domingo, 20 de febrero de 2022

Retrato del artista persistente

Ser “artista”, hace algunos años dejó de ser una palabra vinculada a la vagancia, a la falta de compromisos con el sistema laboral tradicional, y demás etiquetas alejadas de la realidad. Se entendió que detrás del artista había formación, proyectos, trayectoria; un trabajo depurado por la experiencia y la capacidad creativa.

Tick, Tick…boom! (2021) de Lin-Manuel Miranda, es una versión romántica de la vida y obra de Jonathan Larson, ese artista que soñaba, mientras se subempleaba como mesero en un restaurante y en otras actividades, con ser la nueva cara de la música teatral. Un artista preocupado en lograr el éxito antes de los 30 (como otros modelos exitosos) y enfrentándose a la realidad que era una vida sin recursos para dedicarse al arte que producía en el anonimato.

 

Larson es el retrato del artista en su persistencia más romántica, sobreviviendo en condiciones básicas, desoyendo los consejos de sus amigos y padres de conseguir un trabajo formal donde alejarse de su ensoñación. Lo suyo es una convicción desesperada, un aferrarse a su reconocimiento de artista, de creador original; de saberse constructor de una obra diferente, y con ello con posibilidades de encajar en su tiempo (aunque eso como lo ha demostrado la historia derivará en el futuro).

No hay comentarios: