miércoles, 6 de junio de 2012

Bradbury, el adiós


A Ray Bradbury le debo muchas horas de lectura, muchas historias y personajes, excelentes buenos momentos, y un epígrafe envolvente:

La muerte no existe. Nunca existió, nunca existirá.
Pero la hemos dibujado tantas veces, tantos años,
 tratando de apresarla, de entenderla, que vemos en ella
algo así como una entidad, extrañamente viva y ávida.
Y sin embargo, no es más que un reloj detenido,
una pérdida, un final, una sombra. Nada.
Ray Bradbury, La feria de las tinieblas.


Paz en su memoria, y a continuar redescubriendo su obra.

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