jueves, 6 de enero de 2011

Tempestad secreta y un prólogo necesario






Tempestad secreta (CCE, 2010) de los compiladores Luis Carlos Mussó y Juan José Rodríguez, es la reciente muestra de poesía ecuatoriana contemporánea publicada en el país, muestrario que agrupa a 29 voces reconocidas dentro del panorama poético, no sólo de Ecuador si no también Latinoamericano y de otros lares.

Poetas como Ramiro Oviedo, Edwin Madrid, Cristóbal Zapata, Javier Cevallos, Pedro Gil, Paúl Puma, Ernesto Carrión, Aleyda Quevedo, entre otros figuran en este trabajo (sí muchos no podrían estar de acuerdo con la selección, pero como toda selección ha dependido de los parámetros propuestos por los compiladores y sobre todo del gusto de ellos).

Más allá de la muestra poética, que nos acerca a autores de reconocimiento nacional (aunque esta sentencia estaría en duda si es que preguntásemos a un ciudadano cualquiera si conoce a uno de los autores), lo sobresaliente de este libro recae en su prólogo a cargo de Eduardo Ospina: un análisis crítico que deberían leer todos aquellos antologadores y recopiladores de nuestro panorama poético ecuatoriano; saber que una antología debe crearse con un fin verdaderamente justificado sin la mera figuración de por medio o lo que es peor el engrosamiento de una hoja de vida literaria cansona.

A continuación algunos argumentos de Ospina a considerar respecto a las antologías:
“Ya no es meritorio para los poetas estar o no estar incluidos (en antologías), y en muchos casos es incluso mejor quedar excluidos”
“Pocas (antologías) logran establecer una diferencia y convertirse en punto de referencia para la historia posterior al momento de su publicación”
“Las antologías son sobre todo el vehículo ideal para exhibir sin pudores el gusto literario de un individuo y su antojadiza manera de demostrarlo”

1 comentario:

murcielagario dijo...

Excribir (RAMIRO OVIEDO)


Cúmpleme advertir a quienes quisieran

Que tire la toalla y deje de escribir

Que me siento en la imposibilidad de poder complacerles.

Es más

En adelante voy a escribir aunque sea con caca

Entonces

Métanse nomás la ofsset en el culo.

Una cosa es que el poeta acepte la inutilidad de lo que hace-sin regateos ni justificaciones-

Y otra muy distinta

Que le quieran obligar a pegarle una mamadita

Al señor Presidente de la Casa de los Mil Artículos

Al gordo de las ediciones tutti-futti,

A la comadre de la librería Tripa-Mishki

Sin hablar del cabrón de la la tele

Ni del canal Del cuñado del tío del sobrino

De la Sagrada Concha de Su Madre.

Yo soy un puerco espín

A mucha honra!