miércoles, 7 de febrero de 2007

Ante nuevas negaciones de la realidad


Como nada es simple en este laberinto existencial y la realidad muchas veces nos es insoportable, luego de revisar las compras de principio de mes (puras baratijas para despistar la depresión) y de terminar la lectura de un buen libro, decido enfrentarme una vez más –para no perder la costumbre y adiestrarme en el oficio de la crónica y quien sabe con el tiempo en la crítica- a filmes novedosos, no tan novedosos y otros simplemente insoportables de ver; pero siempre tratando de buscar una identificación en alguno de los personajes decadentes, y así sin más resuelvo ponerme a escribir por puro ejercicio hasta que logre algo “genial”.

Entre copas: el difícil oficio de vivir

1.- Entre copas o Sideways (2004) de Alexander Payne, es una comedia dramática de gran calidad, que poco o nada defraudará al espectador. Film donde el vino, catadores, personajes depresivos -otros contrariamente expidiendo alegría por sus aberturas- y una boda, hacen de esta película un drama de necesaria expectación.
Miles (Paul Giamatti, ojo con este actor, ¡qué personaje!), un escritor frustrado, que sobrelleva lo depresivo de su divorcio, catador experto y patético ante la vida. Decide junto a su amigo Jack (Thomas Haden Church), actor y loverman, pasar la última semana de soltero de éste en un pueblo donde el vino es parte de la cultura y estabilidad comercial. Allí ambos inician fugaces, desquiciantes y agresivas relaciones: Jack con Stephanie (Sandra Oh, nada sobresaliente la oriental esta) y Milles con Maya (Virginia Madsen), éstos últimos quienes encuentran una concordancia entre sus vidas deprimentes, sus divorcios y su gusto por el buen vino, aunque sea una relación corta, pero con indicios de algo a posteriori.
Film que no cansa a pesar del ritmo lento, ya que la historia al inmiscuir humor –del negro y trivial, pero jamás hartante- hace que sea más agradable de apreciar. Una onda bien retro este film que no decepcionará al espectador, sobre todo cuando se sabe valorar trabajos visuales bien hechos, con argumentos trabajados al detalle y personajes tan cercanos a nuestra detestable realidad y vivencias personales.

La nena del millón de dólares: un derecho a la muerte
2.- La nena del millón de dólares (2004) de Clint Eastwood, es un drama que a más de un espectador sensiblero arrancará algunas lágrimas, con una base temática ya tratada con anterioridad en ‘Mar Adentro’ (por lo del tema de la eutanasia, al final del film). Con un reparto de lo más sobresaliente: el veterano Clint Eastwood (Frankie, el rudo entrenador), Morgan Freeman (Eddie, el conserje acolitador y sensible ante los problemas ajenos y ex -boxeador profesional retirado), y la joven y destacada Hilary Swank (Maggie, la boxeadora miserable que a base de esfuerzo y de compromiso con el deporte logra destacar).
Film de exigida recomendación –si es que en verdad se está interesado en la materia cinematográfica- que nos muestra el lado humanista del ambiente pugilístico, además de esa otra realidad que no vemos detrás de la pompa y el espectáculo por ser insoportable de espectar.
Si bien este film no causará el mismo impacto que tuvo ‘Rocky’ en su tiempo, ni menos se acercará al éxito de la novela (¿o es crónica?) ‘El Combate’ de Norman Mailer. Lo cierto es que a pesar de recrear un tema demasiado explotado tiene algo que ofrecer, y es simplemente esa visión de Eastwood, sencilla y humanista, acerca del tema y un deporte tan polémico.

Los olvidados: recordar es la salvación
3.- Pocas veces film’s de ciencia ficción logran aterrarnos por las teorías planteadas, es el caso de Los Olvidados (2004) de Joseph Rubén, una historia para re-preguntarnos acerca de los misterios que envuelven las desapariciones de personas, o si somos o no objeto de experimentos de seres desconocidos, cuando tal o cual suceso no tiene una respuesta lógica. La trama se desarrolla en una metrópolis: grande y capaz de ignorar hechos como estos, sobre todo cuando el individualismo es lo que impera. Allí encontramos a Telly (Julianne Moore, en una bien lograda interpretación) personaje de aparente desorden mental, de alucinaciones en torno a un hijo que nunca existió, aunque estén objetos que prueben lo contrario.
La historia enmarcada en la ciencia ficción de terror (de verdadero terror, no esas fallidas y ridículas producciones como Jeyson en el Espacio o Predator Vs. Alieen, que son pura basura visual) nos va mostrando varios flash back con necesarios antecedentes para la comprensión final del film. Así mismos la trama se vuelve perturbadora cuando aparecen en escena miembros de la seguridad nacional de EE. UU., y lo que nos han enseñado film’s anteriores con temas semejantes es que cuando aparecen los “hombres de negro” algo paranormal está ocurriendo.
Una película de merecida atención a los cinéfilos adictos, no solo por la historia, porque no es mucha la novedad que presenta, sino por las ideas. Todos quisiéramos borrar recuerdos tormentosos e irritables, pero no recuerdos que tratan de mantenernos vivos –sin pretender vivir aferrado solo a ellos- y esto es lo que ocurre en Los olvidados.

La casa de cera: nuevamente una de gritos

4.- La casa de cera (2005) de Jaume Collet-Serra es un film que decepcionará completamente -conmigo lo hizo- desde la primera escena hasta la última, y es que al ser una reedición de un film que puede que en su tiempo haya tenido su efecto terrorífico en la actualidad nada logra acercarse a este terreno, sobre todo cuando se enfrenta a verdaderos y exigentes espectadores en este género.
Con un reparto mediocre –no creo que exista otra palabra para tantos malos actores-, que hacen de esta película una de las peores en lo que va del año en este género. Si bien la maquinaria publicitaria hace referencia de la modelo Paris Hilton (Paige) ésta no sobresale como actriz, aunque su papel encaje en el estereotipo de “rubia tonta y ardiente”. La protagonista Elisha Cuthbert (Carly) no pretende al igual que el resto de actores sobresalir en nada en este film, ya que la sobrecarga de lugares comunes en los terrenos del género terrorífico son abombantes y a más de un espectador defraudarán.
Quizás lo sobresaliente a rescatar del film sea la escenografía, que nos muestra una macabra obra de arte de esculturas de cera y demás cosas con el mismo material. Pero a parte de eso esta película, así como muchas de producción norteamericana, no ofrece nada novedoso para el espectador; asfixiante con el espacio geográfico común y explotado al extremo, además de diálogos absurdos y eso que no se profundiza –digo profundizo- en la psicología de los personajes que demuestran ser todos unos idiotas mal concebidos o abortados en este fallido seudo film de terror, aunque claro de seguro habrá alguna ama de casa o incauta anticine que soltará algún gritito y se aferrará a su parejita ante las escenas de persecución de la caricatura de criminal que aparece en escena.

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