¿Puede una
imprenta ostentar el título de casa editora? Estoy firmemente seguro que no. Y mi
sentencia es negativa porque la naturaleza de una imprenta es la de imprimir trabajos
ajenos, de servir como instrumento para materializar ideas, para dar forma a
proyectos que otros (sean autores y casas editoriales) han concebido. Entonces,
una imprenta no es una casa editorial.
Sin embargo en
nuestro medio (por lo menos a quienes como yo -y por ahora- nos resignamos a
vivir en ciudades aún en desarrollo) ocurre un fenómeno que hace años perdió su
gracia: creer que una imprenta cumple el mismo rol que una editorial. Sí, puede
que dentro de la imprenta se tenga algunas nociones del trabajo editorial, pero
hasta donde se ha comprobado todas aquellas que poseen el título de “editoriales”
no han sido más que imprentas.
No basta que las
imprentas creen figuras corporativas o nombres alternos, con el desesperado afán
de erigirse como editoriales, puesto que mientras no exista un conocimiento
previo del proceso editorial, no se logrará mayor cosa.
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