viernes, 22 de enero de 2010

Morenza club

Portada de la obra

A Venezuela la conozco solo por su polémico presidente, por el ñañismo con el nuestro, por una tía radicada hace muchos años en su capital, por mi madre y sus dos años de intensa juventud vividos allá en los setentas. Pero por su literatura, el tema que en verdad me gustaría conocer a fondo, ha sido poco o nada. A penas los referentes nacionales, a penas una que otra obra que no me ha desvelado (y el que una novela, poemario o cuentario tenga esa fuerza en nuestra vida es decisorio).

Y ha sido en medio de este desconocimiento que he dado (literalmente) con Pasillos de mi memoria ajena (2007) del venezolano Mario Morenza (1983) una obra híbrida, entretejida entre cuentario y novela, donde el alterego de Morenza habita, tanto en la voz en primera persona que asume con el mismo nombre, hasta las suplantaciones en distintas voces, masculinas y femeninas.


Mario Morenza en la presentación de su segunda obra
Pasillos de mi memoria ajena es precisamente eso: un difuso y serpenteante pasillo por recuerdos, donde familia, vecinos, amigos, escritores, libros, lecturas y toda una amalgama de espacios y situaciones conforman un mundo lleno de aventuras y nostalgias. La voz narrativa nos acompaña en esta especie de tour que tiene como atracción morbosa y voyeur a los Morenza, una familia no tan típica venezolana, con un protagonista que alterna su existencia entre la vida real y toda la ficción consumida.

Convive un humor negro de fondo, sutil, a veces aterrador, donde el hábitat se asume con un principio de valentía. Obra rica en su lenguaje, pasajes envolventes, una multiplicidad de historias acertadamente ligadas, cuya fuerza de desvelo para cada lector (o por lo menos para este) ha sido decisoria.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Alexis Cuzme. Me llamo Alexis Pablo y nos conocimos una vez en la oficina donde trabajas, allá en Manta. Fui a esa ciudad porque me invitó una chica que conocí en Guayaquil llamada Simone Mondavi, que después de un par de años estaba regresando a Ecuador por unos días a ver a su familia. El padre de Simone nos llevó un día a su oficina en la universidad. Ahí estabas tú, sentado frente a un teclado y un monitor. Semi-callado. Recuerdo que me el padre de S. me regaló varios libros publicados por la editorial de la uni; uno de esos libros era un poemario tuyo que llegué a leer un poco en el avión de regreso a Venezuela. Al irme de Manta le regalé al papá de S. dos libros: uno de ellos era el de Mario Morenza. Pensé en el asunto de las políticas culturales acá y en el problema de la difusión de nuestra literatura hacia otros países. Pensé que a lo mejor ese libro tendría su propia historia viajando por el mundo. Particularmente me gusta mucho ese libro, por su hibridez literaria.Yo salgo en alguna de las crónicas, la de "La estrella de China". Tal vez no me recuerdes. En fin, que bueno que lo leíste y que lo reseñaste. Saludos chico poeta.

alexis cuzme dijo...

Saludos Alexis, no recuerdo bien tu rostro, pero algo. Si me contaron que gracias a ti Pasillos de mi memoria ajena apareció en la oficina, que bueno, es una obra que me envolvió. Ojalá en algún momento pueda leer la segunda obra de Mario.
Gracias por visitar este blog

Mario Morenza I dijo...

Hola, Alexis, cómo has estado?, qué bella reseña sobre Pasillos... has hecho. Me conmocionó bastante. Y qué buena la promoción cultural que ha hecho tu tocaya, mi gran amiga Alexis Pablo, o Alepsis Pablo. En verdad muy agradecido. Ando pendiente de colaborar en tu revista de Rock, en estos momentos estoy terminando el semestre, pero en lo que lo culmine, me avocaré a trabajar sobre la influencia del rock en la literatura venezolana, no sé si te acuerdas que te comenté hace algunos meses sobre eso. Te lo puedo enviar a ver si está acorde con tu revista. Un fuerte abrazo hermano, desde Venezuela.

mario