aventura en la que atenta contra lo hegemónico y sus trampas. Además, el tiempo de su desciframiento gozoso, que no excluye la ceremonia del dolor, está al margen de todo calendario o argumentos extratextuales.
Los 17 autores escogidos, entre mujeres y hombres, nos dan las claves de lo que significan aquellos temas y asuntos que siempre serán una constante, desde la experiencia y el descrédito de su realidad cotidiana, en la escritura poética: el sujeto inmerso en la tramoya del padecimiento urbano, el amor y sus cenizas que enceguecen, esclavizan y liberan, pero que también mata; la fe de los postmodernos que no se funda en la búsqueda de lo divino, sino en la legitimación de toda forma de alucinación y redescubrimiento del cuerpo y los paraísos gaseosos del deseo y el placer; búsqueda que está atravesada por las sombras despiadadas de la muerte que se convierte en un sicario de múltiples máscaras y promesas. Pero también están los fantasmas que nos devuelven a las aguas nada mansas de la memoria individual y colectiva, por donde se cuelan aquellas voces que dan cuenta de los orígenes heterogéneos de estos discursos, así como de sus diversos y ricos mecanismos expresivos.
Una antología que despertará –esperamos que así sea– múltiples acercamientos y debates, y de la que se dirá, es justo y necesario, que no están “todos los que son”. Aunque los que están, desde el desafío verbal, demostrarán por qué son y porque están entre estas páginas en las que sus premoniciones son el códice de un tiempo en el que todo se muestra como un laberinto en llamas.
Autores que constan en el libro Premonición a las puertas; Oswaldo Calisto Rivera Cachibache (Quito, 1979-2000); Juan Carlos Astudillo (Cuenca, 1979); Luis Alberto Bravo (Milagro, 1979); Johanna López Santos (Quito, 1979); Carlos Luis Ortiz (Alausí, 1979); Rocío Soria (Quito, 1979); Alexis Cuzme (Manta, 1980); María de los Ángeles Martínez (Cuenca, 1980); César Eduardo Galarza (Guayaquil, 1981); Santiago Vizcaíno (Quito, 1982); Fabián Darío Mosquera (Urabá-Colombia, 1983); Dina Bellrham (Milagro, 1984-Guayaquil, 2011); Wladimir Zambrano (Guayaquil, 1984) ; Andrea Samaniego (Quito, 1985); Víctor Vimos (Riobamba, 1985); Yuliana Marcillo (Chone, 1987); Sonia Montenegro (Tulcán, 1988).
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