martes, 24 de abril de 2012

Augusto Rodríguez: “No creo que sea un negocio publicar a escritores ecuatorianos”



 
El escritor Augusto Rodríguez (el encasillamiento de poeta le ha quedado corto en estos últimos años de productividad literaria) cada cierto tiempo da a conocer nueva información relacionada a la literatura, sea como autor, compilador, o editor. Una multiplicidad centrada en el fomento poético, narrativo y periodístico que no se puede dejar al margen.
En este contexto logré contactar con él y hacer un balance de todo el camino que ha recorrido en los últimos años (sobre todo el año pasado y este 2012) desde su posición de escritor. Un diálogo ameno, y aunque algo escueto, interesante desde su postura.

¿Qué tal la experiencia en la FIL de La Habana?
Fue una experiencia gratificante. Es la segunda vez que voy. Siempre es bueno volver a La Habana, un lugar tan lleno de vida, de historia, de libros. Tengo buenos amigos y amigas. Acabo de sacar la primera antología de la nueva poesía cubana, siglo XXI, en El Quirófano. Libro que seleccionó e hizo el prólogo, la poeta y editora Lizabel Mónica. Un libro hermoso.

¿Cuál será el próximo lugar al que te llevará la poesía en este año?
No lo sé. Puede ser Chile o México (otra vez).



 
Desde el año pasado tus actividades literarias han aumentado considerablemente ¿Qué factores son los responsables?
Nada en especial, sólo que varios proyectos que se han juntado y madurado a la vez. Seguiré viajando pero con más calma.

Palabras para abrir un mundo, fue la muestra poética de 23 autores ecuatorianos ¿Cuáles fueron los propósitos de este libro?
Es realmente mi muestra, mi selección final de la nueva poesía ecuatoriana, siglo XXI, no creo que haré más antologías. Ahí está la definitiva. Antes salieron muestras o adelantos de ese libro en Paraguay, Argentina, Bolivia y México.

También el año pasado se publicó Apartar lo blanco de la luz, muestra bilingüe: español – francés, junto al poeta Ramiro Oviedo ¿Cuánto tomó el proceso de recopilación, aceptación de autores y textos, traducción y posterior edición? y ¿Cuánto ha sido el interés de los lectores franceses por conocer la poesía ecuatoriana?
Tomó muchos años. Si mal no recuerdo esa antología nació en un café por el año 2005. De ahí quedó postergada, tuvo varios cambios, pero están todos los que deben estar. Fueron muchos años y mucho trabajo pero por suerte, el libro salió muy bien, creo que todos están contentos. En cuanto al interés es excelente por parte de los lectores franceses.




 
¿Cuánto ayudan las conexiones a nivel mundial, de un poeta con sus semejantes en el proceso de visibilizar su obra? y ¿una manera adecuada respondería la existencia de libros como Del otro lado de la ventana (2011) y Voy hacia mi cuerpo (2010), ambos editados en Perú?
Vivimos en una era más tecnológica, las redes sociales, la información es más veloz. Eso ayuda a comunicarnos y conocernos entre todos. No tengo conexiones mundiales, puede que otros sí. He tenido suerte que se publique en el extranjero mi obra solo por su valor, para empezar el Ecuador no es país interesante para nadie y no creo que sea un negocio publicar a escritores ecuatorianos. Y mi interés de publicar en el extranjero es porque veo que el mundo editorial en el Ecuador es limitado y pobre. En otros países se valora el trabajo del escritor, acá poco y nada. Me interesa tener más y nuevos lectores. De paso se lee muy poco, en definitiva, estamos mal.

Más allá de ser autor también te has dedicado a la edición ¿a qué responde la creación de El Quirófano ediciones?
Como ya lo dije antes, el mundo editorial en el Ecuador es limitado y pobre, por eso mismo mi interés de que los nuevos autores y no tan nuevos, puedan publicar prácticamente al costo para dar a conocer sus trabajos. Me interesa apoyar el trabajo de nuevos escritores y poetas que tenga proyección y talento. Y de esta forma le doy un puntapié al resto de editoriales que muchas veces sólo lucran y publican lo que sea, a cambio de dinero.




Generación espontánea, editorial mexicana, publicó a inicios de año tu obra La enfermedad invisible, un trabajo, a mi juicio, maduro y que no abandona los temas de tu poética ¿Cuánto representa este poemario en tu vida y oficio de escritor?
Mi primer cuarteto fue: Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La bestia que me habita (2005) y Cantos contra un dinosaurio ebrio (2007) y el libro que recopila los cuatro es Matar a la bestia (2007).
La enfermedad invisible es parte de un segundo cuarteto que se inició con Voy hacia mi cuerpo (2010), La enfermedad invisible (2012) y sigue con dos libros más que espero salgan entre este año o el próximo: El beso de los dementes y El libro del cáncer y todo cierra con El libro de la enfermedad, libro que recopila los cuatro. Son trabajos que se unen para profundizar el tema de la enfermedad y del cáncer. No creo que un libro pueda entrar tan profundamente en un tema a menos que el autor sea Rimbaud o Kafka. Este nuevo libro suma y muestra mi trabajo nuevamente en México, país que me ha acogido muy bien y que me gusta mucho.

Por otro lado Abya Yala, sello editorial de la Universidad Politécnica Salesiana, acaba de publicarte simultáneamente tres obras. Entrevistas, narrativa y poesía ¿no te parece un riego saturar al mercado editorial con múltiples propuestas a la vez?
Son trabajos distintos, uno es una antología de poetas no videntes, trabajo que hice en el 2008. El otro es de cuentos inéditos y el tercero es de entrevistas. No creo saturar un mercado editorial que prácticamente no existe y es imaginario.

Para finalizar este diálogo me gustaría saber ¿Qué hace un poeta cuando no escribe?
Vivir y leer mucho.

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