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De Richard Cedeño Menéndez poco se sabe, apenas
unos cuantos datos: manabita, radicado en la ciudad de Portoviejo, físico
culturista, lector y autor del reciente libro de cuentos El arca de los sueños,
una colección de siete historias enmarcadas en el género de la ciencia ficción.
A partir de este último dato es que surge un
interés en su obra, una que marca un antes y después dentro de la literatura de
ciencia ficción en Manabí, puesto que no se registra publicación previa de este
género en esta provincia.
Con el interés de leerlo (saciado oportunamente) y
luego por conocer más de su trabajo, contactamos con él. Así este diálogo resulta
revelador para saber de un autor casi desconocido, que ha venido preparándose
por años para dar el gran salto: ser un autor publicado.
¿Desde
cuándo empezó tu vinculación con la literatura?
A los diez años participé en un concurso de libro
leído en mi escuela con la obra Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain, y la
verdad, ya en ese entonces creo haber sentido la emoción de la aventura en
aquellas palabras, quizá la misma que aún conservo cuando escribo.
¿Recuerdas
cómo titulaste tu primer texto?
Previo a la publicación de mi obra El arca de los sueños, ya tenía una
novela de más de quinientas páginas, escrita hace algunos años. Esta obra se
llama Voces del firmamento y es una
gran historia de ciencia ficción dura.
¿Desde
cuándo te vinculaste al género de la ciencia ficción?
Tuve acceso a este género por DC comics y Tiempo
Cero; luego llegaron las obras de Asimov. Lo que condujo a mis composiciones
literarias. Ciertamente fue el cómic, ya que desde el último año de escuela
dibujé una historia de los Master of the universe, para luego empezar con mis
propias creaciones en los siguientes años de colegio: un androide que protege a
la Tierra de una invasión alienígena; tres adolescentes del siglo XX que son
transportados a un mundo de caballeros y dragones; una patrulla de vigilantes
que comandaban un robot gigante, y un último cómic, que si bien apenas lo había
empezado, terminó siendo muchos años después, el inicio de la novela Voces del firmamento.
¿Cuáles
han sido tus autores de cabecera en el género de la ciencia ficción?
Definitivamente Isaac Asimov, todos sus cuentos y
novelas son espectaculares, y lo considero como mi primer motivador, ya que a
los dieciséis me leí El fin de la eternidad,
historia que me llevó hacia el cautivante mundo de las paradojas temporales. Me
ha impactado mucho H.G. Wells y Philip K. Dick, pues considero que ellos dejaron
plasmadas las mejores historias de este género. Sobre los exponentes actuales,
me gusta Greg Egan y los ensayos de Brian Greene y Mishio Kaku.
¿Tienes
algún registro de haber leído alguna obra de autor manabita que haya cultivado
el género de la ciencia ficción?
Manabita no. Sé que en Ecuador se ha publicado
bastante desde el siglo pasado, pero solo leí la Orquídea negra o el factor vida de Leonardo Wild.
¿Cuánto
debió esperar El arca de los sueños
para ser publicada?
Esta obra tuvo un proceso que duró mucho tiempo. El
libro fue avalado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio y para ello no solo
dependió de que los cuentos estuvieran listos, detrás de esta obra se
realizaron las gestiones para conseguir los recursos para la impresión, tomó
mucho tiempo mientras se consideraban varias opciones para el diseño de la
portada, de hecho, se cambió cuatro veces el diseño, así como también se debe
considerar a las personas que se encargaron de la maquetación y formato del
texto mientras terminaban de armarlo. Lo cierto es que yo no me lamento por los
años que pasaron hasta ver al fin publicado el libro, veo lo positivo, ya que,
gracias a ello, tuve oportunidad de pulir las historias en estos cuentos,
incluso alcancé a incluir Sueños de silicio, el cual no había estado
considerado desde el principio. Quizá el temor más grande que tuve durante
tanta espera, era el que los hechos plasmados en estos cuentos quedaran
desmentidos por los sucesos reales, tal como suele pasar con las historias de
ciencia ficción, pero al parecer mis pronósticos aún están vigentes en las
páginas de El arca de los sueños.
Desde
el 2018 en que fue publicado tu libro ¿cuánto se ha difundido? ¿cuál ha sido la
aceptación del público?
La presentación de la obra fue en diciembre de
2018 lo que hace que apenas esté en el proceso de la distribución de la obra en
las librerías y tiendas, pero es un gusto ver que las ventas de manera personal
se estén dando.
¿A qué otras
ciudades, fuera de Manabí, ha llegado tu libro?
Gracias a Elvis Valdez, administrador de la
librería Tauro, El Arca de los sueños
está también en Santo Domingo de los Tsáchilas y en Quito.
¿Tienes
contacto con otros escritores de ciencia ficción?
Lamentablemente aún no tengo la oportunidad, pero
estoy muy interesado.
¿Por
qué no recurrir a escenarios manabitas? ¿por qué no hacer que las historias
sucedan en Manabí? ¿por qué no aprovechar las leyendas y mitos de esta
provincia?
El Arca
de los sueños quizá no tiene ese
vínculo con nuestras raíces o nacionalidad, porque quise hacer una apertura
universal, sin dar una identidad que quizá (particularmente en estas historias)
limite la imaginación. La intención de reunir siete historias en esta obra, es
para que, con al menos una de ellas, llegar a la mayor cantidad de personas.
Las demás historias en mis otros proyectos, sí se colocan en Ecuador, aunque de
forma circunstancial ya que el espacio (escenario) empleado es muy amplio.
En la ciencia ficción dura se demandan más hechos
verídicos que en la ciencia ficción blanda (vale aclarar la diferencia en otra
oportunidad) claro, proyectados hacia las posibles controversias que tengan que
ver con la tecnología y fenómenos del universo, de los que aún no se tienen
respuestas. Por ello menciono lugares como el CERN, situado en la frontera de
Suiza y Francia, el FERMILAB que se encuentra en Batavia, cerca de Chicago en
Illinois y aquí es donde se encuentra el Tevatrón, otro Colisionador de Hadrones
como el que hay en el CERN. Me gusta el realismo fantástico y de hecho de
alguna manera encuentro la forma de estar entre esos dos escenarios, siendo
incluso El Arca de los sueños más
cargada de surrealismo que de material propiamente científico.
¿En qué
obras trabajas actualmente? ¿cuentas con una casa editorial que te respalde?
Como había mencionado tengo terminada la novela Voces del firmamento, así como también
una novela corta llamada Una isla en el
multiverso, ambas son historias de ciencia ficción y a la espera de ser
publicadas, lo que de una manera responde a la segunda pregunta: todavía no
tengo una casa editorial que me respalde. Mientras se da la publicación de
alguna de las dos obras, continúo escribiendo y actualmente estoy por terminar
otra novela corta llamada Ladrón de
ilusiones, la cual deja el género de ciencia ficción para incurrir en el
romanticismo erótico.
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