martes, 3 de octubre de 2023

Una balada que lacera desde adentro

Hay historias que perturban, donde sus personajes no hacen más que soltar golpes bajos que van retumbando en su desarrollo y pérdida de su existencia alucinada. Historias para reconocer a una ciudad desde sus entrañas. Historias para saber que más allá de lo que se cree conocer existe un mundo de oscuridad y sobrevivencia, donde las sombras que pululan exigen su lugar en la luz.

En la mitad está el reino (Alectrión, 2023) la novela más reciente de Jakk Cabrera Plaza, es una de esas historias: acelerada en su desarrollo, perturbadora de principio a fin; una historia negra y sangrienta que es también una balada que lacera desde adentro, que muestra al horror desde una cotidianidad donde el hambre y la necesidad de ser alguien lo justifica todo.



En este territorio de vendedores callejeros, jugadores de póker, vividores, alcohólicos, drogadictos, prostitutas y una lista variopinta donde la viveza criolla es el mérito de las sombras que aparecen en esta tragedia, Manuel (Ojos azules, Cuervo, Pegaso, Caramelo cuervo o Sísifo) sobrevive y “triunfa” a su manera y desde su ética callejera.

Esta tragedia moderna, donde se contempla a un Manuel convertido por momentos en un Edipo que sabe lo que hace y que no siente remordimiento ante su acto, hay odio. Odio a la madre, falsos amigos, protectores, amores…y a sí mismo.

Cabrera Plaza, con esta novela, remarca el tema de la huida como leitmotiv inagotable de sus personajes. En sus historias escasea la esperanza, y este sello particular, es lo que vuelve cada vez más interesante su obra. 

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