martes, 4 de noviembre de 2025

Ferias de libros en Manabí (1)


 

Las ferias de libros en Manabí tienen muchos problemas, partiendo de que no hay una agenda de actividades que sea atractiva al público y la constante recurrencia a espacios cerrados. Una problemática que pasa desapercibida para sus organizadores y continúa invisibilizando a obras y autores.

Se debe entender algo, una feria de libros no consiste únicamente en agrupar mesas con libros en un mismo espacio, invitar y reunir a la mayor cantidad de expositores (sean estos libreros, editores y escritores), amenizar la jornada con danza o cantantes…hay algo más que vuelve a una feria de libros una experiencia de disfrute para todos los participantes.

Partamos afirmando que las redes sociales no son suficientes para la actividad de promoción de un evento de esta naturaleza. Muchos de los organizadores se acostumbraron al anuncio desde sus cuentas oficiales y nada más, y en esta carencia informativa se va marcando una barrera con el posible público. Porque siempre será importante anunciar qué escritores, editoriales o artistas participan; qué actividades y para qué público se desarrollarán.

Porque una feria de libros debe tener una campaña de comunicación constante y anticipada a la fecha de realización. Semanas y hasta meses de trabajo previo que informen al público de los escritores participantes, de las novedades literarias a presentarse, de las posibilidades lúdicas o de entretenimiento para adultos mayores. Afiches en lugares estratégicos dentro de la urbe donde se desarrollará la feria, publicidad en redes sociales que posicione el evento y lo recuerde.

Existe bastante improvisación en el desarrollo de ferias de libros en Manabí. Importa más agrupar a la mayor cantidad de expositores con el único propósito de exhibir y tratar de comercializar sus productos que dar a conocer sus dinámicas dentro del campo editorial en el que se mueven.

Y en esta improvisación el resultado es siempre el mismo: pocos asistentes, eventos con público forzado (los estudiantes de unidades educativas algún día se revelarán y dejarán de ir) y una decepción que crece entre los expositores ante ferias de libros vacías.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Eric San Andrés: “Escribir es un acto de fe y fortaleza”


Eric San Andrés

Eric San Andrés es un escritor oriundo de Portoviejo (1997) que irrumpe este año con dos obras. A principios de 2025 su ópera prima Rostro al desafío lo puso en el mapa de los autores publicados en Manabí dando a conocerse no solo en su ciudad, también en otras aledañas. Su segunda obra Déjà Vu: Fragmentos que el corazón no calla denota un trabajo a medio camino entre el relato y el ensayo, que reafirma su interés por explorar temas autobiográficos.

Contactamos con él para conocer más de su trabajo como autor y los motivos para abordar los temas abordados de sus dos libros.

 

Eric ¿en qué momento te reconociste como escritor?

Comencé a escribir a los 17 años y con el tiempo entendí que escribir no era solo un pasatiempo, sino una forma de vida, un refugio. Ahí fue cuando me reconocí como escritor: cuando descubrí que a través de mis letras podía transformar el dolor en algo positivo y darle esperanza a quienes también estaban luchando con sus propias batallas.

 

¿Qué escritores y obras han marcado tu vida como lector y autor?

Durante la creación de Rostro al Desafío, obras como Más fuerte que la adversidad de Walter Riso y La última oportunidad de Carlos Cuauhtémoc Sánchez me enseñaron que las dificultades pueden convertirse en oportunidades de crecimiento, mientras que Hace falta una flor de Emilio Mazariegos y De mí para mí: La tormenta pasará y De mí para mí: Puedes con esto y más de Nacarid Portal y Chriss Braund me ayudaron a mirar hacia adentro y conectar con la sensibilidad que a veces callamos. Todos ellos me mostraron que escribir es un acto de fe y fortaleza, y me ayudaron a equilibrar al escritor que busca inspirar con el ser humano que sigue aprendiendo y reconstruyéndose a través de sus palabras.

artescritor, 2025


Los talleres literarios no crean escritores, pero dan herramientas para mejorar los procesos de escritura ¿cuál es tu experiencia en este terreno?

Creo firmemente que los talleres literarios no hacen a un escritor, pero sí ayudan a descubrir nuevas formas de mirar la escritura. En mi caso, mi aprendizaje ha sido profundamente vivencial: aprendí escribiendo, equivocándome, borrando párrafos enteros y volviendo a empezar. Con el tiempo comprendí el valor de recibir orientación y de abrirme a otros puntos de vista. Participar en espacios literarios, como el Taller de Escritura “Arte Escritor” del gestor cultural Verdi Loyola, y rodearme de personas que también aman escribir, me permitió pulir mi estilo y ganar confianza en lo que escribo. Ese taller me enseñó que no hay una forma “correcta” de narrar, sino una forma sincera, y eso es lo que busco en cada uno de mis libros: que cada palabra tenga verdad y que cada texto lleve un pedazo genuino de lo que soy y de lo que quiero transmitir.

 

Rostro al desafío es tu ópera prima ¿de dónde surge la necesidad de escribir y publicar esta obra?

Rostro al Desafío nació en uno de los momentos más difíciles de mi vida, de la necesidad de darle sentido al dolor y transformar la adversidad en inspiración. Convivir con la epilepsia, la depresión y la ansiedad me llevó a escribir desde la superación, no desde la victimización. Con el tiempo comprendí que mis palabras podían servir a otros que enfrentaban sus propias luchas. Publicarlo fue un acto de valentía y liberación, y cuando los lectores se sintieron identificados, entendí que todo había valido la pena: incluso en medio de las adversidades, siempre existe una manera de levantarse.

 

¿Cuál fue la recepción que tuvo tu primer libro?

La recepción de Rostro al Desafío fue muy especial y superó mis expectativas. Al ser una obra tan personal, escrita desde mis propias vivencias y heridas, sentí temor al publicarla, pero pronto descubrí que mis palabras conectaron con muchas personas. Recibí mensajes de lectores que se sintieron identificados, que encontraron en mi historia un mensaje de esperanza y fortaleza. Ese apoyo fue invaluable, porque entendí que mi libro no solo contaba mi historia, sino también la de muchos que luchan en silencio. Rostro al Desafío me abrió puertas, pero, sobre todo, me confirmó que escribir tiene sentido cuando tus palabras logran tocar el corazón de alguien más.


Cuerpodevoces, 2025



Déjà vu se titula tu segundo libro, y a diferencia de tu primera obra, hay una exploración generalizada sobre un tema universal y no personal ¿por qué?  

Déjà Vu: Fragmentos que el corazón no calla representa un cambio natural en mi escritura, porque mientras Rostro al Desafío nació de mis experiencias personales y de la necesidad de compartir mi proceso de superación, este segundo libro surge de la observación de sentimientos universales: el amor, el desamor y las emociones que todos vivimos en nuestras relaciones. Durante la pandemia comencé a bosquejar estos escritos sueltos, como una forma de procesar momentos difíciles, y con el tiempo se convirtieron en una obra que refleja la experiencia humana en general. Quise explorar cómo nos conectamos, cómo sentimos y cómo a veces callamos lo que el corazón grita, abordando temas que cualquiera puede reconocer y sentir desde su propia historia.

 

El amor y el desamor son temas interminables explayados desde perspectivas individuales ¿cuál es el aporte desde tu obra?

Mi obra Déjà Vu: Fragmentos que el corazón no calla aporta una mirada cercana y sincera sobre el amor y el desamor en el contexto de las relaciones de pareja. Cada texto explora las emociones que surgen al amar, al ilusionarse, al romperse o al reconciliarse, reflejando situaciones que muchos vivimos en lo cotidiano. El aporte de mi libro es mostrar cómo los sentimientos, a veces complejos y contradictorios, moldean nuestras relaciones y nos enseñan sobre nosotros mismos, invitando al lector a conectar con sus propias experiencias sentimentales de manera profunda y reflexiva.

 

Hasta ahora tu obra ha demostrado ser un híbrido entre la memoria, el ensayo y la narración ¿continuarás escribiendo en esta misma línea o incursionarás en otros géneros literarios?

Hasta ahora lo escrito me permite conectar lo personal con lo universal, transmitir emociones y reflexiones de manera auténtica, y acompañar al lector en un viaje íntimo. Sin embargo, no cierro la puerta a incursionar en otros géneros literarios; creo que cada historia y cada emoción piden una forma distinta de contarse. Mi objetivo seguirá siendo escribir desde la sinceridad y el corazón, pero estoy abierto a experimentar con nuevas voces, estilos y géneros que enriquezcan mi escritura y me permitan seguir explorando la complejidad de la experiencia humana.

 

Y finalmente ¿en qué otros proyectos literarios te encuentras en la actualidad?

Actualmente estoy desarrollando nuevos textos para Déjà Vu: Fragmentos que el corazón no calla, profundizando en las relaciones de pareja y en los sentimientos que a veces dejamos sin expresar, con la idea de construir una segunda colección o volumen. Al mismo tiempo, estoy pensando de a poco en una continuación de mi primer libro, Rostro al Desafío. Estos planes deseo desarrollar como proyectos para 2026. 



domingo, 5 de octubre de 2025

Libros para olvidar rápido


 

Las librerías en Manabí encontraron un nicho de subsistencia en obras de corte rosa: historias que hablan del amor recargadas de drama, de la soledad como enfermedad llevada al espectáculo, de la dependencia a drogas como parte de la “identidad”; personajes viviendo y muriendo en mansiones, viajando alrededor del mundo, comiendo en restaurantes exclusivos…

Esta camada de obras literarias es visible en casi todos los puestos de libreros y librerías que pululan en Manabí. Novelas de portadas con títulos directos, sin rodeos, anunciándole al lector de que el amor y desamor son el motor de muchas de ellas. Por aquí no hay sorpresa, solo la continuidad de un tema interminable que cada tanto varía de protagonistas.

¿Han recabado que muchos de los personajes de estas obras son amantes inolvidables? Hombres y mujeres que no temen a vivir como si fuera el último de sus días, que asimilan la vida como una carretera en la que deben ir a toda velocidad hasta estrellarse con todos los obstáculos posibles.

Hace poco hice un recorrido en algunas de estas librerías, mi objetivo era saber qué estaba sucediendo con la literatura manabita, pero no encontré nada, nada que me dijera como lector lo que ocurre en esta provincia, nada que delatara a la camada de nuevas voces y propuestas.

Muchos de los libreros ignoran lo que sucede con la producción local, no conocen a los autores de su provincia, no tienen un sensor para saber qué títulos son recientes y por eso para varios de ellos todo este territorio es extraño y lo extraño se repele.

Las librerías en Manabí, casi todas, tienen en su catálogo las mismas obras de corte rosa. Libros de moda y publicados por influencers. Libros tendencia que resuenan y constan en listas replicadas en redes sociales. Libros para leer y olvidar rápido.


lunes, 15 de septiembre de 2025

Venderse al mercado editorial


¿La literatura es tomada en serio? ¿Es necesario cada nuevo título publicado? ¿Se venden, leen y comentan las novedades literarias? ¿Cuántos autores crean a partir de tendencias impuestas por el mercado editorial?

Monk (desde el estereotipo del docente-escritor que se toma su trabajo literario en serio, tanto que sus libros se venden poco o no se venden, y quienes logran leerlo rara vez lo entienden) no quiere caer en la trampa que muchos de sus colegas se encuentran: sumando títulos a un mercado que se mueve por las modas, por los temas que los sellos editoriales y los medios de comunicación han empoderado. Pero cae. 


 


De eso va American Fiction (2023, Cord Jefferson) de acentuar la decadencia de un escritor tras venderse al mercado editorial, de aceptar a regañadientes que no se necesita de escritores genios concibiendo obras trascendentes, solo el interés de editores de grandes sellos y su “magia”.  

La película toma distancia de la novela, y quizás es lo que buscaba Percival Everett desde Erasure, al pretender ser una broma ante el mundillo literario, ante la mercantilización de temas de coyunturas. Una broma edulcorada pensada para la diversión de las masas. Una excusa más para resaltar que la industria editorial (y todos los actores alrededor) piensa en la literatura como perros calientes o hamburguesas: un producto sencillo, barato y masivo que sirva para hacer dinero.     


domingo, 7 de septiembre de 2025

La desconexión será el final


 

Uno de los personajes de la novela Culoflaco (inédita) de Marco Martínez está convencido que más temprano que tarde todo el mundo virtual que se conoce colapsará, que la música que los melómanos actuales poseen y consumen desde Spotify se borrará de sus cuentas y dispositivos; que las bibliotecas virtuales con miles de ebooks ya no estarán en sus kindles.

En este mundo de caos sin internet, sin apps, sin banca móvil, sin Amazon, sin Netflix, sin luz eléctrica…no podrán sobrevivir todos los nacidos en la era virtual; aquellos criados por una pantalla, toda esa legión acostumbrada a interactuar y comunicarse solo a través de redes sociales. Para ellos la desesperación de la desconexión será una muerte sufrible.



Y es que el terror moderno, es estar desconectado de la vida virtual donde se interactúa diariamente. Esa vida de redes sociales donde no decir qué se hace, con quién se está y dónde se está, es caer en una condición de fantasma.

¿Este sería el fin del mundo? Por lo menos para una gran parte de la población mundial sí. Hombres y mujeres pegados a una pantalla. Hombres y mujeres interactuando con otros similares, explorando todo a su alrededor, alimentando sus intereses muchas horas al día.

La vida de Chuck (2024, Mike Flanagan) se compone de tres partes, y es la primera que aborda el tema desde un terror que parece no afectar del todo a quienes nacieron y crecieron en una época pre virtual. Hombres y mujeres que conocieron la interacción real.

La película aborda otro tema, pero eso no interesa aquí, solo la destrucción de la virtualidad, con una radicalidad terrorífica que suena a advertencia.  


sábado, 16 de agosto de 2025

Fantasmagoría Staley o el testimonio de la soledad


Primero fue el caos

2019 fue un año significativo para mí: estar por primera vez en un quirófano (en una operación que no se la desearía ni a mis enemigos) y volverme padre por tercera ocasión. Dos eventos que desataron un clic interno donde la soledad y una fuga inminente parecían la única luz en la cual irradiar todo el caos del paisaje.

