domingo, 24 de abril de 2022

Tocar fondo y contarlo


 

Tenía veinte y el mundo y la vida me enfurecían, por eso cada semana me sumergía en alcohol: borracheras que no llevaban a ningún lado, solo a convertirme en la vergüenza de la familia. Un joven sin futuro destruyéndose a sí mismo porque se detestaba y a quienes lo apreciaban.

De esa época me quedan dos momentos que ahora rememoro con horror: 1) cuando terminé perdido en un barrio y tras refugiarme en un portal de una vivienda me rodearon los moradores (armados con machetes y palos) y me expulsaron del lugar; 2) cuando regresé caminando a casa, me libré de ser atropellado y terminé dormido en un solar cercano a mi hogar, porque tenía que “descansar” para no llegar tan perdido.

Un pasado que ante la experiencia de otros podría ser hasta rosa, a penas el resultado de una “diversión” desaforada, tal vez el inicio de una “carrera” de alcohólico que lamentablemente, para los administradores de clínicas de recuperación, no ejercí a cabalidad, porque decidí enrumbar mi vida hacia otro lado menos destructivo.    

Por eso cuando Vinicio Manotoa me dijo que tenía una novela en torno al tema de las adiciones y rehabilitación, tuve interés en conocerla. Cuando terminé de leer el manuscrito no solo me había identificado con ciertos actos de los personajes, también reconocía una obra sobresaliente.

Así, El desierto de los días futuros (Cuerpodevoces, 2022) de Vinicio Manotoa Benavides, es una novela clave para todos aquellos que han hecho del exceso de sustancias alucinógenas (sea alcohol o drogas o una mezcla de todo) un refugio de falsa salvación. Porque la vida y sus traumas, porque los sueños destruidos, porque la diversión se transforma en un monstruo incontrolable…

Una historia no solo para que el lector se quede con los dramas cercanos producto de las adicciones, porque el mérito de esta obra es la exploración que se hace desde un centro de desintoxicación. Ahí, sus personajes, ese conjunto increíble de quienes han tocado fondo, que pasaron el límite de lo tolerable, que se volvieron un problema necesario de intervención…tienen mucho que contar.  

Una novela que remarca la soledad del adicto, el latente paso en falso para la recaída, y esa reconciliación que no siempre se logra con uno mismo, porque algo dentro de ese paraíso artificial se dañó para siempre.

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