El canto de las sirenas existe, quedé bajo
su embrujo en mi adolescencia. Una noche, alguien me dijo tres palabras, la
construcción de algo que escapaba a mi entendimiento, pero al cual caí rendido.
Una fuerza musical y estética con la que me sentí a gusto (y en ese tiempo
sentirse a gusto era la gran búsqueda, la cruzada personal). Una, dos, tres…el
embrujo me envolvió, y sucumbí sin protesta, sonriente de ese final, que era el
inicio de algo.
El dolor, la desesperación, un panorama
lúgubre donde los cuerpos batallaban desde su interior para no borrarse a sí
mismos. El desamor, la contemplación por el otro, el vacío como único legado. La
sangre copando, una marea roja que engullía todo pensamiento racional. Y la oscuridad
arrasando la escasa cordura que se había ganado.
El canto, como animal rabioso, arañaba con
desenfreno cada idea positiva que asomaba, y, al contrario, iba dotando de un
desencanto por todo y hasta todos. De ahí los trazos de un decir afiliado a una
tradición sangrienta; un repetitivo balbuceo para desentrañar el mensaje que me
llegaba a raudales.
Con Mi
novia moribundaaprendí que el dolor y las causas perdidas pueden servir como
material ficcional, ese territorio del que uno es el único gobernador. A veces
escucho, en los cánticos nocturnos, el susurro y aprobación de Stainthorpe, y
eso es suficiente.
Geovanni Intriago Suárez, es manabita,
pero ha sido en su cantón de residencia, Quinindé, en la provincia de
Esmeraldas, donde ha destacado tanto como cantautor y poeta.
Yla poesía al verme se sonroja,
es su ópera prima. Un poemario que recoge su considerable producción lírica. Un
libro donde la variedad de temas abordados denota la mirada del autor a
distintas situaciones que son de su interés. Poemas donde el amor, la familia y
la amistad destacan, pero también otros temas con un tinte social.
Su libro se presentará oficialmente el día
viernes 19 de noviembre en el cantón Quinindé. Y es a propósito de este evento que
contacté con él y envié un breve cuestionario para conocer más en torno a su
obra.
Geovanni,
¿En qué momento empezó a borronear sus primeros poemas?
En el 2016 empecé a darle forma a esta sed
de transmitir mis sentires, sin dejar de lado la insistencia de mi madre de
plasmar mi inclinación de intimar con el verso, aunque en mis años mozos, no lo
asumí con madurez.
¿Cuál
es su proceso de escritura de poesía? ¿Cuánto tiempo le dedica a la corrección?
Derramo la imaginación en mis escritos,
luego me convierto quizás en el más severo crítico sobre todo en los procesos
sintácticos y en el respeto irrestricto a la normativa en todas sus aristas,
más aún si la preceptiva literaria me empuja a ser disciplinado en la
elaboración de los versos, esto, no impide que se pierda la esencia filosófica
de aquello que anhelo derramar en el contenido del poema.
¿Cuándo
decidió que era el momento de publicar su poesía?
Los momentos, van emparentados con las
ansias y ese elan interior del cual no puedes escapar si te sientes
comprometido con la cultura, si bien es cierto, los mecenazgos para estos
menesteres se extinguieron, el escritor si encuentra un resquicio o empuje
económico, no lo debe desaprovechar, él debe constituirse en gestor de su obra.
Y la poesía al verme se sonroja,
es su ópera prima literaria ¿cuántos años de escritura recoge este poemario?
Cinco años de intensa actividad, 267
poemas que reivindican mi existencia, a veces o casi siempre camina huérfana la
poesía, le di la mano, me abrazó y la conmoción sublime no se hizo esperar.
En
su libro lo que más se trasmite es vitalidad ¿ese fue el objetivo trazado?
Lo vital, hasta en la nada, la parca y el
vacío, en el grito y silencio, en la naturaleza que reclama del “pensante”
respeto sostenible. Esta vitalidad siendo real debe alimentarse de nutrientes
utópicos que consientan ser ayudados por ese derroche poético, que está en ti,
en mí, en todos.
Amor,
familia, belleza…hay una multiplicidad de temas ¿el poeta puede atreverse desde
la experiencia o la ficción?
La observancia me dice que, lo
tecnológico, redes o como se llamen, fueron creando estereotipos de lo que
llamamos amor, familia y belleza, hoy, al poeta que no se le ocurra auxiliarse
de emoticones, habrá traicionado a las musas y desprestigiado al lenguaje
sublime, bendita ficción, ¿quién incineró tus huesos?
¿Se
puede trasmitir una posición política desde la poesía sin necesidad de caer en
lo panfletario?
La posición política, carece de sentido si
la integridad se esfuma cuando los afanes de aquella la atropellan y
embalsaman.
Denunciar los despropósitos y la
corrupción, es navegar contracorriente, pero igual, intentamos: encriptando los
mensajes o la frase que haga remover la conciencia de los que asumen una
postura política camaleónica en la que la ruindad quieren cubrirla con sutiles
pincelazos de filantropía y paternalismo obcecado. Es por eso que uno de mis
poemas pierde la razón: “Corríjanme: poderdumbre
o podredumbre”.
A
propósito de que es cantautor ¿cuántos de estos poemas ha musicalizado?
Cuando escribo para musicalizarlo, suelo
aprovechar un lenguaje más sencillo.
Finalmente
¿Cuál ha sido la recepción de su obra en su cantón de residencia?
Apoyan al amigo, al escritor.
Agradecimiento a mi gente, a mi pueblo: Quinindé.
La cultura y la literatura tiene espacio,
sillón y asidero en la idiosincrasia de los que me aprecian y me motivan a
seguir diciéndole a la poesía que por favor no se sonroje, que los amores,
flirteos y extravíos con ella, son inmortales.