Entonces conducía un Suzuki rojo destartalado y aplastaba el acelerador más de lo recomendable. La carretera y yo en una lid que deseaba perder a toda costa. Así pasaría algunos meses con la idea oscura rumiando cada día, en una imagen destructiva que incluía un barranco y un auto achicharrado al final.

En esos días, en esos meses, supe que la fiesta fúnebre que clamaba exponerse tenía un camino seguro: una pantalla. Ahí empezó el boceto de lo que al final de ese mismo 2019 se llamaría Fantasmagoría Staley. Porque en esos meses me sentí un espectro que deambulaba en su hogar, una voz que no se oía a sí mismo.

La historia de muerte de Layne Staley, el vocalista de Alice in Chains; el tipo alejado de su banda y cuyo cuerpo encontraron en estado de descomposición en su departamento tras una sobredosis de heroína y cocaína, me sirvió de excusa para abordar un tema que en ese momento lo sentía fuerte, como una especie de aureola con la cual brillar en la oscuridad donde permanecía.

Al final de ese año, aún vivo, finalizaba la primera versión de un poemario que había fluido, que se escribió mientras el silencio en el hogar era perturbador y veía por el ventanal del departamento el alba y aún colillas humeantes testimoniando el desvelo constructivo del hogar de un fantasma.  

 

Un manuscrito dando tumbos

Los primeros meses de 2020, tal vez antes de que la pandemia nos volcara a situaciones de sobrevivencia, finalicé el poemario. Estaba encantado con el resultado, porque se trataba de una construcción unificada que abordaba el tema de algo que me perturbaba y que había logrado, en cierta forma, desterrar y trasladar a la poesía.

No tenía editorial a la cual enviarle la propuesta, así que lo envié a una convocatoria nacional. Deseaba que el poemario se publicara y el premio de ese concurso daba la posibilidad de ello. Sin embargo, la propuesta pasó desapercibida para el jurado de ese año. Luego de ello reescribí y agregué algunas páginas.

Al siguiente año un nuevo concurso llamó mi atención y volví a enviar mi poemario. Al igual que el concurso anterior no fue del interés de nadie. ¿Debía reescribir todo y volverlo digerible? ¿Hacer que la oscuridad que gobernaba la propuesta se transformara en algo rosa? Descarté cada idea descabellada.

 


La realidad de un libro

Habían pasado cuatro años y Fantasmagoría Staley continuaba inédito. Era 2023 y creía que el poemario nunca se publicaría, que cumpliría su designio fantasmagórico atrapado en un archivo de mi computadora y en el respaldo impreso en mi escritorio.

Ese mismo año encontré una nueva convocatoria para publicaciones inéditas. Ya no creía en ningún concurso y, sin embargo, envié la propuesta y me olvidé de toda ilusión anterior.  

Y una tarde, mientras me encontraba en el trabajo, mientras leía y corregía páginas ajenas, me llegó la felicitación de un amigo, por mi triunfo, que me lo merecía, que se alegraba por el reconocimiento... Sorprendido reconocí, minutos después, que mi poemario, luego de mucho tiempo, encontraría lectores. Que la Convocatoria Editorial del Gad Cuenca lo designaba como ganador en la categoría de poesía.  

 

La presentación

A cinco años de la escritura de Fantasmagoría Staley y a uno de su publicación, la primera presentación se realizará en Manta (pero primero se pensó en el marco de la Feria Internacional de Cuenca, que lamentablemente se canceló) y no puedo dejar de pensar en ello: en el reencuentro con el fantasma de 2019, un año que debió ser mejor.

 

Día: miércoles 27 de agosto de 2025

Lugar: Sala Mac

Hora: 19h00

Ciudad: Manta

Acompañan: Ana Rivera Solórzano (docente universitaria) y Xavier Soto (lector y melómano)

Acceso libre


domingo, 10 de agosto de 2025

Contemplación del abandono


 

La contemplación del abandono, ese mirar un horizonte donde el desierto es todo el paisaje, donde una voz impaciente sobre la arena ardiente clama por sí, por la ilusión que va achicharrando la esperanza de rescate que no llega, porque no se clama por ninguna.

Así, Evidencias del destierro (Ediciones del volcán, 2025) de Walter Jimbo, es un recorrido interno al clamor de un paisaje abrupto (compañía, deseo, lujuria), porque aquí, en este cúmulo de versos donde el mal tiene forma femenina, es la ilusión dañina a la que, contrariamente, se busca y llega con insistencia.

