miércoles, 23 de marzo de 2011

Kitu palimpsesto






Kitu palimpsesto (Drugos de la naranja, 2009) de Diego Velasco Andrade es un poemario que nos traslada en su primera parte -KITWA- a un recorrido elegiaco a lo ancestral, donde elementos naturales, personajes y lenguaje conforman la parte sustancial de reconocimiento y pertenencia desde el espacio geográfico y cultural. Allí, en esta valoración, la voz lírica se asume como cronista:

Quitumbe

Tumbe partió
en la Edad de las Sequías
a morar en los verdes destellos
de una piedra

De allí descendió como de un rayo
el poderoso Quitumbe
para remontar los altos conos
de la cordillera
en donde se hallaba congelada
la luz de las constelaciones.

Guiado por los destellos del sol
sobre el metal de los cerros
Quitumbe divisó una montaña
una suave planicie cerca de las nubes:

KI-TO:
tierra sagrada del medio

Allí depositó el Espíritu
de la Gran Esmeralda
del misterioso
Reino de los Colibríes.

El Quito antilírico (nombre de la segunda parte, tan significativa y transgresiva) es donde el Velasco más conocido asoma y se explaya. La voz lírica nos ofrece una versión menos glamorosa de Quito: conquista, sometimiento, rebeldía, y joda, mucha joda intrincada desde los versos corrosivos y trabajados desde un humor que escarba más allá de la carcajada, y que nos incita a cuestionarnos la historia oficial:

QUITO a media LUZ DE AMÉRICA
Madrugada quiteña
en casa de manuela
mil ochocientos nueve
los próceres planean nuestra dependencia

Juan
Pío
Montúfar marqués de selva
alegre no dice ni pío
hasta que sube tambaleante a una mesa
y a voz en cuello proclama:

LOS ABAJO FIRMANTES
MARQUES DE SOLANDA
MARQUES DE SELVA
FLORIDA
MARQUES DE SAN JOSÉ
MARQUES DE SELVA
ALEGRE
MARQUES DE VILLA ORELLANA
MARQUES DE MIRA
FLORES
OBISPO CUEROY
CAICEDO MANUELA CAÑIZARES Y DEMÁS
PATRIOTAS EN ESTA PARTE DEL POEMA
DECLARAMOS
QUE HARTOS DE TANTO PAPELEO CON
LA CORONA
HEMOS RESUELTO CONFORMAR NUESTRA
JUNTA
SOBERANA QUE DESDE AHORA GOBERNARÁ
LA AMADA
AUDICIENCIA ANTE LAS PREOCUPANTES
AMENAZAS DEL POPULACHO
Y ADEMÁS PORQUE ¡VAYA! NO NOS
CONFORMAMOS
CON LA MITAD DEL PASTEL
dado en Quito
la madrugada del 10 de agosto
de 1809 ¡HIC!

Cesa la proclama y a la brevedad propone
Al glorioso ejército arribafirmante
Marchar ahoramismo a destinar al conde
Manuel Urríes de tan rentable ministerio…

¡TUM!
¡TUM!

¿Quién es?
¿La vieja Inés?

La junta SOBerAna de QuITO
que exige al conde Harina de Castilla
recoja sus tereques
y vuelva con su música a la matrópoli…¡HIP!

y,
¿cuándo estalla el primer grito
de la independencia?

En este poema solo estalla
el primer grito
del obispo cuero y caicedo
en la recámara de manuelita.

Este documento no oficial, surgido desde la negrura de un humor descomprometido con cuanto oficialismo esté en su ruta, cumple un rol de chivo expiatorio: ser el culpable, al que le vuelen la cabeza por transgresor, pero también el de convertirse en punto aparte, en la diferencia menos ejemplar (para algunos) y demasiado ejemplar (para muchos) de lo que la poesía puede y logra.

Finalmente en Quito Patrimonio, tercera y última parte del poemario, la urbanidad ante todo, la ciudad, sus manías y secretos a voces asumen el protagonismo total:

INSTATÁNEAS DE PENAL

En domingo
cualquier lugar de la jaula es bueno
para rendir fidelidad aun tamugo
o a las piernas absortas
de una dama de rojo.

De estos rostros
destapados en domingo
nadie sabe más que “el combo”
que vocea papas con ají
desde una esquina de la vieja casa.

Los celadores
aguzan el chaleco
ante cualquier disloque carcelario
y corren nómina:

Kleber detonó su colmenar
el día del torturado
el “pikas” pagó con un cheque vencido
las gestiones de su tinterillo
“ñato Freddy” arriesgó su trópico
de ases
en una filuda callejuela

“loca curvilínea” el cocinero negro
prostituyó sus posaderas
con el capo del bloque A…

¿quién asignó a este edificio
la virtud de reunir
tanta respiración apretujada?

Debo volver
a revelar con rigor de fotógrafo de parque

estas mis “instantáneas”.

Diego Velasco Andrade (Quito, 1958) ha logrado, más allá de esta acertada obra dentro de la lírica ecuatoriana, guiar a muchas de las actuales voces poéticas y narrativas del país, ha asumido con valentía y compromiso el rol de dirigir talleres literarios, y esto para un escritor (sin egoísmos de por medio entorpeciéndolo todo) es un motivo suficiente para su debido reconocimiento.