sábado, 23 de noviembre de 2024

Librarse de la tragedia


 

El amor nos lleva a cometer las decisiones más absurdas, menos justificables, descabelladas, aborrecibles y casi siempre cargadas de pérdida. Nada puede contra aquello que se regurgita en el interior, que atraviesa y pisotea el sentido común, que brota como una causa en la que nos abanderamos sin importar el peligro y las consecuencias.

The Whale (2022, Darren Aronofsky) más allá de la historia del hombre con obesidad mórbida, del duelo interminable con el que carga, de la labor como profesor de literatura, de la ansiedad desmedida en su ingesta de comida chatarra, de la enfermedad como cuenta regresiva para su fin…es el drama de un hombre enamorado que desechó a su familia para entregarse a una causa individualista que lo acabó.

Así, Charlie, en su intento desesperado por conectar con la hija abandonada, de sobrellevar cada una de las situaciones al límite que ella le ofrece en su inagotable ira; al contrario de derrumbarse, intenta hallar en el desprecio, una excusa para recordarle que el amor hacia una hija también es valedero, aunque el pasado siga ahí como herida abierta.

Esta es la contemplación de un hombre enamorado y de duelo interminable ante su amante muerto; del hombre atrapado física y emocionalmente, que va moviéndose y rebotando dentro de un departamento viciado y sombrío; del hombre que va entendiendo que el amor fue —en su momento— una venda y lanza arremetiendo contra todo…

Por eso, en el cierre, cuando le dice a su hija: —“Lamento haberte abandonado. Estaba enamorado”, es la confirmación de que el amor es una trampa en la que todos, irremediablemente, caemos y pocos salimos librados de su tragedia.


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