Por José Loor
A través de su poemario BLOODY CITY. Solicita pública rendición de
cuentas a las autoridades de una ciudad donde ciertos personajes están en la
construcción de una propuesta de antivalores como es “La carnicería” en el
mercado de valores, que es nada menos ni nada más que la propuesta del bisturí,
que quien lo usa lo hace tan natural como un verdadero carnicero. De tal forma
que en esta área del mercado de valores se desarrolla una trama dramática donde
la sangrienta faena, viola los derechos de la Fauna Poética, posiblemente sin
espíritu, donde la ciudad no deja de ser aldea.
Una ciudad que se desarrolla en infraestructura física, económica,
consumismo y que se vuelve caótica porque no va creciendo a la par con lo
social.
Un nuevo punto de vista de Cuzme de un viejo practicar de los crueles,
escrupulosos de osos en el bosque, donde la trampa no sabe nada de osos ni el
oso quiere caer en la trampa, sin embargo el oso está atrapado. La trampa es la
apatía del colectivo urbano hacia los problemas del planeta, por ejemplo: la
bomba atómica.
Los sentimientos de Cuzme están desnudos en la crueldad, lo escrupuloso,
lo malvado, el horror y lo oculto de sus sentimientos, está en el otro lado del
puente, su amor, únicamente se ha puesto en el otro lado, para provocar poesía.
Se refiere a un animal sin espíritu donde todo es lavable, todo pasa,
donde no hay memoria colectiva en esta área del mercado, donde los mercaderes
del caos entran y salen de la ciudad, donde la apatía, el importimismo
colectivo en este tema, reina.
Alexis enfoca en su diálogo un pasado, un presente y un futuro, que no
quiere que pase y se lave y por medio de estos versos está construyendo huellas
de sangre, que van marcando, que dejan cargas emocionales y mentales en los
directos perjudicados y en la colectividad de una ciudad de muchos vecinos,
ciudadanos amordazados a una realidad que crece en la medida que la población,
su infraestructura física, economía y consumo se desarrolla.
La poesía de Alexis no tiene mordaza ya que está ligada a una cultura de
sangre que nos presentan día a día en los periódicos, radio, tv, en la crónica
de sangre en primerísimos planos y en primeras horas como las buenas noticias
de la mañana.
Encuentro en la poesía un grito desgarrador, devastador de rebeldía que
dice ya para, yo también vivo aquí, esta es mi urbe y me encanta el lenguaje universal, la música. Por favor denme paz, seguridad
para interpretar la música.
El autor a este poemario le ha puesto sus propios tonos, las aguas del
firmamento del mar les cambió de color, a rojo, a negro, a púrpura, el
entrelubricán lo volvió sombrío, fúnebre, la bóveda celeste se marchitó y la trama
la fusionó con la urdimbre.
El sol dejó de salir y las sombras se apoderaron del espacio,
convirtiéndose en Materia. Alexis creó sus propios truenos, relámpagos y ha
hecho de la tempestad más escalofriante para mostrarnos una realidad que de
pronto nos parece normal, a tal punto que algunos comentan que el día que los
periódicos no anuncian muertos no hay buenas noticias.
Introdujo letras de diferentes colores a una botella y la agitó antes de
usar la mescla y como resultado las letras formaron frases turbias y esas las
plasmó en el papel, que bondadoso permitió los rasgos y estilos de escritos con
tintas juntas, de piel y de sangre.
Cuzme nos permite observar la
degradación, no solo de cazadores de osos que comercian carne para el circo,
también los carniceros que utilizan el bisturí para faenar la carne y otros
tipos de mercaderes que usan la misma gata, no más que revolcada.
Una autoridad que es responsable por la ciudad y que sin embargo le da
la lo mismo mirar las caras de los ahogados y al otro día amanece la playa
limpia sin salvavidas y a quién le importa que al otro día en la aurora el agua
sea ocre, roja o negra y es ahí donde Alexis con su memoria fotográfica, capta
una realidad multicolor para convertirla en poesía.
¿Será que Alexis se queda exhorto en cosas que nadie más podría ver como
las viejas historias que significan algo, pero quizás no exactamente lo que se
dice?
(Lectura al poemario Bloody
city, Marfuz ediciones, 2009)
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