lunes, 24 de noviembre de 2008

Poesía manaba, parte III



Avanzando con la difusión de las nuevas voces poéticas manabitas, nos encontramos con dos poetas también integrantes del taller literario de la ULEAM (pronto empezaré a difundir la obra de autores no tan jóvenes y no pertenecientes a ningún taller literario manabita ni nacional) que continúan en sus objetivos de creación literaria.

María del Carmen Zavala (Jipijapa, 1975) es una autora que hasta el momento ha producido poco, lo que se comprueba en sus escasos poemas -de los cuales he tomado tres para esta muestra- a los que he tenido acceso, desde luego nadie niega que grandes poetas han escrito poco, ya lo dirá el lector y el tiempo. Por ahora será mejor seguirle el rastro y ver la evolución de su poesía, la misma que se aferra a lo social, a explorar su entorno con toda la pasibilidad del espectador que ante la impotencia de obrar por el cambio opta por narrar y describir la problemática.

Más experimentada en el tema de la poesía encontramos a Monserrate Delgado Perero (Manta, 1978) una autora que posee dos poemarios: Fénix (1998) y Dimensión gris (2004) -por lo que sé prepara su nuevo libro- y que ha evolucionado en su creación lírica. Porque si antes era una poeta más de Manabí ahora posee una voz propia, despegándose del común de autores para individualizar su trabajo. Su poética es una autoexploración, ella y su sensibilidad como materias primas.

Sin más una reducida muestra de la poesía de estas autoras.


OFRENDA

Ausencia que nos abruma, separa, calla

Agrietados afectos y ambiciones,

consuman la travesía, penan los recuerdos.

Fantasmas de lo ilícito

auguran el ocaso

los que parten lo saben

no temen, se donan

han pactado con el infinito.

María del Carmen Zavala


LA ESCENA

Gastados días vaciaron mi plenitud, la de los míos

yo conmigo, mis afanes, ellos con mi ausencia

hoy sombras frías

Auto fraude es esquivar las emociones

mas de la escena del minuto del silencio me delata.

María del Carmen Zavala


HEREDEROS

Dios hizo el universo para desplegar en el, sus riquezas, pero el mundo no esta acabado,

hasta que Dios no haya visitado al hombre.

Salmo 24


La insensatez

degradando la danza de los ríos

Aproximan el final

presumen desarrollo

exilian cosechas

emociones, sentidos

Engríen el ego.

La tierra transpira

una súplica, se vacían los lacrimales

de las fuentes

Herederos sin memoria

Agonía de un mundo no acabado.

María del Carmen Zavala


EL ABORTO

2:59 p.m. Diosas que visten demonios

sangran heridas por amor.

<Ésta es una ciudad de más de un millón de cadáveres>

y la muerte, con su mandil blanco,

espera en la esquina.

El invierno acelera los minutos

para disimular sus nostalgias.

Se estremecen sueños

en maternal sepultura

ángeles, en cuna de víboras,

respiran miedos por el cordón.

Crudo aliento el de la espera,

cotidiano se vuelve el dolor,

fértil la desesperanza

de impredecibles botones.

¡Me duele tanto ese presagio de luz

cuando suele dormirse entre el insomnio!

¡Ay presumida ciudad de silenciosos cadáveres!

dejan

este huerto en orfandad.

3:00 p.m. en el vientre

dura elección entre el cariño y la tortura.

La muerte está esperando con su navaja azul.

Aún es tiempo.

Monserrate Delgado Perero


EXILIOS

Relojes

con prisa de relámpagos

me devuelven a tu sombra,

a las maniobras genéticas

con que se heredan las nostalgias.

He renunciado a los presagios

porque al fin de cuentas

más cruel es ir

tras la huida de mis huesos.

Inusitado este caos que me sorprendió

cuando por existir

pagué tributo.

Por eso te he culpado,

Cometa de sal,

por haberme despertado en silencio.

Por dejarte perfumar el deseo,

así tan fácil

en nombre de la vida.

Difícil acostumbrarse

a la prisa de los relámpagos...

Sigo viendo los relojes

en espera de entenderlo todo:

sonidos

pesadillas

sangre

fuego.

Pensé

que siendo poeta no compensaría a papá.

-Él no me perdona la decisión

de resbalar en mis sueños-

Tal vez lo haga,

cuando uno de ellos

pueda remediarle la fatiga y el azar.

Mientras tanto,

me devuelvo a tu sombra.

A veces, es conveniente huir.

Las guerras no son suficiente.

Me iré.

Lejos,

allá

a entender por qué mataron al criminal

y por qué esto me mata a mí.

Es mejor.

Para que mi reloj entienda

por qué ha de prestarme su bastón,

o para saber que decirle a mi vientre

cuando -como a ti- me despierte en caracolas.

Mamá, los cometas también tienen prisa.

Dile a papá que he de regresar

antes de que la soledad venga a verlos.

Monserrate Delgado Perero


INEVITABLE CAUSALIDAD

Soy roca que toma vida,

inevitable es mi razón de estar.

Estoy aquí

como pausa escondida en la prisa.

Pues así,

tenues cometas buscaron otros mundos.

Emigrantes de la casualidad

uno,

desvistió el silencio a distancias luz

(Principio de mi existencia)

Big bang en el vientre de mi madre.

Yo, amanecida entre lágrimas

y desnuda entre la arena

heredé los acertados trucos.

Víctima de la creación,

sigo aquí

siendo roca

con esa intensidad de ignorar las heridas

preguntándole al diluvio si es necesario.

Madre, inevitable fue tu razón

Monserrate Delgado Perero

2 comentarios:

K-OZ dijo...

bien hoy se van a fortalecer
las identidades poéticas locales
la demolición del canon de occidente
saludos pedro gil y sus muchachos

Antonio Vidas dijo...

Es inevitable que la poesía duerma, sobre todo cuando "la muerte espera con su mandíl blanco en una esquina".Comparto esta actitud suya de regar los nuevos valores en la ventana de su blog, con aliscientes de fidedigna promoción de cara al futuro y sobre todo cuando la poesía huele a mujer,a mujer manaba.Un gusto , y va el abrazo.