Este poemario es un acto masoquista y reiterativo en la obra poética de Jimbo; la seña particular que destaca su poesía.

lunes, 28 de julio de 2025

El recuerdo desfigurado



 

Entre 2020 y 2021 me dediqué a escribir lo que sería Demonios Quisquillosos (CCE, 2022), una colección de historias cortas que tenía a la música extrema como enlace. Un conjunto de situaciones donde los personajes intentan sobrevivir a ellos mismos y sus decisiones, casi siempre erradas.

Hace poco un lector me comentaba de su experiencia junto a esta obra y como el cuento titulado Secreto le recordaba en el inicio una historia que de niño también vio en un canal nacional. Pero él, fue más allá, buscó, halló y compartió la fuente noventera, una película de terror que a muchos impactó.

Lo curioso de todo esto es que tras casi treinta años de ver esta historia (hago cuentas de que quizás fue en el 93 o 94) mi recuerdo varió, es decir, al volver a la ficción audiovisual reconozco que algunos detalles cambiaron, que no era un dibujo el que delataba al protagonista y que una garra no acababa con su vida.

¿Qué me pasó? ¿Qué le pasó al recuerdo de la historia? No me lo explico, pero algo permaneció: la esencia de la historia, donde un hombre debe lidiar con un secreto que lo carcome, eso que guarda y que cada día pugna en llegar a una superficie que es su esposa y con ello la muerte.

La obra, no está demás decirlo, le pertenece a Stephen King (en ese tiempo aún no conocía su obra literaria). Una historia de terror escrita en sus mejores y más salvajes años.

Si en algún momento llegan al libro y al cuento mencionado, sabrán a que me refiero. Entenderán como los recuerdos, con los años, empiezan a desfigurarse de a poco, cambiando la forma, aunque manteniendo la esencia, tal vez, lo único importante.

domingo, 18 de mayo de 2025

El amor es una postura


 

¿Estar en pareja es estar de su lado en las buenas y en las malas? ¿Es comprometerse a fondo con las decisiones y posturas? ¿Es tomar partido, aunque este pueda ser radical? Nadie quiere esto (2024, Erin Foster) más allá de la historia de amor entre Noah y Joanne, de la diferencia cultural y religiosa que crea un abismo entre ellos, deja una lección a considerar: el compromiso de la dualidad.

En algún momento Joanne le dice a Noah que ella espera que su pareja reconozca como enemigos a sus enemigos, y que, si ella no mantiene ningún contacto con esa o esas personas reconocidas como tales, él porque la respeta (o debería hacerlo) debe estar de su lado y hacer lo mismo.

Esta posición no siempre ocurre, y quizás es el primer error de toda pareja: no reconocer la postura del compañero(a), negarse a un compromiso total incluso hasta en los peores momentos. ¿Por qué fomentar una enemistad con alguien que tal vez no se conoce? ¿Por qué invisibilizar a alguien a quien mi pareja ha marcado como intratable? Porque el amor es una postura, y uno elige estar del lado de quien ama.

sábado, 26 de abril de 2025

Las versiones que ignoramos


 

A veces, solo a veces, uno mira en retrospectiva las relaciones pasadas. El ayer como recordatorio de lo dicho y actuado. La vivencia como escenas de una historia donde nos reconocemos a penas. Imágenes de otras versiones de nosotros de las que casi siempre nos avergonzamos.

A eso nos remite Vidas pasadas (2023, Celine Song), una historia donde el amor es solo una idea más cercana al recuerdo, a un país, a una costumbre, al puente cultural alejado. Ese amor que con los años deja de importar, pero que habita en un rincón.

Esto porque la ciudad y cultura configuran la perspectiva de los individuos. Por eso Nora ve extraño el anhelo de Hae de casarse, tener hijos y quizás vivir apaciblemente en un país donde el sueño rosa (desde los doramas) parece multiplicarse para todos; donde el amor es un sentimiento casi incorruptible.

Y, aunque, el film nos recuerde que muchos amores de juventud sobreviven décadas, también nos demuestra que el pasado es mejor dejarlo enclaustrado, en el ayer donde otras motivaciones se impusieron, ahí, en ese limbo, donde cuesta reconocerse y muchas veces se contempla con rabia o resignación. Porque esas vidas que integran la juventud ya no existen.

sábado, 29 de marzo de 2025

La higiene que ignoramos


 

For Keeps? (1988, John G. Avildsen) no solo es la historia romántica y al borde del fracaso de dos adolescentes: Stan y Darcy; es también el retrato de las responsabilidades y la desesperación a una edad poco adecuada para la crianza y la independencia. Una película que fue el grito de una problemática norteamericana y que se replicaba en países como el nuestro.

Pero el film presenta un elemento que no tiene nada de romántico y que más bien lanza al abismo la idea de que el “amor lo soporta todo”, y que el “amor es lo único que importa en una relación”. Cuando los protagonistas, ya convertidos en padres, deciden vivir en un pequeño departamento de un solo espacio con una particularidad: el baño (el inodoro, la taza) queda en medio de la pequeña sala; ahí deben montar una carpa para lograr algo de privacidad.

El baño en la sala es solo uno de los muchos problemas que la relación de ellos presentará, pero este elemento: el inodoro, siendo un mueble en medio de todo, acentúa un tema que debería ser el interés de todos: la higiene.

Y es que un inodoro expulsando gérmenes en muchas de sus descargas, acentuando el mal olor en el espacio en el que se encuentra, acumulando papel alrededor (para los tradicionales) en tachos atestados…todo un escenario para que el amor empiece a diluirse.

Sumado a lo anterior la cultura antihigiénica que predomina en el ciudadano promedio: jamás lavarse las manos o hacerlo sin jabón (que vendría a ser lo mismo) y negándose a una limpieza más adecuada con lavado antes que una limpieza a media con papel.

El inodoro como el lugar de caos para arruinar todo amor naciente. y, aunque For Keeps? no va del tema tratado, ese momento, esa escena de Darcy enseñando una mano fuera de la carpa para anunciarle a Stan que está en el inodoro, y él denotando con su mueca el olor y desagrado del acto que sale del pequeño espacio, es solo uno de los múltiples problemas.  


miércoles, 5 de marzo de 2025

Eduardo Guevara Valencia: “Conocí al personaje principal en la realidad”

Eduardo Guevara Valencia, firmando un ejemplar de su novela.



Eduardo Guevara Valencia es un escritor que se mueve bajo perfil, que prefiere que su obra habla por él. Lo suyo ha sido y es la publicidad y el marketing, profesión que lo ha llevado a tener experiencias fuera de Ecuador, como vivir en Omán, país asiático donde trabajó y conoció al que sería el protagonista de su ópera prima: un Sultán cuya vida le resultó novelesca.

Residente en la parroquia Mindo, vislumbró la posibilidad de juntar dos mundos disímiles: Omán y Mindo, y creó un puente femenino: Melina, la aventurera protagonista de El Sultanato de Mindo, su primera novela que nace con paso firme.

Lo contacté a la distancia y mantuve un breve diálogo para conocer más de su obra y las motivaciones de fondo.

 

Eduardo ¿cuándo y por qué surge tu interés de escribir una novela?

Conocí al personaje principal en la realidad. En cuanto lo vi supe que era una persona muy especial y a medida que más conocía sobre él y la historia de su país, supe que era un personaje de novela. Años después lo junté a experiencias más actuales y de pronto la historia estaba clara en mi cabeza. Después sólo fue trabajar con las palabras.

 

¿Cuánto en la novela ha surgido desde la vivencia del autor?

Bastante. Lo que faltaba fue fácil imaginarlo.

 

Mindo, España, Omán son geografías disímiles entre sí, solo emparentadas por el recorrido de Melina ¿por qué?

Porque la condición humana es la misma. Las diferentes culturas y la geografía solo cambian la forma de expresar esa esencia.



(Cuerpodevoces, 2025)



Casi siempre las historias modernas se desarrollan en grandes ciudades ¿qué determinó que tu novela transcurra una buena parte en Mindo?

Mindo es una subcultura muy particular, sus valores, intereses, formas de vida provienen de la cultura dominante, pero acá se manifiestan exacerbadas, a veces primitivas. Y se desarrollan en un entorno natural, que sirve de escenografía dramática, dándole color y fuerza a las acciones cotidianas más simples.


Omán es un país árabe que puede resultar extraño para los lectores ¿por qué trasladar tu historia hacia allá?

Porque ahí nació la novela. Y quizás sea un atractivo diferenciador para el lector curioso y para aquellos de mente abierta.


Aunque no se trate en esencia de una novela política hay toda una lección de cómo funciona el poder tras el poder ¿qué buscaste al acentuar este tema en la trama?

Esa parte es tomada de la historia del país. Yo solo añadí algunas pinceladas literarias.


Traición, usurpación, crímenes sin resolver, pactos bajo la mesa… paralelismos del poder en Omán que se parecen a cualquier país suramericano ¿esta fue la intención?

Exactamente. Los hechos narrados y que tienen relación con tu pregunta, se repiten en casi todos los países dependientes. Es la historia conocida del despojo y el dominio económico y político. Casi siempre mediante la fuerza. 


La novela transcurre en una época anterior al teléfono celular y redes sociales ¿hubiera funcionado igual la historia en este tiempo?

Creo que no. La revolución de las comunicaciones en el siglo XXI cambió la forma de interrelacionarse entre los seres humanos. Ubicarla en aquel tiempo pasado le da un halo de nostalgia a la novela, quizás también algo de misterio.


