¿Cómo ser leído
en otros países? ¿cómo hacer para que sellos editoriales foráneos tengan un interés en nuestra obra? Muchos autores
-sobre todo nóveles- han logrado respuestas valederas a estas constantes
interrogantes. La solución ha sido certera y también descomplicada: la creación
de sellos editoriales alternativos capaces de editar, publicar y hacer circular
la obra de autores de otros espacios geográficos, desconocidos cuyas
posibilidades de ser leídos fuera de sus fronteras son mínimas (incluso más allá
de las posibilidades certeras de la internet).
Pero este
recurso, por demás complejo si se considera que la creación de un sello
editorial demanda esfuerzo y trabajo constante en el propósito de posicionar la
marca, no es al azar, debe existir una contraparte que asegure una inversión
con resultados satisfactorios. Así muchos de estos nuevos autores-editores han
logrado llegar a otros contextos justamente porque han encontrado a similares
en otros países. Otros autores-editores con quienes se coordina la publicación
de un libro a cambio de la publicación de otro libro.
Este recurso, más
allá de cualquier punto negativo que puedan encontrar los detractores, es válido,
porque visibiliza la obra de un escritor que en otro país es inexistente (más
allá de cualquier incentivo mediático). Entonces el trabajo editorial será
clave para que un autor extranjero pueda conocerse. La promoción y distribución
de la producción debe ser pensada al detalle: mientras más lecturas de las
obras de estos autores desconocidos, en nuevos escenarios, más posibilidades de
ganar en lectores.
Que sigan los
proyectos-arreglos de esta clase, pero una advertencia: mayor cuidado en las
ediciones, no se trata de publicar por publicar, se necesita más trabajo
editorial.
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