miércoles, 2 de junio de 2010

Los refranes populares



A Gustavo Cañizares (Esmeraldas, 1950) lo identifico como poeta, un poeta que ha sabido mantenerse fiel a su estilo, curado de cualquier tentación y moda literaria. Hasta hace poco desconocía la fuente de su estilo mordaz, y ha sido gracias a la reedición de Los refranes populares y su identidad regional (cuya primera edición data de 1995) que he comprendido en su totalidad al poeta tal y como es.

Esta segunda edición, corregida y sobre todo aumentada, da cuenta de un compendio de sabiduría popular que nos recuerda a nuestros abuelos, con aquella picardía y doble sentido de fondo. A veces redundante, otras exagerada, y casi siempre sexista (que la mujer sea un tema “inspirador” no es sorpresa, pero sí el grado de “entusiasmo” con el que se habla de ella).

Refranes que nos hablan de temas comunes, donde la vida, muerte, amor, traiciones, esperanza, desesperanza, fortuna e infortunio son la excusa idónea para arremeter contra novias, esposas, amantes, suegras, amanerados, y una lista larga de desdichadas víctimas.

Cañizares, mediante esta compilación, descubre la fuente de su humor corrosivo, de barrio, de esquina con olor a caña manabita y panas batracios. Elementos precisos para que este libro se vuelva todo un éxito entre los lectores alérgicos a lo académico, formal y hasta hipócrita de la vida.

El refrán parte de una verdad desvergonzada, viaja de boca en boca y termina siendo atrapado por algún sabido. Cañizares ha sido uno de ellos. Bien por él y su obra, y por todos quienes nos hemos destornillado a carcajada limpia (y también sucia: nadie niega que un patán convive junto a nosotros, los “respetables”) en sus páginas.

Comparto algunos de los refranes más serenos (y esto disculpando al autor que tal vez hubiera querido que compartiera los más picantes y escandalosos):

Quien se casa con una fea lleva su idea

Quien feo ama, hermoso le parece

Más vale un buen padre que cien maestros

La mujer a Lucifer cada día se quiere parecer

Divorciado y sin mujer la paja se ha de hacer

Tanto trabajó el padre que el hijo nació cansado

No hay comentarios: