Avanzando con la difusión de las nuevas voces poéticas manabitas, nos encontramos con dos poetas también integrantes del taller literario de la ULEAM (pronto empezaré a difundir la obra de autores no tan jóvenes y no pertenecientes a ningún taller literario manabita ni nacional) que continúan en sus objetivos de creación literaria.
María del Carmen Zavala (Jipijapa, 1975) es una autora que hasta el momento ha producido poco, lo que se comprueba en sus escasos poemas -de los cuales he tomado tres para esta muestra- a los que he tenido acceso, desde luego nadie niega que grandes poetas han escrito poco, ya lo dirá el lector y el tiempo. Por ahora será mejor seguirle el rastro y ver la evolución de su poesía, la misma que se aferra a lo social, a explorar su entorno con toda la pasibilidad del espectador que ante la impotencia de obrar por el cambio opta por narrar y describir la problemática.
Más experimentada en el tema de la poesía encontramos a Monserrate Delgado Perero (Manta, 1978) una autora que posee dos poemarios: Fénix (1998) y Dimensión gris (2004) -por lo que sé prepara su nuevo libro- y que ha evolucionado en su creación lírica. Porque si antes era una poeta más de Manabí ahora posee una voz propia, despegándose del común de autores para individualizar su trabajo. Su poética es una autoexploración, ella y su sensibilidad como materias primas.
Sin más una reducida muestra de la poesía de estas autoras.
OFRENDA
Ausencia que nos abruma, separa, calla
Agrietados afectos y ambiciones,
consuman la travesía, penan los recuerdos.
Fantasmas de lo ilícito
auguran el ocaso
los que parten lo saben
no temen, se donan
han pactado con el infinito.
María del Carmen Zavala
LA ESCENA
Gastados días vaciaron mi plenitud, la de los míos
yo conmigo, mis afanes, ellos con mi ausencia
hoy sombras frías
Auto fraude es esquivar las emociones
mas de la escena del minuto del silencio me delata.
María del Carmen Zavala
HEREDEROS
Dios hizo el universo para desplegar en el, sus riquezas, pero el mundo no esta acabado,
hasta que Dios no haya visitado al hombre.
Salmo 24
La insensatez
degradando la danza de los ríos
Aproximan el final
presumen desarrollo
exilian cosechas
emociones, sentidos
Engríen el ego.
La tierra transpira
una súplica, se vacían los lacrimales
de las fuentes
Herederos sin memoria
Agonía de un mundo no acabado.
María del Carmen Zavala
EL ABORTO
2:59 p.m. Diosas que visten demonios
sangran heridas por amor.
<Ésta es una ciudad de más de un millón de cadáveres>
y la muerte, con su mandil blanco,
espera en la esquina.
El invierno acelera los minutos
para disimular sus nostalgias.
Se estremecen sueños
en maternal sepultura
ángeles, en cuna de víboras,
respiran miedos por el cordón.
Crudo aliento el de la espera,
cotidiano se vuelve el dolor,
fértil la desesperanza
de impredecibles botones.
¡Me duele tanto ese presagio de luz
cuando suele dormirse entre el insomnio!
¡Ay presumida ciudad de silenciosos cadáveres!
dejan
este huerto en orfandad.
3:00 p.m. en el vientre
dura elección entre el cariño y la tortura.
La muerte está esperando con su navaja azul.
Aún es tiempo.
Monserrate Delgado Perero
EXILIOS
Relojes
con prisa de relámpagos
me devuelven a tu sombra,
a las maniobras genéticas
con que se heredan las nostalgias.
He renunciado a los presagios
porque al fin de cuentas
más cruel es ir
tras la huida de mis huesos.
Inusitado este caos que me sorprendió
cuando por existir
pagué tributo.
Por eso te he culpado,
Cometa de sal,
por haberme despertado en silencio.
Por dejarte perfumar el deseo,
así tan fácil
en nombre de la vida.
Difícil acostumbrarse
a la prisa de los relámpagos...
Sigo viendo los relojes
en espera de entenderlo todo:
sonidos
pesadillas
sangre
fuego.
Pensé
que siendo poeta no compensaría a papá.
-Él no me perdona la decisión
de resbalar en mis sueños-
Tal vez lo haga,
cuando uno de ellos
pueda remediarle la fatiga y el azar.
Mientras tanto,
me devuelvo a tu sombra.
A veces, es conveniente huir.
Las guerras no son suficiente.
Me iré.
Lejos,
allá
a entender por qué mataron al criminal
y por qué esto me mata a mí.
Es mejor.
Para que mi reloj entienda
por qué ha de prestarme su bastón,
o para saber que decirle a mi vientre
cuando -como a ti- me despierte en caracolas.
Mamá, los cometas también tienen prisa.
Dile a papá que he de regresar
antes de que la soledad venga a verlos.
Monserrate Delgado Perero
INEVITABLE CAUSALIDAD
Soy roca que toma vida,
inevitable es mi razón de estar.
Estoy aquí
como pausa escondida en la prisa.
Pues así,
tenues cometas buscaron otros mundos.
Emigrantes de la casualidad
uno,
desvistió el silencio a distancias luz
(Principio de mi existencia)
Big bang en el vientre de mi madre.
Yo, amanecida entre lágrimas
y desnuda entre la arena
heredé los acertados trucos.
Víctima de la creación,
sigo aquí
siendo roca
con esa intensidad de ignorar las heridas
preguntándole al diluvio si es necesario.
Madre, inevitable fue tu razón
Monserrate Delgado Perero
2 comentarios:
bien hoy se van a fortalecer
las identidades poéticas locales
la demolición del canon de occidente
saludos pedro gil y sus muchachos
Es inevitable que la poesía duerma, sobre todo cuando "la muerte espera con su mandíl blanco en una esquina".Comparto esta actitud suya de regar los nuevos valores en la ventana de su blog, con aliscientes de fidedigna promoción de cara al futuro y sobre todo cuando la poesía huele a mujer,a mujer manaba.Un gusto , y va el abrazo.
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