sábado, 5 de junio de 2021

El anhelo del individuo anónimo


 

“Marc ¿qué se siente ser un soplón?” le ha preguntado uno de los paparazzi mientras avanza del auto a la corte y han fotografiado cada uno de sus pasos. En la fila de los acusados, junto a sus compañeros, espera la llegada de Rebecca, quien hasta hace poco fue su mejor amiga; ahora junto a él, es un cuerpo que lo ignora.  

Pero Rebecca también es una soplona. Para librarse de los problemas, decide negociar con la policía. Niega, desde este punto, todo nexo amistoso y de complicidad con Marc y quienes meses previo consideró su círculo rosa: aquel alocado grupo que irrumpía casas de famosos, para luego consumirse en discotecas de moda, exponerse en redes sociales, donde se vanagloriaban de sus actos, y exhibían los costosos trofeos arrebatados a sus ídolos. 

 



Si bien en The bling ring (2013) de Sofía Coppola, se retrata la frivolidad del espectáculo, lujos y pomposidad que encierra la moda y sus famosos, también es la crónica del anhelo del individuo anónimo que ansía con desesperación ocupar alguno de estos lugares. Convertirse, aunque sea por instantes, en aquel punto de referencia de su vida. Transformarse en el otro, tomar sus cosas, habitar su espacio, sentirse, desde cada versión personalizada, que esa vida también es suya.    

Ecuador también tuvo su versión criolla de The bling ring, pero ese es otro cuento…

No hay comentarios: