martes, 20 de septiembre de 2011

Ernesto Intriago: “Me apoyo en el humor como pretexto y catapulta”


A Ernesto Intriago lo conozco hace rato, desde antes que pisara el terreno y aulas universitarias, desde que su poema en torno a su hermana Karla se construía sin saberlo, desde que sus primeros poemas se publicaban cada domingo en la prensa local, desde que su padre lo llamó poeta y luego Pedro Gil lo bautizara del todo.
Este año apareció su segundo poemario -
Dedicadencia- y es un trabajo que demuestra su madurez e intenso trabajo por legar una poesía representativa, no solo de Manabí, si no del país.
A propósito de una de las recientes presentaciones de su poemario, mantuvimos un diálogo ameno (aunque un poco serio para el humor que derrocha desde su poética) necesario para todos aquellos que deseen conocer desde el fondo a este autor.


Sin duda entre tu primer poemario y este Dedicadencia se evidencia mayor madurez poética ¿cuál fue el proceso creativo aplicado?
El Taller Literario Soledumbre entró en una etapa de “avanzada” como lo denominó el director del taller Pedro Gil, a partir de esto, asumí, asumimos todos, el compromiso con la palabra y lo que conlleva avanzar en el proceso, ir en búsqueda de la voz lírica, detenerse a reflejarse y darse cuenta que el reflejo es auténtico y no una fotocopia de otro disfrazada de uno. Nuevas lecturas, críticas más sesudas, la idea de que afuera esperan lectores y lectores.




Ernesto el "poeta galán"

El juego de palabras y el humor han sido una constante en tu poética ¿intrínseca manifestación de repudiar la realidad?
Sí, y ayuda la duda, el constante cuestionamiento de lo establecido. En algún momento hay que transgredir la norma, irrespetar las reglas, rebasar los límites de la gramática solo de la gramática, me apoyo en el humor como pretexto y catapulta, hay que virar la tortilla de la realidad, para que no asuste. Aclaro que la gramática y el buen uso del lenguaje es la bandera del escritor, pero si mi vecino dice ‘lo juimo’ por ‘vámonos’ prefiero que un verso diga ‘lo juimo quedito’ que ‘vámonos en silencio’. No escribo para los matemáticos del lenguaje. Repudio a quienes repudian lo que no se debe ni puede repudiar.

¿Consideras que la poesía actual mantiene un discurso unificado? ¿eres parte del mismo?
Los que estamos en este tiempo, ahora, en esta vida, respondemos a nuestro entorno, desde allí pueden coincidir los discursos, desde esos referentes parte mi poética. Sin embargo no soy parte de ningún discurso ni intento serlo, si a otros poetas les va bien, digo les va bien siendo invitados a encuentros de escritores en otros países, recibiendo reconocimientos, premios, publicaciones cada seis meses a partir de un discurso unificado o temas puntuales donde gira la poesía, entonces ya entiendo por dónde va la cosa poética del país, aún así no me alienaría, como no se alienan ni alinean otros escritores contemporáneos que también mantienen sus discursos.

El doble sentido en los versos abre la posibilidad de múltiples lecturas en los poemas ¿estos elementos fueron planeados en su escritura?
Surge desde la palabra misma, la riqueza del idioma que me permite crear el verso de lecturas múltiples, tiene toda la intención del caso, mas no fue planeado, así hablo, por lo tanto así escribo.



Ernesto junto a dos de sus hermanos


Todo poeta, aunque no lo admita, escribe para un nicho de lectores ¿cuál sería el tuyo?
Escribo para mí, para algunos y para nadie, como Vicente Aleixandre: “Para todos los que no me leen, para los que no se cuidan de mí, pero de mí se cuidan (aunque me ignoren)”. No escribo para ningún nicho porque no pertenezco a ningún nicho.

Dedicadencia va más allá de las simples dedicatorias ¿qué tenías en mente cuando titulaste este trabajo?
“La última vez que dedico un poema”. Eso tenía en mente, lo subtitulé “La última Dedicatoria”, de allí el título. Los poemas de este libro no surgieron “para” sino “por” las personas que aparecen en él, es a la vez una gratitud. Hay que ser grato. Hubieron dedicatorias que desaparecieron, a veces hay que ser ingrato, aunque duela al desagradecido y al ‘inagradecido’, este libro también tiene algo de desgraciado.

Uno de los poemas más emotivos que encuentro es Lindo era ser tu hermana ¿cuánto pesa lo biográfico en tu poética? ¿es cierto que uno siempre regresa al núcleo familiar para poetizar su vida?
Este libro tiene mucho de mi familia, no regresé a ella para poetizar mi vida, todo lo contrario, es mi punto de partida, ese es un gran peso emocional. Todo poema parte de un motivo, por ende tiene emociones. El poema al que haces referencia es mi favorito, lo dediqué a mi hermana favorita, de mis cuatro hermanos solo a dos no nombro en el libro, ya les llegará su hora. Somos seis, por lo tanto sacando bien las cuentas, sólo tengo una hermana… a la vez ella conmigo tuvo la hermana que no tuvo, desde allí quise escribir el poema, es una afrenta al machismo si se quiere, es esa transgresión a la que me refería anteriormente. Es sin duda el poema más conmovedor que he escrito porque con ella viví los ratos más tristes y felices de mi infancia, adolescencia y juventud, mi hermana es una mujer muy valiente, no me pondría en sus zapatos, solo me puse sus zapatos para verla feliz.

Eres de Manta, sin embargo en La tarde llega tarde y acongojada rindes una especie de tributo a la ciudad que te acoge: Portoviejo ¿es así como vez a esta urbe, como una caricatura en constante renovación?
‘La tarde llega tarde y acongojada’ es repudio puro a quienes mantienen en letargo a esta ciudad, políticos, y algunos periodistas radiales, gentes que se creen dueños de Portoviejo. Esta sátira al Canto a Portoviejo tal vez me haga ver como un mal portovejense, pero responde al momento, Vicente Amador Flor no hubiera escrito los versos que escribió si viviera en esta época, por mucho que se ame a una ciudad, creo.

Hay que reconocer que como poeta estás construyendo una obra interesante, este segundo poemario reafirma este compromiso con las palabras ¿qué debe esperar el lector de parte de Ernesto Intriago?
‘Lo que venga –broder–, lo que venga’. Ya sabré afrentarlo. El compromiso sigue.

1 comentario:

Karla Intriago dijo...

Sin duda que me complace leer esta entrevista. No sólo porque es a mi hermano que se lo entrevista sino por que se da a conocer a la persona detrás del personaje, o al poeta detrás de sus versos.
Para mí Duval Ernesto Intriago Zambrano es más que mi hermano, es mi amigo y él lo dice bien en sus poema, juntos pasamos moemntos tanto dulces como agraces. No pude evitar llorar leyendo esta entrevista.
Hermano ese poema no está solamente en tu libro, sino en mi corazón y ahí lo tego grabado.
Mil gracias por esta entrevista. Es un agrado leerla y recomendarla.