El siguiente trabajo ha sido escrito a partir de lo vivencial y práctica, más que de la especialización en la materia cinematográfica. Puesto que el cine es una de las complejas materias comunicacionales que no solo demanda tiempo y análisis en cada uno de los vastos productos visuales que año a año aumentan la lista, es, además de todo lo escrito, un campo de estudio y dedicación total, al que me encuentro adherido recientemente.
Mi relación, por ello, con el cine ha surgido, en un primer momento, ante la necesidad de hallar nuevas fuentes “inspiradoras” a favor de la poesía y literatura, para luego encontrarme frente a todo un banco de fuentes arremetedoras, en unos casos; y, en otras totalmente conmovedoras. El cine desde ese instante no me ha dejado tranquilo, puesto que cada vez (ya que este terreno parecería infinito) se aprende algo nuevo, se descubren nuevos y excelentes actores, se revalora a los consagrados, y sobre todo se educa uno al espectar trabajos de calidad y a ignorar los netamente comerciales y sin ningún aporte, salvo el de distraer. En fin, el cine: ficción atrayente de la que no he podido escapar.
¿Qué es una crónica cinéfila?
Esta no es más que una lectura individual de uno o varios productos cinematográficos espectados. Es la redacción, publicada por lo general en diarios y revistas especializados en cine, cultura o simple espectáculo, que enfoca y a la vez resume y comenta, una o múltiples películas, del mismo o distinto género.
¿Cómo se forma el cronista de cine?
No existe una guía específica que indique paso a paso cómo formarse en el campo de la crónica enfocada en el cine (si existe, por otro lado, especialización en materia de crítica cinéfila, pero como ello no nos compete lo obviaremos). Esta más bien se da por la estrecha relación que suele haber con el periodismo, sobre todo del escrito, con productos comunicacionales, como el tratado.
El cronista, entonces, se va formando primero por la implícita relación de gusto que el individuo tenga a este campo; segundo por la constante apreciación de los diferentes títulos y géneros cinematográficos que va espectando. Todo ello hará que la persona interesada en escribir a partir de la ficción espectada, pueda desarrollar, además de un resumen de la historia del film, un comentario que denote sus apreciaciones de lo visto y entendido.
A partir de la práctica y del ejercicio constante de espectador y comentarista, es que va surgiendo el cronista de cine, como relator, transcriptor y, en algunos casos cuando se madura rápidamente, cuestionador, tanto del producto cinematográfico, la historia, el discurso y desde luego el reparto. Todo ello, además de una debida redacción, argumentos que puedan estar cercanos a la realidad de la película a la cual se la ha convertido en una crónica. Solo allí podríamos estar identificando a un cronista de cine.
¿Cuáles son los elementos con los que debe contar el cronista de cine?
Como se dijo brevemente en el subtítulo anterior, para llegar a ser un cronista de cine se debe, además de estar en constante expectación de filmes, poseer todo el bagaje posible de información referente a la materia cinematográfica: entrevistas, otras crónicas, notas informativas, reportajes, testimonios, ensayos, libros, etc. que puedan acercarnos al trabajo de directores, actores, críticos cinéfilos, productores, y a todas esas obras del cine clásico y contemporáneo que especialistas han considerado claves para el entendimiento de este arte.
¿Es el cronista de cine un crítico cinematográfico?
Ser cronista de cine no es lo mismo que ser un crítico de cine. Aunque muchos a excusa de ser simplemente cronistas cinéfilos hagan crítica, en otros el encasillamiento más bien recae porque los trabajos escritos no logran toda la demostración y aplicación de argumentos netamente pertenecientes al lenguaje cinematográfico que puedan apoyar lo escrito.
Entonces decimos que existe una gran diferencia entre cronista y crítico de cine. En el primer caso aún se inmiscuye el gusto más que el criterio y en el segundo caso es más bien el criterio que pesa por encima del gusto. Dos referentes necesarios al momento de escribir y sustentar juicios de valor.
¿Pesa el género cinematográfico al momento de escribir una crónica?
Siempre pesa el género, ese gusto por apreciar dramas sobre comedias, románticas sobre terroríficas, acción sobre infantiles, etc.
El cronista de cine, por más que diga ser imparcial al momento de escribir, siempre estará inclinado a un género, el de mayor predilección, el que más logra desencadenar su redacción creativa, el que altera sus fantasmas personales hasta volverlos colectivos.
No debería ser así, puesto que más que un cronista de cine, su labor se encasilla en la de analista de productos comunicacionales y por ello debe haber en él la apertura a todo género, guste o no guste, ya que su labor es la de trasmitir, según su apreciación personal, los elementos implícitos y explícitos de cada film espectado y posteriormente cronizado.
¿Se puede ser cronista de cine sin escribir y publicar crónicas?
Lo de genio inédito jamás ha sido una garantía en este competitivo mundo de las comunicaciones, por ello esperar que un cronista llegue a ocupar un espacio en algún medio escrito o virtual, depende de todos los antecedentes que se tenga en este campo.
No se puede desarrollar un cronista de cine, sino escribe crónicas de cine. Su ejercicio y sobre todo su encasillamiento a cronista, recae en ello: en escribir. El estar en constante cercanía con su lectura (o apreciación) de lo visto, hará que el cronista sienta toda la motivación necesaria que lo encaminará a la debida formación en la materia cinematográfica.
Los espacios idóneos para que sus lecturas personales puedan difundirse bien podrían ser diarios locales, revistas culturales o no, o medios alternativos que estén concientes que el cine como producto comunicacional necesita, además de la simple sinopsis, una apreciación más a fondo, donde los elementos puedan ser interpretados de la forma más adecuada y ofrecerlos al lector ávido de este campo.
(Este mini ensayo fue escrito exclusivamente para el conversatorio desarrollado en el auditorio de la Facultad Ciencias de la Comunicación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, a propósito de la charla a estudiantes de tercer año de periodismo, realizada el día miércoles 23 de agosto del presente año. Este escrito también consta en el blog de los Buseteros)
(En la foto de izquierda a derecha: Franklin Briones, Carlos Valencia y Alexis Cuzme)
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