For
Keeps? (1988, John G. Avildsen) no solo es la historia romántica y al borde del
fracaso de dos adolescentes: Stan y Darcy; es también el retrato de las responsabilidades
y la desesperación a una edad poco adecuada para la crianza y la independencia.
Una película que fue el grito de una problemática norteamericana y que se
replicaba en países como el nuestro.
Pero
el film presenta un elemento que no tiene nada de romántico y que más bien
lanza al abismo la idea de que el “amor lo soporta todo”, y que el “amor es lo
único que importa en una relación”. Cuando los protagonistas, ya convertidos en
padres, deciden vivir en un pequeño departamento de un solo espacio con una
particularidad: el baño (el inodoro, la taza) queda en medio de la pequeña sala;
ahí deben montar una carpa para lograr algo de privacidad.
El
baño en la sala es solo uno de los muchos problemas que la relación de ellos
presentará, pero este elemento: el inodoro, siendo un mueble en medio de todo, acentúa
un tema que debería ser el interés de todos: la higiene.
Y
es que un inodoro expulsando gérmenes en muchas de sus descargas, acentuando el
mal olor en el espacio en el que se encuentra, acumulando papel alrededor (para
los tradicionales) en tachos atestados…todo un escenario para que el amor
empiece a diluirse.
Sumado
a lo anterior la cultura antihigiénica que predomina en el ciudadano promedio:
jamás lavarse las manos o hacerlo sin jabón (que vendría a ser lo mismo) y
negándose a una limpieza más adecuada con lavado antes que una limpieza a media
con papel.
El
inodoro como el lugar de caos para arruinar todo amor naciente. y, aunque For
Keeps? no va del tema tratado, ese momento, esa escena de Darcy enseñando una mano
fuera de la carpa para anunciarle a Stan que está en el inodoro, y él denotando
con su mueca el olor y desagrado del acto que sale del pequeño espacio, es solo uno de
los múltiples problemas.
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