No. Una imprenta no es el principio ni fin de toda propuesta literaria, sea esta poética, narrativa o ensayística. El problema de fondo es más complejo: carencia de obras literarias que puedan sostenerse solas sin necesidad de extensos y maravillosos prólogos y contraportadas que “vendan” la publicación.
Hay una verdad que incomoda a muchos autores manabitas: no reconocer que todo cuanto escriben e intentan publicar no es publicable. Y la autoedición (el acudir a una imprenta para que den cuerpo y rostro al texto que otros han rechazado) no siempre ha sido una decisión acertada.
Persiste un rechazo a los procesos editoriales que pueden mejorar un texto literario. Sugerencias que casi siempre significan “odio” hacia la obra del otro, pero en realidad lo que significa es que hay construcciones a medio camino que necesitan terminarse o dejarlas a un lado, que existan como un recuerdo inédito.
Por lo tanto, una imprenta no viene a resolver, en Manabí, el problema de la escasa publicación de obras literarias. Y traigo a colación el tema a propósito de que algunos candidatos a las próximas elecciones en la Casa de la Cultura Ecuatoriana núcleo Manabí (CCEM), coinciden en la propuesta de que a la institución que aspiran llegar, le urge la compra de una imprenta para visibilizar a todos los autores de la provincia que no se ha apoyado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario