martes, 21 de septiembre de 2021

De la ética personal


 

Lo que motiva a cada uno a decir y hacer, a sostenerse y defender su posición es esa mirada, producto del análisis del entorno y sus integrantes, que se ha logrado con los años. No solo se trata de madurez y sensatez (porque para llegar a este punto los errores son cicatrices), es la ética personal que dicta las actuaciones individuales. Que clasifica lo que está bien y mal.

De eso trata The Mandalorian, de un individuo que, en base a su ética, actúa de la forma que cree es la correcta. Sus acciones no son erráticas, porque la experiencia le ha enseñado a reconocer en el otro al mal. Por eso salva al niño (un ser similar al maestro Yoda, pero en tamaño bebé, aunque tenga 50 años) que, en su rol de caza recompensas, había entregado a rezagados del Imperio.  

No solo se trata de una serie con un pistolero, naves espaciales y todo el ambiente Star Wars, se trata de un sujeto que, motivado por sus ideales (aunque en el fondo se trata del credo mandaloriano), se impone ante todos los representantes del “mal” hasta lograr su objetivo: reencontrar al “bebé Yoda” con los suyos, es decir, con los Jedi.

Una historia para recordarnos que la ética personal siempre será un punto para diferenciarnos de los demás.

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