jueves, 15 de abril de 2010

“El resto lo ponen los personajes”

Portada de la reedición


El enemigo necesario ya fue noticia casi exclusiva en el 2007 para un buen grupo de relacionados a Marco Martínez Zúñiga (Guayaquil, 1979). Ese año su autor nos anunciaba que su novela, la primera oficialmente (aunque algunos privilegiados ya hubiéramos conocido Patéticas formas de evasión, que jamás se publicó y su autor terminó borrando de su bibliografía inédita) ganaba un importante concurso a nivel nacional. Ese mismo año apareció públicamente el Martínez Zúñiga novelista, que venía gestándose desde la clandestinidad hace un buen tiempo.
Ahora no nos sorprende con un trabajo nuevo, sino con la reedición y corrección de su ópera prima. Logramos contacto con él para conocer -aunque brevemente- más de esta versión más depurada de El enemigo necesario.


El 2007 fue un año clave para ti, ganaste el “Medardo Ángel Silva” con tu novela El enemigo necesario y lograste llegar a un buen grupo de lectores, por eso ¿qué necesidad has tenido al publicar esta segunda edición de tu obra?
Corregí un montón la novela y tenía varias ideas sobre la portada y los interiores de las páginas. Quería ver la obra publicada con todos estos cambios.

A diferencia de la primera edición (publicada por el Ministerio de Cultura) esta segunda es de autor. ¿Qué tan difícil es para un autor novel ser acogido por un sello editorial en nuestro país?
Hay muchos factores en juego: tener contactos, tener suerte y (por supuesto) tener talento y ganas.

Tres años desde que El enemigo necesario se publicó. ¿Qué ha dicho la crítica del país, cómo ha visto y aceptado tu obra?
No hubo mucha difusión en los medios. La mayoría de los comentarios que he escuchado son de los amigos a los que tuve oportunidad de darles una copia.



El entrevistador, Marco y Gloria (su esposa)


¿Te consideras un escritor exigente y obsesivo con tus escritos?
Reviso quinientas veces lo que escribo. Hay demasiadas cosas publicadas como para querer escribir algo que no me guste y me emocione de verdad.

¿Qué tan importante es la economía del lenguaje en tu obra?
Como dice uno de mis personajes: “No decir frases innecesarias, no hacer movimientos inútiles”.

En algún momento dijiste que jamás planeaste escribir una novela en plan sexo, drogas y rock n’ roll, pero todos estos elementos conviven en tu obra, desplazándose en una realidad marginal llevada al límite. ¿Qué motivos fueron la raíz de El enemigo necesario?
En realidad escribo sobre relaciones interpersonales. El resto lo ponen los personajes.

En esta nueva edición citas a varios poetas ecuatorianos contemporáneos a ti. ¿Se trata de una especie de tributo a tu generación?
Son escritores que me gustan. Inevitablemente, el que sean de acá y tengan más o menos mi edad hace que sean muy significativos para mí.

Como uno de tus lectores esperaba, después de tu primera novela, un segundo trabajo. ¿A qué has dedicado tu tiempo creativo?
Estoy escribiendo otra novela, pero es mejor no adelantar nada.

Un premio a cuestas siempre es boleto para publicar en revistas; aparecer en antologías; codearse con la “nata” literaria del país, pero en tu caso te has mantenido al margen de todo esto. ¿Por qué?
No tengo todavía nada nuevo que publicar. Además, las cosas caen por su propio peso, ¿no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Súper chévere conocerle un poco al autor, y bacan que sea pensarle como un tipo tan fresco como se le ve en la foto.
"El enemigo necesario" es parte de una literatura de culto para nosotros que te leemos desde el anonimato y te queremos porque nos identificamos. Porque nos estás contando de una u otra forma.
juan.