Fernando
Macías Pinargote es un escritor que con cada nueva obra no pasa desapercibido
en el contexto literario manabita. Periodista de amplia trayectoria, cronista a
tiempo completo, poeta reconocido desde la década del setenta y ahora
incursionando en el género del cuento.
Las
publicaciones de sus libros suscitan el interés masivo de lectores: una legión de
seguidores que con los años va creciendo, tal vez por los temas diversos y costumbristas
que dan cuenta de un Manabí que intenta sobrevivir más allá de la violencia e
inseguridad que mancha.
A
propósito de su más reciente obra titulada “Porsiacaso Meolvide”, lo
visité en su casa —en su natal Portoviejo, aquella ciudad protagonista de
varios de sus libros— para dialogar en torno a su nuevo libro, los temas que
aborda y las motivaciones de fondo.
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Portoviejo es un escenario recurrente en la obra de Macías Pinargote. |
Fernando
¿en su rol de escritor le ha sido fácil moverse en distintos géneros literarios?
No
fácil, porque nada es fácil. Sin embargo, me ayudó mucho el hecho de que desde
muy joven practiqué todas las áreas del periodismo, entre ellas la de las
crónicas. Comenté sucesos, describí escenas y escribí poemas, eso fue
fundamental para tener abierta las puertas a las diferentes opciones de la
literatura.
¿Entonces
ahí surge el germen de incursionar en el relato?
Desde
que escribí crónicas. Describir hechos de una provincia tan apasionante como
Manabí, fue fundamental. Hay cosas sobre Manabí que parecen ser parte de una
novela de realismo mágico, pero que sencillamente son realidades.
Por
eso es por lo que “Porsiacaso Meolvide” es un título bastante sobresaliente
para una colección de historias ¿solo posible desde Manabí?
En
el título del libro encontramos dos opciones. O el lector presupone que se
trata de un personaje que representa una costumbre extraña de algún sector de
la provincia de bautizar a sus hijos con nombres extravagantes, o se trata de
una forma de recordarnos que esta región es rica en temas y que es necesario
contarlos antes de que el olvido llegue. Ambas opciones son válidas, pero más
la segunda, porque en esta región, según expresaba un recordado amigo, a donde
usted mira hay un tema para contar, y porque la primera ya no existe, por una
disposición del registro civil de no aceptar que los hijos se inscriban con
nombres raros.
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El autor, su obra y de fondo un espacio de su ciudad. |
Así
¿Podría decirse que el libro “Porsiacaso Meolvide” (por el paisaje y algunos de
los personajes) es un homenaje a Manabí?
Correcto,
en el trasfondo de algunas historias aparece Manabí en primer plano, lo cual
nos recuerda que podemos describir lo local dándole universalidad.
Se
dice que el narrador es por antonomasia un fabulador a tiempo completo ¿es lo
que se puede encontrar en sus historias?
Creo
que mis relatos cuentan realidades y trazan escenarios fantásticos, es decir
son duales. Dicen que la fantasía y la realidad se funden en algún momento de
la narración. A veces corresponde al lector determinarlo.
Y
en este contexto ¿Cómo se siente más cómodo, escribiendo historias de corte
realista o fantástico?
En
ambas, porque tanto lo real como lo imaginario forman parte de la naturaleza
humana.
Por
otro lado, el pasado, la niñez y juventud, son recurrentes en sus historias
¿por qué?
Porque
son etapas de la vida que marcan a cualquiera. Y porque en las narraciones
suelen recrearse y volver. La literatura nos permite eso: apelar a la memoria
para convertir lo lineal en circular.
¿Qué
historias considera debió escribir e incorporar en el conjunto?
Quise
que en este libro se liberarán solo algunas historias (13) para permitir más
facilidad de lectura. A veces los libros gordos asustan de inicio, a veces se
los toma y se los deja. Digo, eso pienso. Pero concretando la respuesta: estoy
mejorando y corrigiendo varios cuentos que no aparecieron en "Porsiacaso...".
Y, aunque “Porsiacaso Meolvide” recién ha empezado su recorrido entre los lectores ¿qué otros proyectos literarios vienen después?
En general, creo que muchos autores que intentamos crear en serio, tenemos textos rezagados. Y, aun así, este año posiblemente aparezca un libro con crónicas, otro libro de relatos y un compendio de textos de opinión.
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