viernes, 4 de septiembre de 2009

Cine manabita bajo tierra


El reciente número (97) del periódico Ocho y medio, que por acá nos llega mediante el Macc cine, está reconfortante. Sí, por fin se está haciendo justicia con ese cine subterráneo realizado en distintas provincias y que solo se puede conseguir en los puestos piratas de cualquier parte. Es revelador este número que muestra a distintos productores y realizadores haciendo cine con presupuestos mínimos, conocimientos básicos de la materia y unas inmensas ganas. Así han funcionado muchas cosas en el país.

Me quedo con la entrevista a los cineastas choneros Fernando Cedeño (uno de los duros en aquel film popular llamado Sicarios manabitas) y Nixon Chalacamá (el Bruce Lee criollo -por sus actuaciones de lucha- que el mes pasado estuvo presentando en el Macc su película Tráfico y secuestro del presidente), con el informe de Miguel Alvear sobre el proyecto “Ecuador bajo tierra” (que presentará en Quito una muestra de este cine underground) y el acertado análisis de Patricio Burbano.




Cuatro películas Made in Manabí llegarán a Quito (que es como decir la cúspide de un trabajo nacido, sufrido, y desarrollado en provincia) Sicarios manabitas, El destructor invisible, Tráfico y secuestro del presidente y Barahunda en la montaña. Ahora lo malo es que estas mismas películas no tendrán su espacio en la cartelera local, me refiero a que en el mismo Manta (y por lo tanto Manabí) no se podrán ver estas obras. Es verdad que las dos primeras (Sicarios… y El destructor…) son best seller en los puestos de películas piratas y que una considerable población las ha visto, pero las dos últimas tal y como nacieron permanecen: subterráneas y desconocidas.

Lo que me hace recordar el trabajo de dos amigas titulado El cine en Manabí: una utopía con bases, que aparece en el próximo número de la revista libro Cyberalfaro, y que precisamente trata el tema de la fallida distribución nacional para películas de esta clase. De cómo se ha venido haciendo cine de bajísimo presupuesto y también como estos realizadores han encontrado las puertas cerradas en las salas que precisamente deberían darle el respaldo necesario.

Habrá que esperar hasta que la muestra de cine “Ecuador bajo tierra” se realice y nos enteremos del éxito o fracaso de las propuestas fílmicas. A que los trabajos investigativos en torno al tema empiecen a circular. Y sobre todo saber si las expectativas de estas obras calaron o no en el público.

Los fotogramas pertenecen a las películas Barahunda en la montaña y Un hombre y un río, cortesía de Carlos Quinto Cedeño.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimados.
Le felicito por el arte que han creado dentro del cine. Donde puedo conseguir las peliculas.????
Saludos.
Stalin A.