viernes, 21 de enero de 2022

Cuerpos que emanan dolor

Una iglesia, los espacios contiguos para reuniones, una habitación, cuatro sillas y sobre ella cuatro cuerpos. Dos que creen, piensan y sienten que ha llegado el momento de dejar de culpar a esos otros dos cuerpos de las acciones de su hijo. Cuerpos que emanan dolor y frustración. Cuerpos a los cuales el pasado ha carcomido.

Pero ¿es posible no señalar a los padres del verdugo de un ser querido? ¿En verdad no tienen algo o toda la culpa en la formación de su hijo? ¿Cuándo los padres fallan en la educación de sus hijos? ¿Los padres no son capaces de reconocer las alertas de agresión de un hijo con problemas?


De Mass (2021), la ópera prima como director de Fran Kranz, es una historia para hacer sonar todas las alertas a los padres. Un drama claustrofóbico donde cuatro personajes se restriegan su dolor y ausencias; el daño de uno sobre otros. La herida que el tiempo no ha cerrado y se espera con la confrontación final llegar a ello.

¿Qué ocurre con los padres de victimarios y víctimas en ataques a centros educativos? ¿Qué pasa con esos padres a los que arrebataron sus hijos de la peor forma? De Mass tiene algunas respuestas.

domingo, 16 de enero de 2022

El dolor más personal


El amor, la soledad, el abandono más abrumador, la reconstrucción más disparatada, lo que fue y lo que no, los errores y su enmendada desde la imaginación, todo un conjunto de posibles que viven en un individuo, que muchas veces se vuelven un simple lloriqueo interno en el que —hay que decirlo— a pocos le importa, porque la vida es así con aciertos y tropezones.   

Pero cuando el lloriqueante ha resuelto hacer de ese puñado de experiencias desagradables, donde una pareja llegó a la parte en que se bifurcan sus caminos —donde nunca más volverán a reconocerse— un material artístico, la perspectiva cambia, porque el dolor no es solo dolor, porque el recuerdo no es solo recuerdo, todo ese conjunto desahuciado es algo más: un barro con el cual moldear otro yo, ese espectro superior que todo lo puede, que todo supera.  

Así me suena Buenos días, viernes negro (2021) de Elías Bravo, ese artista mantense que hizo del dolor más personal una experiencia capaz de conectar con otros. Se expuso desde el concepto lírico de cada uno de los temas que conforman su ep, y desde ahí ha logrado un discurso intimista donde un hombre asegura superó a su ex pareja; donde un hombre, ese personaje desenfadado que expone sus pesares, se aleja del silencio “sanador” y arremete, porque visto desde el pasado, es feliz.  

Sus canciones, esas figuras reconstruidas desde la experiencia, tienen vida, han logrado lo que pocos artistas hacen: conectar, y si este vínculo llegase solo a uno, ese sería el mayor mérito de esta obra.

 

viernes, 14 de enero de 2022

La lid contra un virus

Cuando el covid fue una realidad en nuestro país, cuando su existencia fue imposible de negar, cuando el sistema de salud colapsó, cuando las noticias de vecinos, amigos y familiares infectados o fallecidos empezó a llegarnos, cuando el hogar se volvió el único sitio seguro al que se protegía y desinfectaba constantemente...también apareció la necesidad de registrar el día a día. Testimoniar desde cada una de las distintas realidades todo lo que acontecía.

Por un lado, testimoniar desde la comodidad del hogar. Ese sitio con olor a cloro, desinfectante y alcohol. Atento a la entrega de víveres comprados por transferencia bancaria. Un lugar donde se hacía teletrabajo, y se podía ver películas, series y leer todo lo interesante que llegaba desde internet.   

Pero era estar infectado, tener el virus, recordar las historias de pacientes, las estadísticas de muertos, la escases y especulación de medicina, anhelar ser atendido en un hospital, era estar del otro lado…Ese es el testimonio de Juan Cabezas en Bienvenido, número nueve (La calle editores, 2021), un texto sensible y directo de la relación de un portador y sobreviviente del virus; la crónica de un paciente dentro de un hospital y lid contra un virus.

Las preocupaciones de Cabezas son las que todo paciente tiene dentro de un quirófano o una sala de recuperación. Imágenes de un futuro donde ya no está, donde es solo recuerdo entre quienes contemplan fotografías y con ello las historias particulares. Su testimonio tiene dolor, uno que va calando en el imaginario del lector, ese imaginario que la realidad fue mostrando desde el inicio.

Un plus de este testimonio son las ilustraciones que acompañan, desde ahí se ha captado la desesperación del narrador; su lucha personal sin duda es una lucha compartida por muchos.