La música es también un elemento importante dentro de la historia ¿a qué se debe el interés?

El arte es uno de los temas que explora la novela, en diversas expresiones. ¿Como no incluir la música? Sí, es una pasión compartida entre el protagonista y el autor.


¿Podría caber la posibilidad de una segunda novela acompañando a Melina y sus aventuras?

Estoy bregando por encontrar una nueva historia. No creo que Melina quiera volver. Ya hizo suficiente.


lunes, 3 de marzo de 2025

El sexo paga las facturas



 

El fracaso, casi siempre, llega de forma inesperada; una sorpresa para arruinar cada burbuja individual. De ahí la exposición a la realidad y sus encrucijadas. Porque tocar fondo es también perder la vergüenza para solicitar ayuda a quienes menos se esperaría acudir.

Y Mikey Saber es un fracasado. Poco interesa su historia como actor porno desempleado, las anécdotas con sus coestrellas, las horas de grabación, las escenas desarrolladas y los premios logrados. Lo que en verdad interesa es reconocer en él la representación del fracaso y su anhelo de extensión de su ruina.

Esta extensión decae en Strawberry, la joven (y aún menor de edad) que conoció en la tienda de donas. La joven que ha enamorado y que intenta integrar al mundo del porno, porque tiene “talento”, porque no se cohíbe ante la cámara, porque el amor que siente ella por él parece capaz y perfecto para decidirla a hacer carrera en este negocio.




Hay un individualismo corrosivo en el decir y actuar de Mikey, uno que va delatando a un tipo con poco o cero escrúpulos para entender el amor. Ese sentimiento que parece no conocer o que extirpó hace mucho en su vida, porque el sexo lo es todo: los cuerpos, sus acciones, la posibilidad del entretenimiento constante. Porque el sexo paga las facturas, el amor solo representa gasto.

Todo esto es Red Rocket (2021, Sean Baker). Un drama absurdo como la vida. Fragmentos de una vida condenada al fracaso. Con un actor porno dando tumbos en su propia desdicha. 

jueves, 20 de febrero de 2025

Ronald Intriago Holguín: “El poder enmascara una ideología”


A los 17 años, Ronald Intriago Holguín, tras graduarse como bachiller en el Colegio Nacional 5 de Junio de Manta, recibió la oferta de una beca para estudiar en Rusia. Era 1973 y rechazó la propuesta, decidió quedarse en Ecuador. Esta negativa a la aventura de estudiar y vivir en otro país tal vez fue el punto de partida para desarrollar su interés en la historia, cultura y literatura rusa. Quizás este fue el primer paso de lo que se volvería una obsesión investigativa y lectora.

La anécdota de como su vida pudo ser diferente me la cuenta en su despacho: una oficina donde lo que más sobresale son libros y carpetas: en repisas, sobre el escritorio, en archivadores. Una biblioteca sustanciosa donde saltan los temas históricos y políticos. Una colección amplia de obras que acentúan su interés por el ensayo y los temas espesos. No es el único espacio con libros que tiene en casa, advierte; porque dos despachos más completan su biblioteca.  

Fascinación, miedo y desencanto. El comunismo y sus fases, es su libro de reciente publicación; su ópera prima como escritor y motivo que me ha traído a dialogar con él en su casa. Así que tras acomodarse en su silla empiezo a compartirle mis inquietudes.


Ronald Intriago Holguín en uno de sus tres espacios de biblioteca.


El género del ensayo es poco cultivado en Manabí ¿a qué cree se debe esto?

Obedece a algunos factores, uno de ellos la falta de rigor científico y académico en los colegios y en las universidades. Parece ser que hay más preferencia por la parte literaria y está bien, pero también se debe incentivar esa curiosidad intelectual, ese asombro intelectual por las cosas científicas. Entonces cuando hay la carencia la gente no se inclina por el ensayo científico porque involucra más esfuerzo intelectual, más búsqueda bibliográfica, más investigación.

 

Y en este escenario ¿Cuándo empezó a gestarse la idea de escribir un ensayo amplio?  

Empezó exactamente en febrero de 2010 ante una inquietud que me hizo un gran amigo, Ricardo de la Fuente, porque vio mi preocupación sobre el poder, el avance y la fascinación que tienen mucha gente con el comunismo; con esta ideología que abarcó todo el siglo XX y todavía sigue fascinando. Y a partir de esa fecha empecé una búsqueda bibliográfica tenaz de muchas fuentes, tanto de libros físicos como virtuales, entrevistas hasta que, en 2018, gracias al año sabático que tuve en la universidad, lo comencé a escribir y posteriormente dos años después sirvieron para pulirlo y bueno ahí está el libro.

 

Claro, en este punto me llama bastante la atención la parte bibliográfica de su libro ¿Cuánta utilizó para el desarrollo de su trabajo y cuánta quedó al margen?

La bibliografía que empleé fue abundante, más o menos hay unos 200 libros que revisé entre físicos y virtuales, más físicos. Cuando volví a revisar la obra publicada me di cuenta de que faltaban muchos libros por incluir. Si mañana o pasado se hace una segunda edición incluiría más bibliografía.


Para su primer libro se volcó a lectura de cientos de obras relacionadas al tema.


Durante una década Ronald Intriago fue profesor de secundaria en el mismo colegio donde estudió. Luego pasaría a ser docente universitario hasta su reciente jubilación. Articulista destacado del suplemento cultural Séptimo Día de diario El Mercurio de Manta. Ahí se lo podía leer cada domingo abordando temas históricos, políticos y filosóficos; ensayos breves que ya acentuaban su interés en el género.

 

¿El poder es capaz de distorsionar una ideología política?

Sí. El Poder, y dependiendo de quién lo utilice, si es capaz de distorsionar una ideología. Aquí entramos en una parte interesantísima que mucha gente tiende a soslayar que es la personalidad de quién tiene el poder. Por ejemplo, si es una persona vengativa, rencorosa y con mucho poder, por supuesto que distorsiona una ideología, lo hemos visto en el caso de Pinochet, Stalin, Lenin, Fidel Castro y muchos dictadores que a lo largo de la historia han puesto su impronta en el poder independientemente o soslayando la ideología en la que se encuentren. Así que el poder enmascara una ideología claro habría que revisar más el siglo XX para darnos cuenta de esa realidad.

 

En su libro constan testimonios de excomunistas que recalcan su desencanto a la ideología, pero ¿qué ocurre con los que a pesar de los hechos en contra no reconocen el lado negativo?

Bueno eso es muy difícil cuando hay personas que toman la ideología como casi una religión. El comunismo fue como una religión secular donde sus adeptos no podían expresar nada negativo, es decir, no podían o no querían reconocer alguna cosa mala que hicieron, algún error.

 

¿De ahí tal vez el desencanto?

Sí. Mucha gente se desencantó del comunismo a lo largo del siglo XX y principios del siglo XXI, sin embargo, hubo muchísimas personas que no quisieron reconocer las falencias que tuvo la ideología en el siglo XX.

 

¿Por qué?

Porque se les incrustó en su mente de que eso era la única solución para los males que tiene la humanidad. Se les inculcó que no hay otra ideología que contemple construir el paraíso aquí en la tierra donde no haya divisiones de clases ni pobreza, sin embargo, las evidencias son palpables, porque si hemos visto muchos fallos en esa ideología.


Se puede conseguir tanto la versión física del libro como el ebook


Y, aunque en su libro se remarcan los problemas y abusos del comunismo y sus corrientes anexas, luego uno se pregunta ¿es mejor el capitalismo?  

El capitalismo tiene una particularidad que no la tiene el comunismo: reconoce sus fallas y sobre ellas actúa. En el capitalismo se debe reconocer que hay libertad de expresión, de culto y financiera, es decir, alguien que hace las cosas desde cero puede construir un capital y no solo la clase dirigente es la que tiene privilegios; en el comunismo no se ve la libertad de expresión, y le pongo dos ejemplos: Noam Chomsky y Michael Moore, ambos norteamericanos, hablan de las falencias que tiene el capitalismo y, sin embargo, no les pasa nada en su país, pero alguien en un régimen de izquierda que hable en contra de la ideología o del gobierno es difícil y casi imposible no tener represalias. Entonces hay cosas que rescatar del capitalismo, pero a la larga los dos no van a tener la solución para todos los males que hay en la humanidad.

 

En su juventud ¿fue invitado a pertenecer o estuvo ligado a alguna célula comunista en su ciudad?

No, nunca he pertenecido a ningún partido político. En mi juventud se me animó ni quise animarme a pertenecer a ningún partido político menos a una a la ideología de izquierda porque más o menos conocía como se desenvolvía, y que conste que soy de esa generación donde la Revolución Cubana ejerció un fetiche en los años 60 y 70.

 

Después de que finalice la promoción de su libro ¿qué otro proyecto ensayístico o de otro género está en sus planes?  

Bueno siempre me ha interesado el género de la novela histórica, y estoy intentando escribir una ambientada en el siglo XX donde van a estar algunos personajes en el campo de las letras, la música, la ciencia, el deporte…

 

En la parte final ¿qué opinan de su libro sus amistades que tienen algún vínculo con el comunismo o el socialismo?

Me sorprende que no se pronuncien. Tal vez no quieren hacer por los argumentos que podría emplear o quizás por respeto permanecen callados.